16. Ser de luz.

La sala de entrenamiento estaba casi vacía, un hermoso y gran espacio dedicado al entrenamiento cuerpo a cuerpo entre los ángeles, mesas de mármol rodean el lugar donde son colocadas las espadas sagradas de prácticas, incluso arcos y flechas, donde podrías practicar tiro, el lugar no posee techo, sin embargo, estructuras de mármol se alzan a nuestros lados como si esto fuera un tipo de construcción griega.

No hay nadie, tampoco había nadie en el hospital de almas, ¿Hace cuanto tiempo Serena y yo nos encontramos aquí? No sabría decirlo con exactitud, he perdido, como de costumbre en este lugar, el sentido del tiempo y espacio. Poco a poco el pequeño ángel que he de cuidar se ha ido mejorando gracias a la ayuda de Rafael, sin embargo no fue capaz de salir del hospital de almas hasta hace muy poco, sus alas han nacido ya, era de vida o muerte para ellas salir del todo, Rafael se ha encargado de ello. Si no las sacábamos, Serena podría haberlas perdido para siempre.

Mientras la pequeña se mejoraba lentamente me he dedicado a observar a aquel estúpido demonio de Dante, he tenido que bajar a la tierra puesto a que otras opciones para hacerlo no me quedaban, bien sabe que los ángeles tenemos los ojos puestos sobre él, su historial no es muy bueno que digamos, un demonio que está decidido a ir tras Serena cueste lo que cueste, pero, ¿Por qué? ¿Qué desea de Serena? Según los informes de Uriel, el demonio encontrado en la escuela de Serena era sin dudas un siervo de un demonio mayor que tenía como principal misión debilitar a nuestra pobre aprendiz.

Sin embargo, mientras me encontraba atento de los movimientos de aquel estúpido demonio, los arcángeles se han encargado de la purificación de Serena, esta misma mañana ha despertado  yo no me encontraba a su lado. Le he fallado como de costumbre, en el momento que más necesita, me he ido de su lado. ¿Será tarde para observar el renacer de este hermoso ángel? En la tierra, llueve, por lo que la subida al cielo se me dificulta.

¿Podré verla realmente? ¿Y si ya he llegado demasiado tarde para apreciar a la Serena que conozco por última vez?

Mi mayor miedo, como es de costumbre con los ángeles nacidos de otros ángeles, es que ella descubra que ha tenido una vida anterior a esta como un ángel, generalmente, pueden ver sus vidas humanas, jamás una vida angelical, pero, he oído casos de otros ángeles guardianes donde sus aprendices han recordado el día del juicio, donde Lucifer se revela contra el  trono y luego, cae.

No, mi verdadero miedo no es ver aquello, es otro… mi verdadero miedo es que ella descubra que ha tenido a alguien especial en el cielo antes de morir como ángel y renacer como humana.

La simple idea de verla con otro ángel me aterra, más confió de esta conexión extraña que siento con ella. Confió que nuestros destinos estarán más que unidos una vez esto acabe, una vez podamos estar juntos. Tan solo debo de aguantar y dejar de pensar en estas idioteces o me volveré loco.

Según tengo entendido, los arcángeles Chamuel y Caridad ayudarían a Serena en su purificación, después de todo su cuerpo sigue herido. No puede sacar sus alas, mucho menos puede sobre esforzarse, Caridad será de gran ayuda para la pequeña querubín, después de todo entre mujeres se entienden. La purificación del cuerpo consiste en remojarse en el lago sagrado, limpiando cada parte de sí para, posteriormente, ser sumergido y bautizado en él al igual que el hijo del Trono lo ha hecho, limpiando sus pecados, dejando su mente en blanco para aceptar a Yhavé en ti.

Posteriormente, el ángel renacido será llevado a la sala del trono más no podrá verlo, deberá permanecer allí, con la mente en blanco, meditando, rezando y encontrándose con su verdadero ángel, encontrándose con Yhavé, nuestro creador y nuestro Dios. Si logra oírlo pronunciar su nombre angelical, todo acabará y el ángel dentro de sí renacerá.

El nombre angelical solo será usado en nuestro mundo, ella podrá seguir llamándose Serena entre los humanos ocultando así su verdadera y pura identidad. Algo similar ha de pasarme a mí y a Rose.

Sin embargo, Rose ha renunciado a su nombre angelical en cuanto se casó con Isaías, y ahora, mi vieja amiga está pagando por sus pecados. Su hija menor está en coma, Rafael ha hecho lo imposible pero ella no es capaz de curar sus heridas, no sabremos si algún día despertará, Rose posee una extraña enfermedad que lentamente la deteriora, los humanos la llamaron con un raro nombre, pero ignoran que realmente es un castigo divino.

Por si fuera poco, su familia se ha destrozado, su adorado hijo, Alastor, ha sido corrompido por su demonio interior, ni siquiera su padre ha podido controlarlo. Creo que esto es un claro ejemplo para los ángeles de que sucede si te metes con alguien del bando contrario.

A Lo lejos observo a Serena entrar lentamente a la sala principal donde los arcángeles la guiarán y ayudarán, su inocente y asustadiza mirada recorre sin comprender del todo el lugar donde se encuentra, su labio interior tiembla levemente, me gustaría acercarme y hablarle pero ya no es posible hacerlo. Gabriel apoya una de sus manos en el hombro de Serena, las mejillas de la joven se ruborizan por un instante mientras el favorito de Yhavé la tranquiliza, asiente levemente para, posteriormente, apartarse de ella con una gran sonrisa.

La joven me observa de reojo, más nuestras miradas no se cruzan, evita que aquello suceda, parece decepcionada, un gran pesar se esconde en su corazón y lo noto por la expresión de su rostro. Después de esto, Serena será una joven nueva, esperemos que el Trono sea capaz de aliviar su dolor.

¿Me dolerá el cambio que ella tendrá? Sí, lo hará y mucho. Extrañaré ver a esa Serena caprichosa y mimada que, constantemente, intentaba librarse de mí y mis entrenamientos, más debe cambiar. Un ángel no es caprichoso, un ángel no es mimado, es un ser de bien, de luz, un ser bondadoso, amable, amante de la vida y de los humanos, un ser que solo desea el bien para la humanidad, alguien que debe ser un ejemplo a seguir; todo lo contrario a lo que Serena es actualmente.