Durante todo el examen me siento como si mi mente estuviera nublada.
Al principio, estoy tranquila. Me he estado preparando durante mucho tiempo, así que confío en que podré responder todas las preguntas.
Agarro fuertemente el bolígrafo y empiezo a responder las preguntas. Un bloque de preguntas. Luego el segundo… Y entonces el pánico se apodera de mí. Siento una ansiedad, fuerte y fastidiosa. Es muy difícil volver a concentrarme. Las letras se desvanecen ante mis ojos.
Dejo las hojas a un lado. Miro el reloj. Solo han pasado unos veinte minutos.
Muerdo mis labios nerviosamente.
¿Qué me pasa? ¿Por qué estoy tan preocupada?
Ya basta. No puedo seguir estando distraída. Tengo que responder las preguntas lo más rápido posible. Tomé un buen ritmo. Si sigo así, terminaré en una hora y podré irme.
Pero estoy literalmente temblando.
Mi corazón está desgarrado.
Un mal presentimiento nace en mi interior. Aparece de la nada. Uso toda mi lógica para convencerme a mí misma de que no haya pasado nada malo.
Mis padres primero fueron al banco. Pasaron ahí toda la mañana resolviendo unos problemas y firmando unos documentos.
Y ahora ya deben estar en el Juzgado. Probablemente.
No tengo de que preocuparme. La sesión judicial aún no ha comenzado. Entonces, ¿por qué estoy tan preocupada?
De nuevo miro el reloj.
¡¿Qué?! Parece que he perdido por completo la noción del tiempo. Me he distraído por un par de minutos, pero al final he perdido mucho tiempo.
Miro la hoja. Leo una nueva pregunta y me doy cuenta de que no entiendo nada. No es una pregunta difícil. Seguramente, conozco la respuesta. La sé, pero...
Escribo las respuestas restantes al azar. Solo quiero terminar el trabajo lo más rápido posible.
-¿Tan pronto? –el profesor se queda sorprendido.
-S-sí –asiento con la cabeza.
Y salgo volando fuera del aula.
Saco mi móvil, llamo a mi mamá, pero su teléfono está apagado. Luego llamo a mi papá. Siento una ola de frío en mi interior al escuchar exactamente lo mismo.
"Este número no está disponible temporalmente".
Que extraño. ¿Qué está pasando? Sus teléfonos no podrían haberse apagado al mismo tiempo. ¿O hay un falló de conexión? ¿Quizás se encuentran ahora en el centro comercial? Siempre aparecen los problemas de conexión en la planta baja. Se pierde la cobertura.
Tengo que encontrarlos. Voy a ir al Juzgado. Ahí nos encontraremos.
- Taya, ¿puedo ayudarte? –oigo la voz de Zhdánov que me obliga a darme la vuelta–. ¿Te ha pasado algo?
-Estoy bien –respondo.
Acelero el paso. Corro para alcanzar el autobús que ya se ve a lo lejos, está parado frente de un semáforo.
Llego a la parada a tiempo. Me detengo, trato de recuperar el aliento. Cuando el autobús se acerca, le hago señas con la mano para asegurarme de que se detenga.
Pero el conductor no me hace caso.
¿Cómo puede ser eso? Estoy desesperada. Sí, el autobús estaba lleno, pero podría encontrar un lugar para mí.
Vale, pediré un taxi.
-¿Adónde quieres ir, Taya?
Zhdánov de nuevo aparece a mi lado. Su coche frena en la parada de autobuses. El chico baja del coche.
-Estás tan pálida –frunce el ceño–. ¿Qué te pasa? Maldición, hoy ni siquiera te pareces a ti misma.
Me dice algo más, pero apenas puedo percibir sus palabras. Llamo de nuevo a mi mamá. Luego al papá. Y de nuevo escucho la misma respuesta automática. Siento unos escalofríos en mi interior.
-¿Taya?
Me estremezco porque mi teléfono de repente suena. Un número desconocido aparece en la pantalla. Contesto la llamada.
-Sí –murmuro.
-Taisia Alexándrovna?
-Sí –respondo apenas audible, porque mi voz se quiebra; me aclaro la garganta y agrego–: Sí, soy yo.
Una pausa.
Y luego caigo en la oscuridad. Solo pude oír un par de frases cortas. Una voz masculina suave. Un suspiro. Sigo pensando que es una broma terrible.
Sólo es una broma terrible. Nada más. Un malentendido.
-Hubo un accidente automovilístico hace una hora. En el puente, en el centro de la ciudad. Lo siento mucho, Taisia Alexándrovna, pero sus padres están muertos. Murieron en el acto. No se pudo hacer nada por ellos.
Él hombre dice algo más.
Pero solo puedo entender unos fragmentos de lo que dice.
El coche explotó. El motor tenía algún fallo.
No puedo aceptar toda esta información. No puedo.
-¿Me escucha? Taisia Alexándrovna?