capitulo 9

Me desperté temprano, decidida a tomar un descanso del trabajo y enfocarme en investigar sobre lo que había estado hablado con Matt anoche. Me senté en mi computadora y comencé a buscar información en Internet. Quería encontrar algún lugar o alguien que pudiera ayudarme a entender qué estaba pasando.

Busque palabras clave como "otros planos", "contacto con entidades espirituales" y "experiencias paranormales". Me sumergí en la investigación, leyendo artículos, blogs, y explorando foros en línea. Era como si estuviera buscando una aguja en un pajar, pero estaba decidida a encontrar algo.

Después de horas de búsqueda, finalmente encontré algo que me llamó la atención. Un sitio web hablaba de una mujer que se especializaba en ayudar a personas con experiencias paranormales. La mujer se llamaba Sofía, y según el sitio web, tenía una gran cantidad de experiencia en el tema.

Me sentí emocionada y un poco nerviosa. ¿Podría esta mujer realmente ayudarme a entender qué estaba pasando? Decidí investigar un poco más sobre ella antes de tomar una decisión. Quería saber más sobre su experiencia y su enfoque.

Pero mientras mas leía, no pude evitar sentir que había algo misterioso y enigmático en ella. ¿Quién era esta mujer, realmente? ¿Y qué sabía sobre otros planos y el contacto con entidades espirituales?

Sentí un poco de confusión, pero también intrigada. ¿Debería contactar a Sofía y pedir su ayuda? ¿O debería seguir investigando antes de tomar una decisión?

Después de pensarlo un rato, decidí que era hora de contactarla. Quería saber más sobre su experiencia y su enfoque, y también quería ver si podía ayudarme a entender qué estaba pasando.

Busqué el número de teléfono en el sitio web y lo marqué. Después de unos momentos, una voz suave y melodiosa respondió.

-Hola, soy Sofía, -dijo la voz. - ¿En qué puedo ayudarte?

Me sentí un poco nerviosa, pero intenté mantener la calma.

- Hola, Sofía, -dije. -Me llamo Alexandra. Encontré su sitio web y me gustaría saber más sobre su trabajo.

Sofía se río suavemente. - Claro, Alexandra. Estoy aquí para ayudar. ¿Qué te gustaría saber?

Le expliqué a Sofía sobre mis experiencias y sobre lo que había hablado con Matt. Ella escuchó atentamente, sin interrumpirme.

Cuando terminé de hablar, Sofía se quedó en silencio por un momento. Luego, habló.

- Alexandra, creo que puedo ayudarte, -dijo muy segura. - ¿Puedes venir a verme hoy mismo? Tengo una cita disponible en una hora.

Me sentí un poco sorprendida, pero también intrigada. ¿Qué podría hacer para ayudarme?

- Claro, estoy disponible. ¿Dónde está su consultorio?

Sofía me dio la dirección dijo que estaría esperándome en una hora.

Colgué el teléfono y me sentí un poco ansiosa. ¿Qué iba a pasar en la consulta? ¿Qué podría hacer ella para ayudarme a entender qué estaba pasando?

Llegué a la dirección que me dio después de una hora de viaje en coche. Era un edificio antiguo en el centro de la ciudad, con una fachada de piedra y ventanas de madera oscura. Sentí un poco de nervios al subir las escaleras y llamar a la puerta.

Sofía me abrió con una sonrisa cálida. Era una mujer de unos cincuenta años, con el cabello gris y ojos marrones que parecían ver más allá de mi superficie. Me invitó a entrar y me guio hasta una habitación pequeña y acogedora, con velas encendidas y un aroma a incienso.

- Por favor, siéntate, -me dijo Sofía, señalando una silla frente a ella. - Quiero que me expliques nuevamente lo que ha estado pasando. Quiero entender todo con detalle.

Asentí y comencé a contarle todo otra vez, desde el principio. Me escuchó atentamente, sin interrumpirme, y cuando terminé, se quedó en silencio por un momento.

- Entiendo, -dijo finalmente. - Voy a hacer una consulta para saber qué es lo que está pasando. Por favor, mantén la calma y no te preocupes por nada.

Se levantó y comenzó a preparar algo en una mesa detrás de ella. Encendió más velas y se sentó frente a mí de nuevo.

- Debes cerrar los ojos y respirar profundamente.

Hice lo que me dijo, y de repente, las velas que había encendidas a su alrededor y las que encendió cuando llegué se apagaron. Me sentí un poco sorprendida y abrí los ojos.

Sofía me miró con una expresión seria.

- ¡No!, hay algo que no permite saber, -me dijo. - Pero si veo que algo está bloqueando mi visión. Algo que no quiere que yo vea más allá.

Me sentí un poco confundida y asustada.

- ¿Qué es? -le pregunté.

Sofía se encogió de hombros.

- No lo sé, pero voy a seguir investigando. Voy a encontrar la respuesta tranquila.

¿Qué era lo que estaba bloqueando su visión? ¿Y qué quería decir con que había algo que no dejará que ella supiera?

Sofía me miró con una expresión seria y misteriosa.

- El bloqueo que estoy sintiendo no es casual. Es como si algo o alguien estuviese impidiendo que yo vea más allá.

- ¿Qué es?, -pregunté.

- No lo sé, no me deja verlo, pero creo que tiene que ver contigo. Con algo que te está acompañando.

Me sentí un escalofrío en la espalda.

- ¿Qué quieres decir?

Sofía me miró fijamente.

- Creo que hay algo o alguien que te está acompañando, que te está preparando para algo. Te está dando señales, como el aroma o las flores que mencionaste.

Me sentí un poco mareada.

- ¿Qué puedo hacer?

Sofía sonrió.

- Puedo darte algo que te ayudará a averiguar la verdad, algo que te permitirá ver más allá del bloqueo. Pero debes hacerlo en tu casa, sola. ¿Estás dispuesta a intentarlo?

Asentí, ansiosa por saber la verdad.

Sofía me dio un pequeño paquete.

- Esto es un ritual de clarificación, -me explicó.
- Debes hacerlo exactamente cómo te digo. No te preocupes si no entiendes todo al principio. La verdad te será revelada.

- Gracias, -le dije.

- No hay de qué, -me dijo mientras me sonreía.
- Recuerda, la verdad está dentro de ti. Solo debes buscarla.