Hoy mi vida comenzaba, pronto tomaría un vuelo a Madrid, estaba decidida de dejarlo todo, estaba cansada y ya no quería seguir luchando. Me dolía dejar a mi familia, a mis hermanas, mi corazón, o eso pensé antes de conocerlo a él.
Ya era medio día cuando mis padres me acompañaron hasta el aeropuerto.
—¿Estas segura de esto, Olivia? Sabes que aquí también tienes muchas oportunidades. —dijo mi madre nerviosa.
—Si mamá, sé que será difícil, pero en verdad quiero esto. No se preocupen por mí, porque estaré en un mejor lugar.
En el fondo no sabia que estaba haciendo, lo primero que hice después de enterarme de que Jean me había engañado, fue hablar con mi tía si me dejaba vivir con ella en Madrid, ya que ella me dijo que podía estudiar aquí.
Marque su número y llame, aquí eran las 3 de la mañana mientras que allá ya había amanecido.
—¿Hola Liv, no deberías estar durmiendo? —Su voz sonaba preocupada.
—Hola tía, la verdad es que no podía dormir, y quería preguntarte si podía irme a vivir contigo, llevo pensándolo hace mucho tiempo y ya tomé una decisión. —mi voz estaba temblando, temí que preguntara porque tan de repente cambié de idea.
—Liv, estas segura? Hace un mes me dijiste que no querías venir ya que no querías separarte de Jean, y que no querías tener una relación a distancia.
En el fondo tenía razón, hace un mes le dije que no quería irme porque no podía dejar a Jean, él fue el chico que lleno vacíos en mí, él fue quien me protegió hasta desde lo más mínimo, casi siempre discutíamos, ¿pero eso no es lo que pasa en las relaciones de pareja? Siempre y cuando se arreglen las cosas todo estará bien.
—Si tía, estoy segura, aparte ya no hay nada que me impida ir.
Lo único que me amarraba aquí era el, Jean. Los 3 años que pasamos juntos fueron los más difíciles para mí, él había creado en mí inseguridades que yo no conocía.
Lo conocí cuando tenia 15 años, nunca llamo mi atención hasta que una vez me defendió de un grupo de chicas que se burlaban de mí. Nunca me sentí mal por lo que me decían esas chicas, pero a veces dudaba de mí misma.
Me enamoré de Jean a primera vista, nunca supe que fue lo que me atrapó de él. En la escuela, las personas pensaban que estaba con el por su físico, aunque yo nunca me he fijado en el físico. No pensé estar con Jean porque venia de una relación donde me decía que no era lo suficientemente bonita.
Obviamente mi físico cambio bastante al pasar los años, adelgacé bastante que hasta mi familia se sorprendió, pero nunca lo tomaron como algo malo.
Jean conquisto mi corazón con detalles y regalos, cosa que a mi no me gustaba mucho, pero era la primera vez que alguien me daba detalles.
La primera vez que me invito a salir, fue a mi casa a recogerme, mi padre estaba en la sala esperando a que yo bajara, mientras que el interrogaba a Jean, mi madre fue amable con
Hoy mi vida comenzaba, pronto tomaría un vuelo a Madrid, estaba decidida de dejarlo todo, estaba cansada y ya no quería seguir luchando. Me dolía dejar a mi familia, a mis hermanas, mi corazón, o eso pensé antes de conocerlo a él.
Ya era medio día cuando mis padres me acompañaron hasta el aeropuerto.
—¿Estas segura de esto, Olivia? Sabes que aquí también tienes muchas oportunidades. —dijo mi madre nerviosa.
—Si mamá, sé que será difícil, pero en verdad quiero esto. No se preocupen por mí, porque estaré en un mejor lugar.
En el fondo no sabia que estaba haciendo, lo primero que hice después de enterarme de que Jean me había engañado, fue hablar con mi tía si me dejaba vivir con ella en Madrid, ya que ella me dijo que podía estudiar aquí.
Marque su número y llame, aquí eran las 3 de la mañana mientras que allá ya había amanecido.
—¿Hola Liv, no deberías estar durmiendo? —Su voz sonaba preocupada.
—Hola tía, la verdad es que no podía dormir, y quería preguntarte si podía irme a vivir contigo, llevo pensándolo hace mucho tiempo y ya tomé una decisión. —mi voz estaba temblando, temí que preguntara porque tan de repente cambié de idea.
—Liv, estas segura? Hace un mes me dijiste que no querías venir ya que no querías separarte de Jean, y que no querías tener una relación a distancia.
En el fondo tenía razón, hace un mes le dije que no quería irme porque no podía dejar a Jean, él fue el chico que lleno vacíos en mí, él fue quien me protegió hasta desde lo más mínimo, casi siempre discutíamos, ¿pero eso no es lo que pasa en las relaciones de pareja? Siempre y cuando se arreglen las cosas todo estará bien.
—Si tía, estoy segura, aparte ya no hay nada que me impida ir.
Lo único que me amarraba aquí era el, Jean. Los 3 años que pasamos juntos fueron los más difíciles para mí, él había creado en mí inseguridades que yo no conocía.
Lo conocí cuando tenia 15 años, nunca llamo mi atención hasta que una vez me defendió de un grupo de chicas que se burlaban de mí. Nunca me sentí mal por lo que me decían esas chicas, pero a veces dudaba de mí misma.