Me dejé caer en la cama, aún sentía mi corazón acelerado, me hice la loca con don José, menudo lío en el que estaba, ¡un hijo!.
- Lo siento - giré el rostro y miré a Adrián que se dejo caer en la cama junto a mi.
- No es tu culpa - miré el techo - No pensamos en que tu padre deseaba tener nietos tan pronto.
Él suspiró, nos quedamos en silencio, mirando el techo, pero después de un rato le pregunté lo que me inquietaba.
- ¿Por qué no iremos al restaurante? en cinco años no has faltado un solo día - se puso su brazo tapando sus ojos.
- Deseo estar con Nina - fruncí el ceño.
- ¿Paso algo?
Se quedó en silencio un momento.
- Está enferma - asentí, la verdad era una joven muy guapa, pero se veía frágil.
- Espero se mejore pronto.
Adrián no respondió, sólo se puso de pie.
- Iré a darme una ducha, la cena la servirán en un momento - miré su espalda ancha y por su camiseta se veían músculos, él se cuidaba mucho.
Lo vi entrar al cuarto de baño, me gustaba el cuarto, lo recorrí con la mirada, era bastante masculino como su dueño, no me molestaba compartir la cama con Adrián, yo dormía abrazando una almohada, así que ya tenía vista cual seria mi almohada en mi estadía en la casa, sonreí para mi misma.
Sonó mi móvil y miré en la pantalla que era Lena.
- Eloise, ni un solo mensaje, ni una llamada en todo el santo día - pusé los ojos en blanco, Lena se tomaba muy en serio su papel de hermana mayor por unos minutos de diferencia, la escuché hablar porque no me dejaba ni decir pío, cuando calló para tomar aire pude responderle.
- Lo siento, estaba conociendo a su familia, es muy encantadora, por tres días descansaremos, Adrián me ha dicho que podemos ir a casa para conocer a la familia.
- No estoy de acuerdo- frunci el ceño - Primero conquistalo, luego presentalo, no queremos hacernos ilusiones.
- Pero ... - no me dejo terminar.
- Hazlo por mamá Eloise, ella está muy ilusionada con Adrián, me gustaría conocer el restaurante, me pasas por texto la dirección - iba a colgar cuando hablo - Por cierto, ¿sabe que eres trilliza?
- Creo que no, ¿Porqué?
- Por nada, pero pienso que esas cosas son muy íntimas así que mejor no ahondes en el tema.
- ¿Intima? ¿Que pendejada es esa?, ni que fuéramos del servicio secreto para callarlo -escuché a Lena suspirar.
- Eloise si le cuentas tu vida y la de tu familia lo asustaras, creerá que ya te crees su esposa y no queremos asustarlo.
- Bueno ya viéndolo desde ese punto de vista, tienes razón.
- Siempre la tengo Eloise - se despidió, pusé los brazos detrás de mi cabeza, Lena tenía razón.
Cuando la puerta se abrió me quedé babeada viendo a Adrián salir sólo con sus vaqueros, su torso desnudo, como lo imágine ese hombre era puro músculo.
- Eloise - miré su cara molesta, tenía su móvil en sus manos - Debo ir al restaurante se presento un problema - lo miré, él se puso una camiseta, agarró sus llaves e iba a salir, pero se detuvo, se giró hacia mi - ¿Quieres ir conmigo?
Me sentí emocionada, salté de la cama, realmente iba al restaurante y no a verse con Alexa como temi.
Salimos juntos hacia el restaurante, íbamos en silencio, pero no me importaba, Adrián me estaba incluyendo en su vida.
- Pide la cena Eloise, no llegaremos a tiempo a la casa - asentí y me senté, primera vez que sería la cliente en el restaurante.
Se me acercó Mario el jefe de mesero un señor muy amable.
- Querida, bienvenida - me extendió la carta - He escuchado rumores, si son ciertos, felicidades.
- ¿Qué rumores? - frunci el ceño, que rápido volaban los chismes.
- Que eres la Sra. Santos, no ha dejado de venir y llamar ya tu sabes quien buscando al jefe - asentí, no me extrañaba que Alexa llegará a buscar a Adrián. - Hablando de la reina de Roma y ella se asoma - giré mi rostro y vi entrar a la despampanante Alexa, sus ojos fríos recorrieron todo el restaurante, su mirada dura se detuvo en nosotros. Caminó decidida hacia nosotros, tomé mi vaso de agua y procedí a beber, jamás habíamos hablado más de cinco palabras.
- ¿Donde está Adrián? - me miró con altivez.
Me encogí de hombros, su manera de hablar era como si ella era la reina de un castillo y el resto sus lacayos.
- No soy su niñera -sus ojos echaron chispas.
- Esa no es manera de contestarme, no confundas los papeles - hizo un ademán a Mario para que se marchará, él me miró esperando mi respuesta, asentí y él se marchó - No te creas la gran cosa Eloise, no olvides que todo es una farsa y sólo eres un medio para un fin.
Entrecerré los ojos.
- No me creo la gran cosa, soy una persona adulta con los pies bien puestos sobre la tierra - sonreí - Quieres saber de Adrián búscalo tú.
Se me acercó y extendió su mano sujetando mi muñeca.
- No olvides quién es la novia de Adrián y su futura esposa - acercó su rostro hacia mi - Tú jamás me llegaras ni a los talones, mírate eres una mujer poca agraciada por eso yo te eligi a ti.
Me dolieron sus palabras, pero no iba a demostrárselo, iba a responderle cuando Adrián interrumpió, sus ojos se posaron en mi muñeca.
- Suéltala Alexa - ella apretó los labios - Eloise te agradezco que no hiciste un escándalo en el restaurante, eres una dama.
- ¿Qué insinúas Adrián? - Alexa lo miró furiosa - Esta mujer me ha contestado mal.
- Ella tiene su nombre, los problemas que tengamos tú y yo no tienes porque desquitarte con Eloise.
Me miró con molestia Alexa.
- Bien, entonces contestame el teléfono Adrián.