A POR ELLA... OTRA VEZ

DRAKE

Salgo de su habitación hecho una furia. ¿Quién fué el que la hizo huir de mí? Lo voy a descubrir, y cuando lo haga... Me desharé de el. Voy a mi despacho y me encuentro a mi beta allí. Me duele haber dejado a Ámber sola pero si me quedaba le iba ha hacer daño.

-Drake, ya la has cazado ¿no?

-Si, no gracias a ti, no hagas como si no lo supieras. Y en tu puta vida, vuelvas ha hablarme como me hablaste ayer, ¿Entendido?

-Vale, perdón, no debí de insultarte pero, joder Drake, defendí a mí pareja, ¿que harías si yo ahora insultara a Ámber?

-Te descuartizatia-respondo sin dudarlo

-Ahi lo tienes

Vale, igual me equivoqué yo.

-Escucha Rody, necesito tu ayuda. Investiga a fondo a Ámber, quiero todo sobre ella, educación, trabajos, ligues... Todo. Y lo quiero para ayer.- termino con un gruñido.

-Vale, ya veo que estás de mal humor... Lo tendrás lo antes posible.

Lo veo marcharse y me siento en mi silla. Enciendo el ordenador y voy a las cámaras de su cuarto. Se que no esta bien, pero me tengo que asegurar de que no le pase nada.

Abro la primera cámara y... No está. Abro la segunda y desde otro ángulo puedo ver que hay algo colgando desde la ventana. No puede ser... ¿Ahora resulta que le voy a tener que tapiar la ventana? Reconozco que no fue buena idea cerrarle con llave pero no pensé que literalmente se tiraría por la ventana.

Salgo del despacho hecho una furia y me transformo. Corro hacia el pueblo. Cuando llego, escucho un ruido espantoso. Un grito desgarrador. De ella. Me acerco, me transformo otra vez y la cojo en brazos. Tiene la pierna rota. Rujo, hay mucha gente queriendo hacer muchas cosas. La veo mirarme, inspirar mi olor y perder el sentido. Le voy susurrando cosas de camino a la mansión y voy lo más rápido que puedo. Otra vez se escapó y no se transformó... Es que no lo entiendo.

Llego y llamo al médico. Por suerte se curará en un par de horas gracias a que es una loba. ¿Y si no le hubiera pasado nada? ¿Hubiera seguido huyendo de mi? ¿Pero por qué? Creo que esto ya no es por mi culpa. Oculta algo. Algo malo. Le acaricio el pelo y voy a mi despacho.

Me duele dejarla así pero ahora mismo estoy cabreado con ella, y aun no he descubierto quien fue el que la dañó.

El médico llega y la trata, le pone una escayola, me da unos analgésicos para el dolor y se dispone a irse. Le doy las gracias y le pago.

-No se preocupe alfa, en un par de horas se va a levantar, ha sido el shock.

-Gracias, buen viaje.

Se va. Y yo subo a la habitación de Ámber.

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Hola lector@s!!

Perdonad que esté capítulo sea más corto, más tarde lo alargaré, era solo para deciros que está semana voy a estar inactiva, me ha surgido algo, espero volver lo antes posible

Besos!!

Natalya

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DRAKE

Llego a la puerta preguntándome por lo que me voy a encontrar adentro. Medito un par de minutos antes de entrar para tranquilizarme y evitar marcarla nada más entrar por desafiarme, por huir, porque es mía, no importa cuánto tarde en entenderlo. Es mía.

Cuando creo estoy lo bastante calmado para entrar, paso. Abro la puerta con lentitud, esperando que esté dormida por los analgésicos y la pierna enyesada. Y cuando la veo casi me caigo de espaldas. Me cago en la puta. Joder. Hostia. Está puto de pie, caminado por la habitación. Me ve entrar y esos ojos me capturan. Me permito perderme en ellos durante un minutos antes de hablar.

-¡¿Qué cojones haces despierta y de pie?!-intento sonar calmado, aunque creo que no lo exteriorizo muy bien.

-Pues como puedes ver, estar despierta y de pie.- y pone los ojos en blanco. Joder si voz es... Tan solo pensar que hace unas horas la cargaba porque dependía de mi. "Porque no la pudiste proteger" me recuerda una voz en mi interior. Gruñó ante ese pensamiento y noto como se tensa. Mierda cree que es hacia ella.

-No me digas genio.- imitó si gesto y pongo los ojos en blanco-vale, primero me vas a responder a mi primera pregunta y más adelante me responderás por qué huyes de mi lobita.

Noto como tiembla. ¿Por qué? Ni puta idea. Está ocultando algo. Seguro.

-La primera pregunta es sencilla. Me he recuperado. Y la segunda...-la miro, a pesar de que tiene miedo me habla sin temblor en su voz. No puedo evitar sentir orgullo.-pasapalabra.

Me ha dejado igual que antes, sinceramente. Gruño por la frustración y se vuelve a tensar. No ayudo.

-Amber-su nombre suena tan bien.

-Drake-dice igualando mi tono. Y mi nombre lo siento diferente en su boca. Esa boca a la que voy a besar. Porque es mía. Mierda. Ya estoy duro. Es tan jodidamente hermosa, la manera en la que me desafía... Le dejaré claro a lo que juega.

La aprisionó entre mis brazos y la pared. Y la miro a los ojos. Tengo que agachar la cabeza para mirarla a los ojos, eso me hace recordar lo pequeña que es. "Mía" gruñe una voz en mi cabeza y yo sonrío. Porque lo es.

-Escuchame lobita. Que huyas no hace más que aumentar el deseo que tengo de empotrarte contra esta pared hasta que te quedes ronca por gritar mi nombre. Tarde o temprano descubriré lo que ocultas. No se me va a gustar por como lo estás ocultando. Pero ten por seguro esto. Eres mía. Y te juro que como vuelvas a huir, te marcaré, porque no podré evitarlo.

Se queda en silencio. Por fin la he dejado sin palabras. Pero no me iré de aquí sin obtener lo que deseo. Es ella. Me mira fijamente. Esos ojos. No me contengo más.

Estampó mis labios contra los suyos. Escucho un jadeo de sorpresa. Y pasa algo que jamás me habría imaginado. Me lo devuelve. Pasa sus brazos por mi cuello y me acerca más a ella. Abre la boca y le invado con mi lengua, con la posesividad y rabia que he estado teniendo estos días por ella. No se cuánto tiempo pasan nuestras lenguas luchando por someter a la otra, pero finalmente cede. Pongo la mano en su cuello y la atraigo hacia mi. Intensificando el beso. Y puedo sentir como se excita. Suelta un gemido y creo que es mi perdición. Me pone más duro. Tengo que salir e aquí. Es pronto. Ella aún no me conoce. Me separo de ella aunque me duela. Creo que a ella tampoco le agrada. Me giro y le digo: