Seremos Estrellas

★ CAPÍTULO 2 ★

OLIVIA

Mientras estaba en el avión, empecé a extrañar a mi familia, pero sabia que esto era lo que siempre quise, por eso mis padres y mis hermanas, siempre me apoyaron.

Mi familia siempre ha sido lo más importante en mi vida. Mis hermanas y a mí, nunca nos faltó amor de mis padres. Me encantaba siempre escuchar la historia de amor de mis padres. Mi padre decía que fue mi madre quien lo atrapo, ellos se conocieron en la universidad. Ella estudiaba para ser maestra y él quería ser ingeniero. Aunque mi padre no puedo terminar la carrera por falta de dinero, mi madre siempre lo apoyo, por eso el valoro todo eso. Dice que su primera cita fue en una librería, mi madre también amaba leer como yo. El le encantaba cuando mi madre le hablaba de un libro y el contar de estar a su lado, nunca se canso de escucharla. Mi madre era muy guapa en esos tiempos, y cuando alguien quería coquetearle siempre le regalaban pulseras, collares, hasta anillos, cosa que a ella no le gustaba. Mi padre le regalo un libro de una saga, cuando mi madre lo leyó, le encanto el libro y mi padre fue y le regalo la saga completa. Mi madre de enamoro completamente de él. Y bueno, años después se comprometieron y se casaron.

Mis hermanas Emma y Dani siempre hemos sido muy unidas, Emma tiene 22 años y Dani tiene 14, yo soy la del medio. Emma estudia psicología, mi tía Meg la aconsejo sobre la carrera y ella estaba decidida de estudiar eso. Dani sigue en la escuela, suele ser muy distraída y olvidadiza, ella ama dibujar, aunque no le gusta que se lo digan.

 

Llegue a Madrid, veo que es verano aquí, de donde vergo todavía era invierno. Veo a mi tía de lejos, me recibe con un abrazo muy cálido, me encantaban estos abrazos cálidos, o tal vez era por el calor que hacía aquí.

—¡Liv! Oh mi pequeña, no sabes lo mucho que te he echado de menos, la última vez que te vi tenías 12 años ahora ya eres toda una joven adulta.

—Yo también te he echado de menos tía Meg.

La tía Meg vino a Madrid a mí misma edad, solo que a ella le dieron una beca para estudiar aquí por un tiempo, pero termino encontrando el amor, un amor que me hubiera gustado tener.

—Bueno mi pequeña, así que quieres estudiar literatura ¿cierto?

Como dije, me encanta leer, desde niña mi madre me prestaba sus libros y todavía guarda esa saga que papá le regalo, que cuando yo lo leí también me encanto.

—Sí tía, aunque tengo miedo que no sea lo que yo quiero, tengo miedo de arrepentirme, o que pasa si no sale como yo quiero, tal vez es muy difícil, y mis padres de decepcionaran de mí.

En verdad trataba de hacer sentir a mis padres orgullosos, no quería que pensaran que solamente me fui porque termine con Jean, por un momento no pensé venir a Madrid ya que no quería estar lejos de él, pero creo que fue una buena decisión venir aquí.

Ya era de noche cuando llegamos a casa, era una casa muy grande y solo para ella y su esposo. En la sala estaba mi tío Cris, la verdad es que yo no me acordaba mucho de él, pero lo único que recuerdo de niña es que él era muy gracioso y muy amable, tenía un corazón muy noble, mi tía era quien tenía más carácter, pero congeniaron muy bien. Ellos todavía no tienen hijos ya que siempre trabajan.

—¡Pequeña Liv cuanto has crecido! Desde que le dijiste a tu tía que vendrías a Madrid, no ha podido dormir de la emoción.

Yo tampoco he podido dormir, pero era más por el miedo.

—Por favor dejen de llamarme pequeña, que ya tengo 18 años. —dije mientras se me escapaba una pequeña risa.

—Ay por favor Olivia, aunque tengas 18 siempre serás mi pequeña, aparte eres bajita así que no te queda otra. —dijo mi tía riéndose.

Fui hacia mi nueva habitación, las paredes eran de color blanco, había una cama grande, un tocador con un espejo amplio y una mesita de noche al lado de la cama, en ella lo único que había era una lampara, una de esas lámparas que alumbran el techo. Cuando me tire hacia la cama, prendí esa lampara y vi como las estrellas iluminaban mi techo, y me gustaría ser una de ellas.

Les prometí a mis padres que apenas llegaba les haría una videollamada, así que prendí mi laptop y los llame.

—Olivia hija, llegaste bien? ¿Tu tía te recibió? Dime que no se le hizo tarde, ella es muy olvidadiza. —dijo muy nerviosa.

—Hey mamá, he llegado bien, mi tía fue puntual no te preocupes, mi tío me dijo que no durmió de la emoción.

—Ja, Ja, No te creo, Meg no es así, creo que con Cris ha cambiado bastante.

—Mejor dicho, ha mejorado, mamá.

Papá apareció en la pantalla con una gran sonrisa y estaba junto a mis hermanas.

—Mi pequeña Livi, ¿has llegado bien? Ya te extrañamos mucho, cuídate mucho y por favor has caso a tu tía, Olivia, porque todavía no conoces Madrid.

 Mi papá es muy sobreprotector, y no lo culpo, estoy a en otro país, con 7 horas de diferencia.

Fue inevitable llorar en frente de ellos, siempre he sido muy apegada a mi familia, y me dolió dejarlos así, si solamente les hubiera dicho lo que me hizo Jean no hubiera recurrido a esto.

—Papá, estaré bien, estarán orgullosos de mí, no se preocupen. —empecé a limpiar mis lágrimas.

—¡Livi! Por favor cásate con un español, para que así tengamos una razón para visitarte. —grito mi hermana mayor y Dani empezó a reírse. Papá la miro de forma desaprobatoria y mamá le dijo que le haga caso.

—Ya, pero, primero cásate tu con Josh. —vi como su rostro cambio y dejo de reírse.

Josh era nuestro vecino, iba en la misma carrera que Emma solo que ella le hizo darse cuenta que si esa carrera no le gustaba que la dejara y que haga lo que en verdad amaba. El le hizo caso y ahora estudiar arquitectura. Emma tenia miedo de decirle a papá, que estaba saliendo con un chico. Pero cuando le dijo, papá lo tomo de buena manera ya que vio que Josh era un buen chico. Siempre venia a nuestros cumpleaños y nos visitaba en navidad y año nuevo. Mamá lo adora y nosotras también.




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