Alguna vez han creído en el destino o se han preguntado si eso realmente existe. Pues yo si ¿Acaso el destino estaba jugando con migo? ¿Acaso el destino se está burlando de mí? Si allí estaba yo un sábado por la mañana frente al aula de clase de inglés no podía creer esto tendría que ser una broma una de mal gusto busque entre los nombres de la lista hasta que encontré el mío nombres más abajo estaba en letras negritas Sebastián Alejandro Dávila Martínez. No podía ser posible acaso el destino si estaba jugando con migo. No tenía con hacerme sufrir de Lunes a Viernes el hecho de poder verlo, si no que también quería tortúrame el sábado con estar viendo su hermoso rostro y sus perfectos ojos color negro que sentía que me derretía con tan solo verlos. Dispuesta a poner atención a la clase de inglés aunque no fuese una de mis favoritas entre al aula no era diferente a las otras del edificio 15 donde llevaba la mayoría de mis clases prácticamente era igual tenía un gran pintaron blanco a excepción que en esta aula eran 2 pintarrones,bancos, un escritorio con compañía de una silla para que se siente el profesor pero a diferencia de esta aula es que al fondo tenía un gran loquer al fondo del aula. Observe el salón durante unos segundos y proseguí a buscar un asiento. La clase avanzó con calma terminaron las primeras 2 horas aunque no podía evitar el hecho de mirarlo un poco dándolo una que otra mirada discreta. La maestra menciono que podíamos tomar un pequeño receso de 30 min. Por fin un descanso.
Salí a recorrer un poco el campus y en mi recorrido me topé con una cafeteria.Excelente no sabía que había cafetería. Entré y mi estómago rugió a mis fosas nasales llego un olor a comida delisioso.Aspire profundamente un olor riquísimo a hamburguesas mi estómago volvió a replicar como antes.
-Una hamburguesa por favor. Mencione amablemente a la señora que se encontraba frente a la caja registradora.
-Toma. Menciono entregándome la hamburguesa
-Gracias.
-De nada hija que te vaya muy bien.
Salí de la cafetería y busque un lugar tranquilo para sentarme a comer. Me pareció agradable una banca que estaba situada detrás de un rosal un sitio perfecto para leer pensé.
Me senté tranquila y dispuesta a leer cuando escucho una voz, en esos segundos me congelé al escuchar su voz.
-Hola, ¿Laura verdad?
-Sí. Mencione agitando la cabeza
-¿Puedo sentarme con tigo?
En esos segundos no sé cómo supe como contestar y me recorrí de la banca para darle lugar para caber ambos en la banca. No supe que decir que solo le mencione.
-Gustas hamburguesa.
Se quedó sorprendido. ¿Acaso fui una tonta o me vi como una tonta al ofrecerle de mi comida? Siempre me ha gustado mucho ser compartida con las personas y ofrecerles de lo que como o de lo que traigo con migo. Sea lo más mínimo me gusta compartir con los demás.
-Si claro. Dijo dudoso y tomando la hamburguesa
Dio un mordisco a la hamburguesa su rostro se iluminó.
-Está muy rica, ¿Dónde la comprase?
-En la cafetería
-¿Hay cafetería?
-Si
-No sabía eso
-Si quieres te puedo llevar
-No, no te preocupes después me enseñas done esta
-Okey está bien
Termine mi hamburguesa unos cuantos mordiscos más y interrumpió la tensión que comenzaba a palparse en el ambiente.
-¿Fumas?
-No, nunca lo he echo
-¿Enserio?
-Sí, nunca me ha llamado la atención o me ha interesado, se oye mal pero me asquea el olor al cigarro hace que se me revuelva el estomagó
-¿Tomas?
-No nunca he probado una gota de alcohol
-Aaa
-Creo que es hora de regresar a clase
-Vamos. Mencione poniéndome de pie y el imitando mi acción.