Seré tu cómplice [saga Arévalo #5]

Capítulo 16

- Eloise, tu esposo te llama - me indica Mario.

- ¿Pasa algo? - el señor José está aquí con la señorita Nina, quítate el delantal que comerás con los señores.

Asentí, una vez arreglada me dirigí al salón, Don José precedía la mesa, Nina lucia radiante, ella no necesitaba maquillaje, era preciosa, esperaba pronto decidiera operarse para que viviera su vida normal.

- Querida, hoy nuestra querida Nina se ha sentido bien, así que decidimos visitarlos.

Me acerque y besé en la mejilla a Nina.

- Hola hermosa - ella me sonrió.

- Hola mi linda cuñada, hoy decidimos almorzar aquí- Adrián aparto mi silla y me ayudó a sentarme, Don José desde hace dos días exactos no apartaba una sonrisa de satisfacción de su rostro, nos veía y su sonrisa era mas amplia.

- Eloise - Mario se me acerco y me susurró al oido - El mismo joven que vino hace unos dias, dice que necesita hablar contigo.

Me mordi el labio, Adrián estaba distraído hablando con Don Jose del restaurante, Nina revisando su móvil.

-¿Dónde está?- susurré.

- En la terraza -  me levanté excusandome que ya regresaría.

Caminé hacia la terraza, Damien estaba de espalda viendo la playa.

- Hola - Damien se giró, su sonrisa torcida estaba ahí de nuevo.

- Hola Eloise - se acerco, sus ojos grises me miraron profundamente - Lamento haberme ido molesto la otra vez ‐ se paso la mano por el pelo - No dejé que me explicarás.

- Damien...- él se me acercó, inclinó su rostro y sus ojos quedaron a la altura de los mios.

- ¿Eloise? - Damien levantó su rostro y quedó viendo a Nina.

Me giré y ella tenia las mejillas sonrojadas, parecía un angel, frágil, etérea.

Ambos se miraron por un segundo.

-  Dime Nina

- Te fuiste de la mesa, me preocupe - me acerque a Nina, de reojo mire a Damien que no había pronunciado palabra desde que llego Nina.

- Mi amigo vino a visitarme, te presento a Damien Arévalo - él me miro y avanzo sin dejar de mirar a Nina - Damien ella es Nina Santos.

El extendio su mano y cuando las estrecharon, rápidamente Damien la aparto.

- Mucho gusto - me miro - Debo irme Eloise

Se detuvo junti a  Nina, poso sus ojos en ella y sin decir palabra se marcho.

- ¿Quién es?- las mejillas de Nina estaban teñidas de rubor, sonreí.

- Es familiar de mis cuñados - ella se mordió el labio.

-¿Comprometido?

- Hasta donde se Nina es soltero.

Empece a caminar con Nina hacia nuestra mesa, ella tenia un semblante de ensoñación, me pregunte si alguna vez Nina se había enamorado.

- ¿Dónde estaban?- Adrián esperaba mi respuesta a su pregunta.

- En la terraza con el amigo de Eloise --Nina se sentó emocionada, reacción que no paso desapercibida por Don José.

Adrián fruncio el ceño.

- ¿Qué amigo?- mi esposo fingido apretó la mandíbula y cada detalle y reacción era analizada por Don José que no perdía detalle.

- Hermano pues, Damien Arevalo, familiar de los cuñados de Eloise.

Al escuchar el nombre Adrián apretó los puños y fijo su mirada en mi.

-¿Cuñados?

- Si Adrián, mis dos hermanas están casadas con dos Arévalo y mi madre se casara pronto con Don Víctor Arévalo.

- Interesante - murmuró Don Jose - Parece que las mujeres de tu familia tienen debilidad por los Arévalos.

- Creo que es por que son hombres de honor, confiables, Don Víctor y sus hermanos, ahora sus hijos tienen un código de honor  y lo viven.

Don José miro a Nina quien había bajado el rostro a causa de la debilidad de mi familia por los Arévalos.

- Me alegra saber que eres una mujer casada Eloise por que de lo contrario estaría afligido porque tu soltera y el joven Demien esta soltero.

Adrián no me miraba tenia la mirada fija en sus puños.

- Espero con ansias el fin de semana Eloise, espero no te moleste pero Nina me ayudó a elegir un vestido para la ocasión, ustedes se mantienen ocupados por eso mi atrevimiento —Don José sonrió.

-No se preocupe Don José, no me molesta.

Sus ojos miraron por un rato a Nina.

Toda la comida la hicimos en una charla amena, aunque Adrián no se dirigía a mi directamente, sabia estaba molesto por la visita de Damien.

Pero él desconocía que en la terraza paso algo por lo menos en su hermana, quien suspiraba y suspiraba, me daba cuenta que Damien era otra cosa,no expresaba sus emociones.





 




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