Seré tu cómplice [saga Arévalo #5]

Capítulo 11

Especial Elena.

- Ay mi madre - sujeté a Lena del brazo y corrí hacia su cuarto.

- ¿Elena que pasa? Ahora te tocaba a ti con las fotos y luego las tres con mamá.

- No podemos salir, Adrián está aqui - vi a Lena abrir los ojos sorprendida.

- No puede ser - Lena comenzó a caminar por todo el cuarto - Creo la semilla que planté en él ya tiene hasta árbol, vino hasta acá buscando a Eloise, tú me has dicho que ella lo ha visto extraño, ¿serán celos?

- Creo que si Lena, no podemos salir, Eloise nos mata si sabe lo que hemos hecho.

La puerta se abrió y entró Sèbastien.

- Se está comiendo a tu hermana a besos - levantó ambas cejas de arriba hacia abajo - Eso significa que ya no tenemos que fingir y ese Adrián no te comerá con la vista.

- Ni hablar Sébastien esto no se ha terminado - mi hermana se cruzó de brazos - Está celoso, pero aún no enamorado.

La puerta se abrió y entró Max con una gran sonrisa.

- Parece que no seguiremos con el plan no sé si yo aguantaré como Sèbastien que ese tal Adrián devoré con la mirada a Elena.

- Ni hablar Max, esto no ha acabado - ambas nos cruzamos de brazos y los vimos fruncir el ceño - Sientense porque no saldremos hasta que se marché Adrián.

Eloise

Me sentía impactada por el beso que me dio Adrián, jamás me habían besado así, él me miraba esperando una reacción de parte mía, pero no sabia que hacer, había pasado lo que temía, me vio sin mi ropa ancha, sin las gafas y se abalanzó para besarme.

- Eloise - se me acercó pero retrocedi - Yo...- se paso la mano por el pelo - Sería mentiroso si te dijera que no me gustó besarte.

- Adrián - suspiré - Esto no debió pasar, tú eres un hombre comprometido con otra mujer.

El me miró.

- Lo sé, pero no pude evitarlo.

Sonreí con ironía,  solo le bastó verme diferente para interesarse.

- Bien iré a cambiarme - me giré.

- ¿Porqué? - no lo volteé a ver seguí dándole la espalda.

- Aimple, solo me vestí así para unas fotos con mamá, está no soy yo - seguí mi camino hacia la casa.

- Te espero aquí Eloise para llevarte a casa.

- Esta bien - apresuré el paso y entré en la casa.

- ¿Estás bien? - casi choque con Damien, él me sujetó por los hombros, sus ojos grises recorrieron mi rostro.

- Lo estoy - él cerró los ojos y asintió, se separó.

- Ne hubiese gustado que fueras menos sofisticada Eloise - fruncí el ceño, no entendía sus palabras, seguí subiendo las escaleras, era extraño no ver a mis hermanas.

Cuando entré al cuarto de Lena, las vi sentadas en la cama con los trillizos, levantaron el rostro y me vieron.

- ¿Pasa algo Eloise? - Elena se puso de pie y se me acercó.

- Adrián me besó - no me importó que estuvieran mis cuñados presente.

- Eso es maravilloso - palmeo las manos Lena.

Negué con la cabeza.

- Me besó porque me vio así como estoy vestida - Lena me lanzó esa mirada con la que regañaba al pobre Marco en silencio.

- Cómo dice la abuela Magdalena y tú misma eres una pendeja - miré sorprendida a Elena, había esperado la oportunidad para vengarse.

- ¿Según tú porque lo soy?

- Adrián vino hasta acá buscandote sin saber que te encontraría así como estás vestida y mira - me tendió el móvil que había dejado en el cuarto de Lena.

- ¿Leistes mis mensajes?

- Siempre lo he hecho de que te asustas - suspiré Elena tenía razón.

Miré y me di cuenta que tenía como quince mensajes de Adrián preguntando la dirección donde estaba para venir por mi.

- Ahora vete Eloise - Lena estaba en la ventana - El pobre hará un hueco frente a nuestro lago de tanto ir y venir.

- Debo cambiarme - ellas se miraron y luego se encogieron de hombros.

- Déjate el cabello suelto y el maquillaje, temo por mi jardín - entrecerré los ojos y miré a Lena que no le importó mi mirada.

- Esta bien - corrí al cuarto de baño, busqué mi ropa por todas partes pero no estaba - Lena ¿donde está mi ropa?

- Lo siento la señora entró para lavar la ropa sucia y se ha llevado la tuya - me tendió unos pantalones que si eran de mi talla - Ponte esto.

Me vestí molesta, el pantalón me quedaba bien era sencillo, igual la blusa, me puse mis gafas y salí del baño.

Todos me miraron, pero por la mirada asesina que les lance prefirieron callar, bajé las escaleras y miré a Damien con una expresión indecifrable.

- Me gustas más así Eloise, sencilla, pareces alcanzable para cualquier mortal - se me acercó y puso su mano en mi mejilla - Las mujeres sofisticadas por lo general solo piensan en si mismas y las evitó, me gustan como se te ven las gafas, toda una intelectual.

Me perdí en su mirada gris y en sus palabras era el primer hombre que me decía que le gustaban mis gafas, me pasé la lengua por los labios, sus ojos siguieron el movimiento de mi lengua.

- Debo irme Damien - él se inclinó y depósito un beso en mi mejilla.

- Espero verte de nuevo Eloise - dicho eso se aparto y se perdió en las escaleras.

Cuando salí, me di cuenta que Lena tenía razón Adrián parecía un león enjaulado caminando de aquí para allá frente a su auto, se detuvo y me miró largamente mientras avanzaba hacia él.

- Te has tardado Eloise - levanté una ceja - ¿Además de tus hermanas y tu madre hay alguien más en la casa?

- Sus esposos - no esperé que abriera la puerta del auto, subí en él.

- ¿Algún soltero? - lo miré a los ojos, no arrancaba el auto esperando mi respuesta.

- Si, de hecho está Damien Arévalo que está soltero y sin compromiso.

 




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