¿será un amor efímero? +18

Capítulo Cuatro: Ella es el significado de tentación.

 Domingo, 04 de diciembre de 2022.

 

 Keaton se paró con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro que le era imposible de ocultar. Se acercó con cuidado a Ruby y empezó a dejarle besos por todo el rostro.

 

 —¿Ah? —Ruby despertó, soñolienta, con una sonrisa que después se transformó en muchas risas debido a los muchos besos que le estaba dejando Keaton —¡Ya! —chillo, y Keaton se paró al momento —¡Oye, ¿Por qué te paras?! 

 

 —Tú eres bipolar, Ruby, si tu misma lo pediste —Keaton le saco la lengua.

 

 Ruby le sonrió con malicia.

 

 —¿Ah? —vio a Ruby levantarse de la cama —¡Ya te beso! —le agarro de la cintura, pero Ruby le puso una mano en el rostro para que él no la besara —Hmmm.

 

 Ruby no entendió lo que le dijo, pero sintió su mano ser besada y lamida.

 

 —¡Ah, Keaton! —estallo en risas —Ya, ya, deja —le pidió y el se separó.

 

 Al no tener a Keaton encima empezó a quitarse el conjunto que tenía puesto que constaba en un short corto y un sostén de encaje de tela sueve, ambas prendas de color blanco. Primero se quitó el sostén, dándole una vista de sus pechos a Keaton, posteriormente, se dió la vuelta, empezando a bajarse el short, agachándose sensualmente en el proceso. 

 

 Cuando estuvo de nuevo de pie se pegó a Keaton en un abrazo.

 

 —Ruby... —gimio al sentir el cuerpo de la chica, desnudo, pegarse al suyo. 

 

 —¿Qué desayunaremos hoy, Ke-a-ton? —pregunto en un tono sensual, rozando sus labios. 

 

 Él se movió para chocar sus labios, pero Ruby fue más rápida y se hecho para atrás y chasqueo los dedos mirándolo con una sonrisa.

 

 —Si —agarro su mano y con uno de sus dedos lo posó en sus labios —quieres esto, debes ganartelo.

 

 —¡Está bien! —jadeo —Hare lo que quieras, por favor.

 

 Keaton no se atrevió a quitar el dedo que tenía en los labios de Ruby, quería sentirlos.

 

 —¡Ruby..! 

 

 —Dilo bien —sonrio con malicia —¿Qué deseas que haga, mi reina? 

 

 —¿Qué deseas que haga, mi reina? —sin esperar repitió sus palabras. Se moría por tener un contacto con sus labios.

 

 Ella río.

 

 —Quiero... —puso su dedo índice en sus labios, tocándolos —Esto... —se mordió el labio y agarro el dedo que tenía en sus labios y lo puso en la entrada de su vagina —Aquí... —él guiado por sus instintos y su deseo metió dos de sus dedos y los movía —Ah —ella gimió —¿Entendido, mi rey? 

 

 Keaton asintió, agachándose, le dió un beso en la intimidad de Ruby, pasando las piernas de ella por encima de sus hombros y la cargo hasta llevarla en la cama. Estando en la cama Ruby enredó sus piernas alrededor de su cabeza, cosa que no pareció importarle mucho a él ya que se notaba ocupado, dándole placer a Ruby, besaba y chupaba su intimidad, él olor de Ruby embriaga sus fosas nasales y sus fluidos en su boca eran un deleite que no iba a dejar pasar la oportunidad de probar.

 

 No pasó mucho para que la habitación se llenará de los gritos y estallidos de placer de Ruby, pidiéndole más y rogando porque no se separara de ella. Llegó al punto dónde separó sus piernas, Keaton llegó a meter su lengua en la intimidad de ella, manteniendo el agarre en sus muslos.

 

 Ruby llegó al orgasmo y él no se separó de sus labios vaginales hasta haberse tragado todos sus fluidos.

 

 —Ah, estás riquísima 

 

 Keaton se separó pasándose la lengua por los labios, Ruby se sonrojo por lo dicho.

 

 —¿Qué desayunamos? —ella se sentó en la cama y él no pasó por alto que sus piernas le temblaban.

 

 —¿Qué deseas desayunar? —él se mordió el labio mirándola de arriba a abajo. Estaba desnuda y él estaba deseoso de más.

 

—¡Waffles! —exclamo, alzando los brazos, haciendo que sus senos saltarán.

 

 Él al escucharla salió de ahí, huyendo, estaba pasando por mucha tentación ante esa vista, el haberle dado sexo oral fue demasiado para él, quería más de ella, quería estar en su caliente coño, que gritará por el placer que él le transmitía, que se aferrará a él como el día anterior cuando llegó y daba saltos encima de su polla, desesperada y ansiosa por él. 

 

 —Me va a volver loco —se paso la mano por el pelo. El calmarse con una Ruby desnuda y los recuerdos de las tres veces que se la había follado y sumando ahora el que le había dado sexo oral no le estaban ayudando. Se estaba haciendo un adicto a ella. ¿Lo peor? Le gustaba que ella lo buscará y lo provocará.

 

 Movió la cabeza lado a lado, queriendo quitarse esas ideas de la cabeza y se puso a preparar los waffles de Ruby y un jugo donde volver a aplicarle su medicina. Sin embargo eso no le ayudaba, la necesitaba, tenía una erección que no hacía más que dolerle.

 

 Se mojo la cara cuando estuvo todo listo, Ruby no debía verlo en ese estado porque empezaría a provocarlo más y eso solo haría más difícil su situación. Él estaba enamorado de Ruby y no sabía cómo ella lo veía a él, quizás no sentía lo mismo, puede que solo sintiera deseo hacia él y no amor.

 

 —¿Keaton? —ella le llamo, ya se encontraba en la cocina. 

 

 Suspiró, dándose la vuelta, encontrándose con que no solo Ruby seguía desnuda, si no que se había bañado y aunque se había secado, su pelo seguía mojado, estando dividido a la mitad, quedando tapando sus senos por el largo que era y pequeñas gotas caían de el, dándole un toque más sexy y tentador a la chica.

 

 Ella se acercó, dándole un abrazo.

 

 —¿Comemos? 

 

 Ruby contesto a su pregunta con un beso en los labios. Él, tentativo a ella, mordió su labio inferior, teniendo acceso a la cavidad de Ruby.

 

 —Te debía un beso... —susurro con la cabeza en su pecho cuando se separaron. Luego, detuvo su mirar en la comida —¡Waffles! —chillo, separándose de él.




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