¿será un amor efímero? +18

Capítulo Doce: ¿Por qué no le puedes decir que no?

Lunes, 12 de diciembre de 2022.

 

 Ruby amaneció con ganas de escuchar canciones de Skrillex, no se lo nego, salieron del hotel escuchando aquella canción que tenía a Ruby moviéndose en el carro, a perspectiva de él muy provocativa, al ritmo de la canción, esa mujer lo iba a volver loco, ¿Y todo por qué? Por él no saber negarle algo, ¿Por qué no podía decirle que no?

 

 Ruby puso aquella sonrisa que la definía y él recordó que anoche le pidió algo y no supo decir que no a pesar de que su mente le decía una y otra vez no.

 

¿Podríamos irnos a una hora en la que haya tráfico? 

 

 Fue lo que le pidió y no, no había tanto tráfico, pero él se preocupaba, con el lado sexual de esa mujer no sabía que esperar.

 

 Ruby quito la música de Skrillex y paso a poner música de Celine Dion, okay, todo tranquilo, era una cantante ¿Relajada? Por decir algo. Qué equivocado estaba y que inocente había sido. Su Ruby, sin quitar su sonrisa, puso su mano en la polla de Keaton y él se mordió el labio, rogando que esa mujer no le diera por tener intimidad mientras él estaba conduciendo.

 

 Hasta el momento todo iba tranquilo, Ruby le había desabrochado el pantalón, sacado su pene, ahora tenía su pene al aire y con la mano de Ruby sobre él masturbándose lo mientras la veía apretar las piernas. Su corazón estaba desbocado y no se imaginaba el de ella, su reina, cómo el llamaba no iba a tardar en montarse encima de él sin importarle que él estaba conduciendo y que la policía o algo podrian encontrarlos.

 

 —¿Qué piensas? —pregunto Ruby, su tono la delataba, estaba muy exitada —Tu polla se puso más dura de repente —la sonrisa de Ruby se ensanchó —¿Sabes? —él asintió para que siguiera hablando —El peligro... —se paro de su asiento —Suele ser exitante —se sentó en su regazo, rozando su coño con la polla de él.

 

 —Ruby... Me vas a hacer perder el control —ella rio.

 

 —Tú nunca me arriesgarias, Keaton —tenia un punto, pero al llegar perdería el control, si no es que detenía el carro a medio camino y se la follaba ahí.

 

 Ruby se acomodo para que la polla de Keaton entrará en ella.

 

 —Uh... Qué rico... —jadeo al sentirlo en ella.

 

 Keaton se mordió el labio al sentir el calor que emanaba Ruby contra su polla.

 

Si ya la amaba antes, no se ni cómo expresar cuanto la amo ahora.

 

 Ruby agarro con sus manos la camina, quitándose la.

 

Para haber tenido poco tiempo de perder la virginidad y tener poca experiencia se mueve como Dios manda.

 

 —Keaton... —lo miró, poniendo sus manos en sus brazos, haciendo fuerza con sus uñas —¿Te molesta si te marco?

 

 —Ah... No... Hazme lo que tú quieres... Soy tuyo... Ah... ¿Cómo te mueves así?

 

 —Cuando... Salía con Eva... En ocasiones, leiamos libros eróticos —Ruby estaba concentrada en su tarea, darle placer a Keaton —Leyendo aprendes mucho, ¿Sabes?

 

 —¡Ruby! —gimio.

 

 —¿Hum?

 

  Keaton no respondió, sentía que en cualquier momento iba a perder el control.

 

Relájate, Keaton, tranquilo. Espera a llegar, no falta mucho. Llegas, te la follas, la haces gritar como si no hubiera mañana, le das unas buenas nalgadas y todo estará bien.

 

 Se repetía a cada momento para no parar el carro y follarse a Ruby en medio camino.

 

Me la voy a follar. No. No. No. Keaton, calma.

 

 Esa misión estaba difícil con una Ruby dedicándose a comerse su polla, o eso parecía por como se movía, metiendo y sacando su polla, se concentraba en lo caliente de Ruby y se recordaba que estaba a medio camino en un carro. Se escuchaba cada choque que daba Ruby contra su intimidad, eso no ayudaba en nada. Tenía sus manos arañando cada parte de su cuerpo, torso, espalda y brazos, menos ayuda estaba recibiendo. 

 

 —¡¡Dios!! 

 

 —¿Qué... Pasa? 

 

 —¡¡Tú me vas a volver loco!! —le grito, nunca le había gritado a Ruby y ninguno de los dos le paró, estaban centrados en el placer.

 

 Keaton piso el acelerador, tenía que llegar cuánto antes.

 

 —Se siente muy bien tenerte dentro de mí... —jadeo Ruby, empeñada en su trabajo.

 

 Keaton se corrió, sin embargo no bajo la velocidad mientras Ruby recuperaba el aliento, recostada en su pecho, necesitaba follarsela, follarla a su manera.

 

 —Preparate para ser mía —dijo en cuanto dió la vuelta entrando al estacionamiento del edificio.

 

 —Yo ya soy tuya...

 

 Keaton agarro a Ruby, dándole la vuelta en el asiento, dejándola debajo.

 

 —¡Necesito follarte! —exclamo en un tono de desesperación, entrando en ella sin contemplaciones.

 

 —¡Ah... Keaton!

 

 —No importa —le agarro del pelo —Provocarme de esa manera me puso muy mal.

 

☃️☃️☃️

 

 —¡Ah... Ruby! —Keaton se expulsó una vez más dentro de Ruby.

 

 Keaton se encontraba en su cama con Ruby debajo de él, completamente desnuda.

 

 —Cada vez que me follas me dejas peor que la vez anterior.

 

 —Esta vez te lo buscaste —beso su hombro —Yo no sé que es lo que tú tienes que con solo mirarte desnuda quiero agarrate ese coño y llenarlo, que grites con esa boca mi nombre, que tus ojos me miren a mí y... ¡Ah! Son tantas cosas —sonrio.

 

 Bzz... Bzz...

 

 —Es el tuyo —Keaton se paró para ir en busca del teléfono de Ruby.

 

 —Mierda —susurro, leyendo un mensaje.

 

 —¿Qué pasó? 

 

 No recibió respuesta. Ruby marco una llamada.

 

—A las 13:00 estoy ahí —fue lo único que dijo.

 

 —¿Ruby? ¿A dónde vas? ¿En dónde estarás a esa hora? —Keaton tenía el ceño fruncido.




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