Me encataria decir que mi mañana habia comenzado como cualquiero otra, oero el dia de ayer al intentar volver a mi casa, mi hermoso pero antiguo auto se nego a funcionar, por lo cual tuve que caminar media hora para llegar a mi casa, nmas bien tuveque correr, New York no es la cuidad mas segura del mundo y a mi jefe no le importaria si me pasa algo, mas bien se enojaria porque no estoy en mi oficina antes de que las puertas de su ascensor se abran.
- ¿Señorita, la llevo? Hemos agendado una reunion con el Señor Klein- Mire con el ceño fruncido hacia el auto, aquel hombre me habia sacado de mi transe y mi sufrimiento de seguir caminando veinte minutos; pude notar que uno de los socios de mi jefe me miraba con el ceño fruncido, sin pensarlo me subi a su auto, agradeciendo no tener que caminar ni un minutos mas, porque pagar un taxi no es una opcion, por dos motivos, el dinero y la congestion de vehiculos, claramente aquel hombre que iba conduciendo a mi lado no tomo las calles principales.
-Digame, Señorita ¿Cual es su nombre? Perdon- Dijo inmediatamenre- El Señor Klein no es muy expresivo sobre sus relaciones laborales o personales, debido a ello creo que nunca he escuchado su nombreperdón por no saberlo pero siempre la veo en las reuniones y el señor Klein nunca dice su nombre- No pude evitar ignorar su mirada por unos segundos hasta voltearme y quedar frente a frente.
-No necesita entregar tantas informacion, me llamo Julie Ramirez, si mal no recuerdo usted es el señor Theodoro Karlsen- El asintió orgulloso y comenzo a charlar sobre la natiuraleza y lo mucho que odia New York, que prefiere los lugares mas tranquilos para vivir o trabajar, que espera poder abrir una oficina fuera de la cuidad, para tener una vida mas tranquila, me pareció un hombre bastante simpático para ser un gran empresario, no se parece en nada a Jared, un arrogante sin educacion .
No puedo negar que fue demasiado extraño entrar al edificio con el Señor Karlsen y no porque el me incomodara, al contrario estar a su lado fue muy natural, pero todo eso cambio cuando todas las personas del efidicio Klein posaron su mirada en nosotros. A pesar de que llevo mas de un año trabajando para el señor Klein, no hablo con nadie de la oficina, mas bien con nadie del edificio y todo eso se debe a que trabajo con Jared, nadie quiere ser mi amiga, porque dicen que delatare a los empleados con el Jefe, que idiotes, supieran que su famoso Jefe no me dirige la palabra.
Ya se acerca la hora de almuerzo cuadno el señor Karlsen aparecio en la puerta de la oficina con dos cafes en su mano y una gran sonrisa.
- Le traje un cafe, le puede informar al señor Klein que he llegado a la reunion- Tome el cafe rapidamente para luego marcar al numero del Jared he informar que esta todo listo para la reunion.
Regreso a la empresa luego de una excelente pero solitario almuerzo, comienzo con la organizacion de la agenda del Señor Klein cuando recibo su llamada para asistir a su pficina, como siempre y al igual que en las peliculas tomo mi agenda para anotar todo lo que el vaya escupiendo, me gustaria ser como esas super mujeres de las peliculas que no necesitan la libreta, pero no pienso cometer ese error dos veces y olvidar la todo lo que a mi querido jefe se le ocurra decir.
-Señorita Ramirez, usted ha sido una de las secretarias que mas tiempo ha estado conmigo y ha sido una de las mejores, pero no puedo soportar que mi secretaria se este involucrado sentimentalmente con mis socios- yo guarde silencio mientras intentaba procesar todo lo que dijo, por suerte me encontraba sentada en uno de sus incomodos sillones frente a su escritorio ¿Con sus socios? Claramente los rumores ya habian llegado hasta sus oidos.
-No me estoy involucrando con sus socios, si el señor Karlsen me ha traído en la mañana fue porque mi auto no ha partido ayer en la noche por lo cual he dejado aquí.- espera...¿Yo dando explicaciones sobre mi vida privada? ¿Estará celoso? lo dudo, se ha la perfeccion de que el intenta mantener una imagen perfecta, que es una clara mentira sobre su vida.
-Se que su auto esta en mal estado, lo he visto en la noche antes de irme a casa y lo he vuelto a ver esta mañana, le he dicho a un amigo que lo arregle,tardara unos dias, y ya que necesito que llegue temprano y que no existan ese tipo de rumores en mi empresa, la ire a buscar cada dia y la dejare cada dia en su casa- Lo mire con el ceño fruncido y se a la perfeccion que no me puedo negar, no quiero volver caminar hasta mi casa en tacones- Tendrá que estar lista a las seis y media am y luego a las ocho pm a mas tardar.
-Esta bien, lo esperare lista, necesita algo mas...
Son exactamente las ocho de la noche cuando el Señor Klein sale de su oficina con su maletín en mano, al ver que no me levanto, frunce el ceño y toma los documentos que estan sobre mi escritorio.
-Señorita Ramirez, ya es tarde- Por un instante pense que su mirada y su voz era demasiado delicadas, pero que estupides decir eso, estoy segura que desde que le rompieron el corazon, aquel hombre no conoce la ternura.
-Se que es tarde, pero prefiero terminar todo esto hoy, si no, mañana tendre mucho mas trabajo- Jared rodeo los ojos y cosa de segundos tomo mi cartera entre sus manos y luego tiro de mi muñeca fuera de la oficina- Señor, puedo tomar un taxi mas tarde, vaya a su casa, descanse.
-No dejare que te vayas sola, te dejare en tu departamento, descansa- Ahora yo rodee los ojos y nos subimos al ascensor para llegar a su auto, no entiendo porque la vida me hace los dias tan dificiles, ya tengo suficiente con tener vida personal, soportar a mi jefe o mas bien tolerar que el me ignore a la perfeccion, como para ahora tener que compartir un viaje hasta mi casa y no solo eso, tendre que hacerlo hasta que mi auto este en perfecto estado, por otro lado prefiero caminar media hora antes que tener que pagar un taxi y ahora debo pagar el arreglo millonario que le hicieron a mi auto, que estres, como necesito que llegue el fin de semana, comer helado y ver una pelicula o intentar verla, porque siempre me quedo dormida.
Editado: 08.03.2024