Abrí los ojos al sentir un beso en mis labios, Adrián se sorprendió al verme despierta.
- Lo siento - se paso la lengua por los labios - No quería despertarte, era mi beso de buenas noches.
Lo miré a los ojos.
- Entonces que sea un buen beso Adrián - sus ojos se cerraron cuando unio su boca con la mía, lo atraje más hacia mi, solte un jadeo cuando Adrián se acomodo junto a mi pegando su cuerpo al mio.
Estaba claramente duro y sentí que mi cuerpo se encendió al saber que yo provocaba eso en él.
Sus manos recorrieron todo mi cuerpo, deseaba que me arrancará la pijama para sentir mi piel con la de él.
Metió sus manos debajo de mi camiseta, subio sus dedos cerca de mis senos, los sentía inflamados por el deseo que habia despertado en mi cuerpo, cuando sus dedos tocaron mis pesones me sentí morir, Adrián se separó y sus ojos estaba oscuros por el deseo, jadeaba.
- No quiero lastimarte - me pase la lengua por los labios hinchados, no imaginaba que Adrián sabía que era virgen, que él sería el primero.
- Ve despacio - extendi mis manos y empecé a desabrochar los botones de su camisa, solte un suspiro al ver su pecho desnudo, me acerque y deposite un beso en su pecho,lo sentí temblar.
Me despojo de la camisa y sus ojos se posaron en mis senos, sentí vergüenza, iba a taparlos pero no me dejó.
- Eres preciosa - descendio y paso su lengua por un pezón, sentí un estremecimiento que me llegó hasta el dedo pequeño del pie.
Con cuidado bajo mi pantalón de la pijama, solo me quedé en mis bragas de algodón negras, deseaba haberme puesto algo sexy para este momento.
Su boca descendió hasta mi vientre y lo besó con mucha ternura, moría por sentirlo.
- Quítate la ropa Adrián - se separó y se despojo de sus pantalones y sus calzoncillos, abrí los ojos sorprendida al ver cuán grande era.
El sonrió y me besó en los labios, tenía miedo, deseo, cuando me despojo de mis bragas y su boca probo mi sexo, mi cuerpo se volvió en fuego líquido.
Ardía de deseo por él, cerré los ojos cuando el se posicionó en mi entrada.
- Abre los ojos Eloise - los abrí y me mordí los labios, cuando Adrián empezó a entrar lentamente en mi cuerpo, me sentía extraña, el frunció el ceño y se detuvo un momento, temía que no siguiera.
- No te detengas Adrián - continuó entrando y empecé a sentir dolor, el salió de mi cuerpo y volvió a entrar pero su empujón me hizo gritar, Adrián acababa de romper la barrera, se quedó inmóvil, su rostro estaba sorprendido, atónito, incrédulo no se como describirlo, mi cuerpo se estaba acostumbrado al de él.
El se movió para retirarse pero lo abracé con mis piernas y me moví, el cerro los ojos y soltó un jadeó de placer, cuando deje de moverme Adrián se empezó a mover él.
Mi cuerpo volvió a sentir que se estaba convirtiendo en fuego líquido, todo mi cuerpo sentía placer, no lo podía negar Adrián sabía cómo darle placer a una mujer.