¿será un amor efímero? +18

Capítulo Siete: ¿Significó algo?

 Miércoles, 07 de diciembre de 2022.

 

06:45 horas.

 

 Keaton se despertó y sin aún abrir los ojos busco con sus brazos a Ruby y la sintió, pero estaba sentada. Exaltado se recompuso de un salto en la cama. Su  Ruby yacia despierta, a su lado, mirándolo tiernamente y con una sonrisa burlona, y como no tenerla, creía casi imposible que esa mujer a la que ahora apodaba en su corazón y pensamientos su chica pudiera estar despierta a esa hora, no al menos que fuera algo de suma importancia.

 

 —Yo.. quería saber algo... Ette... Hay... —él apretó su mano encerrando la en un puño, no le gusta ver a Ruby nerviosa, no con él que conocía todas y cada una de sus facetas y le tenía miedo a que Ruby hablará de su nuevo tipo de relación, que quisiera darle nombre y no fuera una relación sería, pero más que todo temía al rechazo, quería a Ruby con toda su alma, pero para él.

 

 Soltó su mano, queriendo parecer calmado ante ella, cosa que no estaba y cosa que ya ella había notado.

 

 Flexionó sus rodillas y puso su rostro en ella.

 

 —En estos días —he ahí su mayor temor —Hemos cambiado nuestra manera de tratarnos —hizo silencio unos segundos mordiendose el labio —Pero anoche... —lo miró a los ojos agarrándolo de la barbilla para que no le quitará la mirada —Anoche fue distinto, tú me trataste distinto, ¿Todo este tiempo te estuviste aguantando para no dañarme? —con que era eso, un suspiro de alivio se aguardaba dentro de Keaton al saber que no quería hablar de su relación actual.

 

 Aún con miedo, asintió, le preocupaba cualquier reacción que pudiera tener Ruby.

 

 Ella quito la mano de su barbilla y entonces él temió lo peor, que se alejará, veía en su mirada decepción y no le gustaba para nada.

 

 —Entonces... —bajo la mirada —¿Yo... No te complacía? —lo último salió en un hilo —¿No soy suficiente para ti? —sintiendose débil, intento pararse de la cama, cosa que le fue impedida por dos cosas. La primera Keaton la sostuvo del brazo para que no se alejará y la segunda que sus piernas le flaquearon.

 

 Keaton sabía complacerla, se sentía en las nubes cada vez que estaba con él, cada vez que siquiera la tocaba, que miraba deseo en su mirada, deseo hacia ella, hacia su cuerpo, pero no fue hasta anoche, su última sección que descubrió que ella temía a qué él no se sintiera complacido.

 

 Él la acercó hacia él quedando sus rostros muy cerca el uno del otro, ella quiso desviar su mirada, él no la dejo y entonces vio una lágrima descender de su rostro.

 

 —Si me complaces... —respondio —Es solo que trata de entenderme un poco... —hizo una pausa, quería decirle tantas cosas, pero mucha de ellas involucran los sentimientos que guardaba él hacia ella desde hace algunos años. Entonces, no supo cómo explicarse. Por otro lado, era su mejor amiga, nunca se imagino que hablaría de esta parte de él con ella. Por último, tenía el dolor que le causaba ver a su chica derramando lágrimas, con su mano encerrada en un puño.

 

 Ruby quería detener aquellas lágrimas, se sentía débil y era un sentimiento que odiaba. Para ella era importante y Keaton decidió sincerarse lo menos posible.

 

 Keaton puso ambas manos en sus mejillas y la miro a los ojos.

 

 —Escucha, para mí es muy difícil esto porque nunca me imaginé que te tendría aquí en mi cama, desnuda, perteneciendome a mí, pero yo no soy ningún santo, Ruby, soy un hombre y en un momento de mi vida llegué al punto de experimentar porque... —se calló, midiendo sus palabras. ¿Qué le iba a decir? porque la mujer que amo no me corresponde y quizás nunca lo haga. No, no podía decirle eso, porque ella era esa mujer —Tú eras virgen y yo tengo ya experiencia en esto y primero no conocías está parte de mí y solo tenía miedo de que si te follaba como yo quería salieras lastimada, no es porque no me complazcas —la soltó —Eres hermosa, Ruby —agarro su mano —Solo me hace falta verte con un actuando sexy para que se me ponga dura y quiera tenerte gritando mi nombre —Keaton posó la mano de Ruby en su polla, estaba palpitando, él no le mentía.

 

 —¿Lo prometes? —hablo con la voz débil.

 

 —Lo prometo. Tú... Eres especial para mí —confeso —No tienes ideas de cuánto —agrego —En todos los sentidos, lo prometo —acaricio su mejilla —No habrá nadie para mí mientras tú estés en mi vida —una sonrisa se posó en los labios de Ruby y él le correspondió con otra sonrisa.

 

 Ruby empezó a mover su mano acariciando su polla, en ningún momento la había quitado y para ella era una tentación tenerla ahí. No sabía si era porque era el primer hombre con quién establecía relaciones íntimas, pero Keaton la encendía de una manera que nunca imagino verse.

 

Ruby... —queria decirle, debía parar, tenía que salir, pero también quería hacerla feliz, así que cuando Ruby se posó con cuidado encima de su polla no le importo mucho que su jefe le fuera a gritar en cuanto llegará a trabajar.

 

 —Ruby —jadeo al sentir lo caliente del coño de Ruby.

 

 —Tú no tienes idea de cuánto me gusta sentirte dentro de mí —expreso Ruby, dando saltos sobre su polla.

 

Tú no tienes idea de cuan feliz me haces con esas palabras —penso, guardandoselo para él.

 

☃️☃️☃️

 

08:15 horas.

 

 Keaton al llegar a su trabajo no se encontró a su jefe pegándole gritos porque llegó tarde, en cambio, recibió a una eufórica Katie.

 

 —Katie no estoy de humor —murmuro él, acomodándose en su escritorio. Sin embargo, mantenía una sonrisa de oreja a oreja, imposible que ella no notará.

 

 —¿Es por ella, no? 

 

 Keaton no le respondio.

 

 —¿Qué te hizo esa chica? —reclamo —¿Es un embrujo o algo así? —Keaton se trago una carcajada al escucharla. Si Ruby fuera conciente de eso, se lo habría hecho desde que eran solo niños, imposible —¡Nunca habías llegado tarde! —alzo la voz —¡¿Qué es lo que te pasa?! 




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