¿Has sentido los nerviosismos de tu primer día de clase? Todos los sentimientos juntos sentían que quería correr, que quería gritar y que quería a mi mamá, si búrlense pero quería a mi mami. Sonreí ante ese cometario pero si quería a mi mamá. Eso me hizo recordar el primer día de escuela cuando todas las mamas van a dejar a la puerta a sus hijos y en la hora del recreo a llevarles lonche. Después conforme va transcurriendo el ciclo escolar se olvidan de las pobres creaturas.
Entre a la facultad y llena de muchos estudiantes que van de aquí a allá caminado algunos sonriendo. Otros abrazándose, con que así se siente el ambiente universitario. Algunos me miraban como si trajera escrito en la cara que soy nueva. Después de perderme un poco por la facultad por fin llegué a mi aula. Me senté y la primera clase transcurrió bien y para mi mala fortuna eran Matemáticas Discretas que no parecían ser nada discretas.
Las horas avanzaban lentamente y el día avanzaba demasiado lento parecía que venía en caracol ¿Oh era yo la que realmente estaba ansiosa de sacar mi lindo trasero fuera de la escuela? Tal vez si era yo la que estaba ansiosa por largarme de allí.
-Hola-
Alguien menciono haciéndome sacar de mis pensamientos.
-Hola Jessica verdad-
-Si- respondió con una sonrisa en su rostro.
-Te llamabas Laura verdad-
-Si-
Conversamos un poco y Jessica me pareció muy agradable sin duda me callo súper bien.
La clase se dividió en dos grupos ya que éramos demasiados alumnos para nuestra clase de programación y no cabíamos todos juntos en el aula de cómputo. Me despedid de Jessica con la mano y avance a la siguiente aula que me correspondía.
La maestra no se veía desagradable, sin duda se veía joven y simpática su nombre era Sara. La clase terminó y por fin el día avanzó más rápido hasta llegar a la penúltima clase la cual era Ética. La maestra nos pidió que hiciéramos equipo así que mire cómplice a Jessica a lo que ella me sonrió.
-¿Quieres ser equipo con migo?-
-Si claro, pero quien más el equipo es de 4 integrantes-
-No importa ya después vemos quien falta integrarse a un equipo-
-Okey está bien-
Llegamos a nuestra última clase que sin duda por fin terminó y con ello el día, Salí disparada hacia fuera el aula.
Mientras avanzaba escucho la voz de Jessica que me llama.
-Laura espérame, ¿Qué camión tomaras?-
-No se cualquiera lo que quiero es llegar pronto a mi casa-
Avanzábamos juntas hacia la salida de la facultad escuchamos que alguien nos llama.
-¡Hey!-
Jessica y yo nos giramos para observar quien nos estaba llamando.
En este instante me gire, mi corazón dejo de latir lo vi allí parado tan seguro de sí mismo sus ojos me miraban con curiosidad, sus hermosos y profundos ojos color negro. No podía hablar me quede muda en ese instante sentía un gran nudo en la garganta. Desde ese momento no sabía que mis días estarían por cambiar completamente nunca pude sacar sus hermosos ojos y profundos ojos de mi mente ahora en adelante me atormentarían por las noches.