Seremos Estrellas

★ CAPÍTULO 14 ★

PATRICK

Me sentía un poco mejor después de la fiebre, tenía a Olivia en mis brazos, y se sentía bien, se sentía tan irreal. Ella si se había dormido profundamente, no quise despertarla y fui al baño a poder lavarme ya que la fiebre ya había pasado. Volví a la camilla y vi que la rodilla de Olivia todavía seguía un poco mal, miré mi reloj de mano y me di cuenta que eran las 3 de la tarde, me acosté de nuevo con ella y acerqué mi mano para acariciar su cabello y ella sonrió ante eso.

—¿Ya te sientes mejor? —dijo ella aun semi dormida.

—Sí, gracias a ti. —me acerque a su rostro, ella abrió los ojos y quedo perpleja ya que estaba muy cerca de ella.

—¿Qué haces? —pregunta ella un poco incomoda.

—Nada, solo estoy admirándote. —ella acerco su mano a mi rostro para ver si seguía teniendo fiebre.

—Bueno, ya no tienes fiebre, así que podemos irnos. —se levanto de la camilla y recogió sus cosas.

—Sobre lo de la chica… —quería contarle lo que había pasado

—No te preocupes, Jake me lo explicó, tus no tenías la culpa.

—Uf, que bien, porque no sabia como explicártelo. —veo como se ríe y hace que mi corazón lata descolocadamente.

—Bueno, Romeo, hay que irnos.

Yo ya no podía ignorar mi corazón ante ella. No podía seguir esquivando esos sentimientos. Ella me hacia sentir como una persona nueva, aunque en el fondo seguía guardando un rencor hacia mi madre.

Salimos de la enfermería, la ayudé a caminar y me di cuenta que Jake todavía no se había ido, al parecer nos estaba esperando.

—¿Patrick, ya te sientes mejor? —Jake también se había preocupado por mí.

—Sí hermano, gracias por preocuparte. —me acerqué y le di una palmada en la espalda.

Jake se ofreció a llevarnos en su auto, ya que Olivia no se sentía bien todavía. Ellos dos me dejan en el asiento de atrás para que pudiera recostarme, porque sentía que mi cabeza daba vueltas. Olivia está de copiloto y prende la radio para cambiar en ambiente.

Reproduce Twenty One Pilots - Ride

Empezaron a cantar los dos en el auto, Olivia no dejaba de reír por la pronunciación de Jake, y Jake se sorprendió que Olivia podía cantar bien en inglés.

—¿Sabes hablar en ingles Olivia?

—Eh, no, solo que me gustan las canciones en ingles y me aprendo la pronunciación.

—Ah, que cool. 

Estuvieron cantando otras canciones hasta que llegamos a la casa de Olivia, quise bajar del auto para poder ayudarla. Olivia dijo que no me preocupara, que ella podía sola, bajo del auto, se dirigió a su casa y se volvió a despedir.

—Patrick, ¿seguro que te sientes bien? Últimamente me has dicho que tienes fuertes dolores de cabeza. —dijo Jake.

—Sí, pero creo que es estrés. Últimamente he estado estresado en algunas cosas, pero solo es eso, no te preocupes.

—Esta bien, trata de relajarte de vez en cuando también.

—Trataré.

Jake siempre se preocupaba por mí, es una buena persona. Si, últimamente tengo muchos dolores de cabeza, a veces nauseas, pero no le tomo mucha importancia, yo ya tengo estos dolores desde antes de venir a Madrid, así que con el tiempo se me pasara.

Llegue a casa, me sentía muy cansado, mi hermano estaba en la cafetería y de seguro hoy llegaría tarde. Escuché mi móvil sonar, vi la pantalla y me di cuenta que era mi madre de nuevo. No quería escucharla, no quería saber nada de ella, estaba harto de que ella quería arreglar las cosas desde que papá falleció. Decidí no contestar, apagué el móvil y fui a dormir.

★ ★ ★

Ya era fin de semana, y tenia que ir a la cafetería. Llegué a la cafetería, mi hermano seguía insistiendo de que debía hablar con mi madre, pero no le hice caso. Mientras atendía a la gente, vi llegar a Olivia, se dirigió hacia una mesa y tomó asiento, dejando sus cosas en la mesa, al parecer iba a estudiar, y recordé que yo le ayudaría a estudiar ya que esta semana comenzaban los exámenes. Me acerco a ella cuando ya no estoy tan ocupado, ella se veía tan concentrada que me era inevitable dejar de verla.

—Bueno, te dije que te ayudaría. —me siento al frente de ella.

—Patrick, estas trabajando, yo puedo sola.

—Yo te prometí que te ayudaría. —no podía romper esa promesa.

—Entonces ¿eres de las personas que no rompe promesas?

—No, no lo soy. —le sonreí y ella también.

Cuando ya no había mucha gente en el café, decidí cerrarlo. Para mi era mas importante ayudarla, no me importaba si mi hermano me regañaría. Olivia se dio cuenta que estaba cerrando el café y creo que eso no le gustaría.

—Patrick, ¡no puedes hacer eso! hay gente que todavía va a venir.

—Lose, pero dije que te ayudaría.

Me di cuenta que hace ya mucho tiempo, había roto la promesa de no enamorarme, de que el amor para mi no era nada, que a veces las relaciones de basan en promesas que ninguno de los dos puede cumplir y eso termina rompiendo una relación. Pero con ella, creo que desde que la vi, fue inevitable, aunque por dentro me sentía la peor persona, ella me hacia ser mejor cada día.

Mientras ayudaba a Olivia, ella me contaba un poco de su vida, y nos dimos cuenta que habíamos venido a Madrid en la misma fecha, para mí era difícil contarle un poco de mi vida, pero tampoco quería mentirle, de que servían las mentiras si al final siempre salían a la luz.

Nos quedamos hasta muy tarde, entre risas y mis malos chistes, me encantaba su risa, cada vez me hacía sentir más vivo. Le dije que ya era hora de irnos, ella miro su reloj de mano y se sorprendió de la hora que era. Mientras salíamos del café, decidimos caminar hasta su casa.

—¿Hay algún sueño o cosa que has querido hacer siempre? —le pregunté.

—Bueno, hay muchas cosas que siempre he querido hacer desde que llegue, pero la universidad me tiene muy ocupada. Aunque siempre he querido hacer ese tipo de cosas que salen en las películas, pero algo que siempre he querido ver es la lluvia de estrellas, es algo que siempre he anhelado. —dijo mientras veía el cielo.




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