- Hablaremos luego - se acercó a mi - Vamos Eloise.
- Detente Adrián, tenemos que hablar - se puso enfrente de Adrián impidiendo que pasaramos - Todo ha sido un mal entendido.
- Dejanos pasar, te agradecería que no sigas llamando la atención en el restaurante.
- Si no fuera por mi idea este lugar ya lo hubiera vendido el tacaño de tu padre - Adrián apretó fuerte la mandíbula - Hablemos.
Desvíe la mirada.
- Esta bien hablaremos mañana aquí en el restaurante por la noche - ella me miró molesta.
- ¿Por qué aquí?, ven a mi apartamento.
El negó.
- Si quieres hablar conmigo será aquí.
Alexa se paso la mano por su cabello.
- Esta bien Adrián, sólo por esta vez será como tu digas - se acercó a él, extendió su mano para tocar su rostro, pero Adrián se apartó molesto.
- Todo el personal sabe que Eloise es mi esposa y sabes que papá tiene al otro chef aquí, no quiero malos entendidos.
- Una vez este restaurante sea tuyo, espero me des mi lugar aquí como tú esposa.
- Hablamos mañana - Adrián puso su mano en mi espalda y me guió a la salida, levanté la cabeza y salí del restaurante.
- Lamento esto Eloise - no respondi,quería saber que había pasado para que Adrián le pusiera límites a Alexa, iba a hablar con ella en el restaurante donde ella no pudiera saltarle encima aunque Alexa era capaz de todo - ¿Estás bien Eloise?
- Lo estoy, no te preocupes - me mordí el labio, mi encuentro con Alexa no fue nada agradable, mire mi ropa, no me vestía con mi numero de talla, era dos tallas más grande, zapatos cómodos y por primera vez me pregunté como me veia Adrián.
- Lamento que no pudimos cenar - lo miré de reojo, el encuentro con Alexa me había quitado el apetito.
- No te preocupes Adrián, no tengo hambre.
Me ayudo a subir al auto, esta vez cerré los ojos, quería olvidar por un momento que todo era una farsa, que no existía Alexa en la vida se Adrián y solo era yo.
Sentí que me movieron, abrí los ojos y me encontré con los verde esmeralda que tanto amaba.
- Ya llegamos - bajo para rodear el auto y ayudarme a bajar - Iré a la cocina, te prepararé un emparedado y un vaso de leche, no dejaré que te duermas con el estómago vacío - asentí, subí al cuarto a darme una ducha, cuando me despoje de mi ropa, los lentes y solte mi cabello me miré en el espejo, no tenía nada que envidiarle a nadie, mis hermanas eran preciosas y yo también solo que yo deseaba que me amarán por como era yo.
¿Porqué ese pensamiento? muy simple, en la universidad me enamore y creí que era correspondida, pero de la persona que estaba enamorada solo veía mi exterior, para él sólo era una cara bonita a quien mostrar a sus amigos, me dolió descubrir que para él solo era eso, así que decidí cambiar, esperaba no estar equivocada.
Me metí a la ducha y dejé que el agua borrará todo malestar en mi, sentí que tocaron la puerta del cuarto de baño.
- Eloise, no te dilates, para que puedas cenar.
- Ya salgo - me sequé vigorosamente, me puse mi pijama ancha y cómoda.
Al salir del cuarto de baño, en un rincón Adrián había puesto la bandeja, suspiré realmente no tenia hambre, pero no iba a despreciar su comida, en el fondo me dolía que él se encontraría con Alexa y podían arreglar sus diferencias.
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Al día siguiente desperté bien abrazada a Adrián, lo dije ya tenia mi almohada, él dormía, mis ojos lo recorrieron, para mi era un hombre guapo, me aparté de él, ya sabia lo que haría este día para no pensar en que está noche él estaría con Alexa, pasaría el día con mi madre y mis hermanas, con ellas olvidaría mi malestar.
- ¿Vas a salir? - Adrián frunció el ceño.
- Si, iré a casa de mamá, de hecho me quedaré a dormir en la casa de mamá.
- ¿Por qué? Puedo acompañarte un rato en casa de tu madre.
Negué enérgicamente, me dolería más verlo irse de casa de mamá para encontrarse con Alexa.
- Pasa el día con Nina y don José - escuché el claxón del taxi - Ya vino el taxi - tomé mi cartera y me apresuré a salir.
- ¿Ni siquiera puedo llevarte?
No respondí sólo salí de la casa.
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Adrián
- Señor - levanté la mirada y me encontré con Mario, estaba en la oficina del restaurante, tenía un vaso de whisky en mis manos - La señora Alexa ya llegó y lo espera en la mesa.
- Sirvele algo - Mario me miró con curiosidad, apure mi bebida y me puse de pie, esperé que Mario saliera de la oficina, miré el móvil, Eloise no había repondido mis mensajes, sabía que algo le pasaba, marque su número y salto la contestadora, para variar lo tenia apagado.
Salí de la oficina y me dirigí a la mesa donde estaba Alexa, estaba de espalda a los demás clientes, por su comportamiento de anoche le pedí a Mario que la sentara en ese puesto, yo podía ver quien entraba y quien salía, la gente no estaba muy conforme con el nuevo chef.
- Vaya hasta que apareces - me senté y miré a Alexa - Te he esperado por cinco minutos.
Enarque una ceja, ella me hacía esperar mas tiempo y no le reclamaba, cinco minutos que me esperó y estaba que caminaba por las paredes.
- ¿Qué nos está pasando Adrián? - frunci el ceño - Te dije que era mi primo con quien me viste y has hecho un escándalo.
Iba a responder, pero por el rabillo del ojo vi entrar a una pareja, me giré y me sorprendí al ver a la mujer...Eloise.
Eloise totalmente diferente, llevaba un vestido negro sencillo, pero elegante pegado a su precioso cuerpo, los tacones altos le estilizaban más sus torneadas piernas... y el tipo no apartaba su mano de su estrecha cintura.
Pasaron a la par de la mesa y ella no se molestó en mirarme, iban al reservado, me sentí entre la espada y la pared, no podía reclamar porque ella no era nada mio...pero sentía que la sangre me hervia de rabia al verla tan bella... para otro hombre.