Capítulo Ocho: Reconciliación.

Jueves, 08 de diciembre de 2022.

03:12 horas.

 Las horas pasaron, llegó la madrugada y Ruby seguía sin despertar. La cardióloga le explicó cómo aplicarle un medicamento por la vía que la ayudara a estar más calmada cuando se despertará, pero eso aún no pasaba, su chica no despertaba y él se sentía desesperado sin despegar su vista de encima.

 Estaba sentado en una silla al lado de donde estaba Ruby acostada, ya no tenía la vía, él tenía sus manos juntadas, jurando que haría pagar a cualquiera que haya puesto a su Ruby así.

 La vio removerse en su cama y poco a poco abrió los ojos.

 —¿Keaton? 

 —¡Ruby! —la abrazó, se sentía tan frágil. Él sintió la mano de ella en su pecho, alejándolo —¿Ruby?

 —Yo... No quiero verte... —la vio morderse el labio.

 —Pero... —ella nego con la cabeza —Ruby, déjame explicarte, te lo suplico.

 —Kaeton quiero irme a mi departamento, no quiero verte y quiero estar sola —ella se recompuso poco a poco en la cama. Él se puso de rodillas, aferrado a sus piernas.

 —¡Ruby, yo no tengo ningún tipo de relación con ella, te lo juro! —exclamo, desesperado —¡Todos estos días he estado muy feliz de tenerte en mis brazos! ¡No me alejes, por favor! ¡Yo haré lo que tú quieras! 

 Ruby lo empujó con dificultad, haciéndolo caer en el piso y como pudo salió lo más rápido hasta su departamento.

☃️☃️☃️

06:20 horas.

Eva💇🏻‍♀️/Faith🐣:

Ruby no le hagas mucho caso a Kathie, si se dirigió a ti es porque estaba ardida de que él te haya preferido a ti de otra manera considero imposible que se haya acercado a decirte eso, conociendo la como la conozco.

 Había recibido como 20 mensaje parecidos tanto de Eva como de Faith hablándole de lo mismo o diciéndole cosas parecidas al respecto, y sabía dos cosas, la primera que esa mujer no era una santa y la segunda que puede que tenía razón, ya que Keaton estuvo hasta hace una hora tocándole la puerta y no sabía que tenía en la cabeza. Por otro lado, no sé perdonaba el haberle hablado de esa manera a Keaton, ni siquiera le había hablado de su relación y ella le había reclamado así.

 Ruby tenía los ojos rojos, en todo el momento no había dejado de llorar, le dolía el pecho y cada cierto tocia, pero era soportable.

¿Será así como se siente un corazón roto? —no pudo evitar preguntarse. Se sentía diferente, estaba dramática y eso era tarea de Keaton.

⛄⛄⛄

07:45 horas.

 —¡Kaeton, ¿Qué te trae por aquí?! 

 Keaton había llegado a una zona alejada de la ciudad donde se encontraba una mansión.

 —Tío... —le dió un abrazo sin muchos ánimos —Necesito a Rage, ¿Es posible..? —su tío no lo dejo terminar.

 —¿De que hablas? —lo miró de arriba a abajo y se llevó las manos a la cintura —Rage es tuya, tu la rescatarte cuando era una cachorra que se estaba muriendo, tu la cuidaste y entrenaste. Es una máquina para matar solo necesitas ponerle al frente una foto con un dardo y ya ella sabe que esa persona está causando problemas y que al verla tiene que... —se paso la mano por el cuello haciendo una línea recta —Así que cuando tú quieras y lo necesites vienes por ella, no tienes que darme explicaciones.

 Kaeton solo asintió, caminando entre las paredes de aquella mansión.

 —¡Rage! —silvo para llamarla.

 No pasaron ni cinco minutos para una perra de pelaje blanco como la nieve apareció ante Keaton, se sentó dos dedos frente a él y él se agachó para acariciarla y entonces ella agarro la iniciativa para lamerle la cara. Keaton ante el gesto de cariño la abrazo y se permitió llorar, ahí, frente a su tío.

 —¡Hazlos pagar princesa! 

 Rage ladro en respuesta como si lo hubiera entendido y le estuviera respondiendo.

 Rage era una cachorra flaca y huesuda para cuando Keaton la rescató en una parte de los terrenos de su tío. Es una Samoyedo. Es pequeña y nada parecida a los perros que su tío tiene entrenados, sin embargo ante aquel rostro tierno y que parece que no es capaz de hacerle nada a nadie, Rage demostró tener más valía que cualquier perro que haya tenido su tío antes.

 Se la dejo a su tío porque Rage no era capaz de ver a una sola persona alzandole la voz a Keaton porque le saltaba encima, al cuello. Con el tío de Keaton era menos cercana, solo atacaba si él le daba las señas de atacar, era como si siempre tuviera presente que era a Keaton a quien le debía su vida.

 —Rage —Keaton se dirigió a la cachorra adulta en cuanto se calmó un poco —Necesito que protegas a Ruby, ¿La recuerdas? —en respuesta ella le dió su pata —Muy bien, ¿Hay algo que desees llevarte?

 Rage corrió por los rincones de la casa y regreso arrastrando a una colcha grande. Se detuvo frente a Keaton y le ladro.

 —Muy bien —Keaton se dirigió hacia su tío —Gracias...

 —No hay nada que agradecer, Keaton —le dió un abrazo.

⛄⛄⛄

09:50 horas.

 Ya había entrado la mañana para cuando Ruby había decidido bañarse, intentar mostrarse ante la vida lo fuerte que era y que si ella la iba a patear Ruby le iba a responder con más intensidad.

 Al terminar de bañarse se arregló con un pantalón color beige y un top con tirantes del mismo color que solo cubría sus senos, unas zapatillas negras y sin peinarse bajo a su carro por las cosas que había comprado.

Me preguntó que pensaría Keaton al verme de esta manera —penso Ruby empezando a bajar las primeras bolsas.