Serena: El torpe ángel aprendiz

3. Plan A: Aprender

Me he dado cuenta que la forma en la cual puedo hacer que Jeremías se vaya depresiva es aprendiendo a ser un ángel lo más rápido posible por lo tanto durante el receso le he pedido que se siente conmigo en la cafetería para comer y hablar sobre esas cosas raras que el suele hablarme.

—Serena, me sorprende tu entusiasmo por la angeología pero lo que me sorprende aún más es que has pedido ensalada en vez de hamburguesa, creo que estoy orgulloso de ti.

Exacto, he tenido que sacrificar mi amada hamburguesa por una estúpida ensalada sabor a pasto, ¿Por qué? Las alas están en riesgo. Tienen un mes, cualquier cosa que coma pueden arruinarlas, cualquier sentimiento alocado podrían perjudicarlas e incluso algún movimiento brusco las herirían.

No sé cómo moverlas, tampoco se volar, mucho menos levitar, el simple movimiento con ellas me parece doloroso, son parte de mí, dos extremidades más que están paralizadas y el mínimo roce con algo provoca dolor, Jeremías me ayudará con ellas cuando sea el momento indicado pero... joder no deseo que las toque.

Son intimas para mí, no son algo que cualquiera puede andar tocando por ahí, son alas después de todo y cuidarlas me cuesta mi típica hamburguesa de almuerzo –que por cierto dejar de comerlas me ha hecho adelgazar bastante ahora que lo pienso— y las pizzas durante los viernes de películas.

—Bueno... seré sincera, quiero intentar cuidar mis alas, ya que no se curar mis heridas por mi cuenta al igual que las enfermedades debo de buscar otra solución. Como sea sigue hablando de esas cosas tan raritas e intelectuales que siempre hablas e iré anotando en la libreta.

Exacto, para terminar mi entrenamiento debo dar un examen con todo lo que he aprendido en el camino y entonces se me elegirá un puesto al cual perteneceré por determinado tiempo ya, o pueden que me asciendan o simplemente rajen a patadas al ver lo inútil que soy para estas cosas de ángeles.

Miro un momento el cuaderno, mis pequeños intentos de notas están hechas un lio: algunas palabras sobre otras, cosas tachadas, cuadros inentendibles e incluso un intento de "recordatorio" escrito a las apuradas que casi no se logra entender.

Jeremías nota entonces mi frustración y me arrebata la lapicera junto al cuaderno, cambia de página y comienza a hacer un cuadro sinóptico para guiarme en lo que me explicará, su letra es bonita, elegante y bastante entendible, me gusta la forma en la cual escribe. Desearía que escribiera mi nombre con ella, se vería lindo.

Joder, Serena concéntrate en estudiar y quitártelo de encima, ¿Por qué carajos piensas en lo bonita que es su letra? ¡Ven! El aloca no solo mis hormonas si no que mis estúpidos pensamientos.

—Los ángeles nos dividimos en tres jerarquías. —señaló entonces en la libreta donde había escrito "Trono" en la parte superior y luego "Primera jerarquía", señalando con tres flechas los nombres de los tres tipos de ángeles. —Los serafines son los primeros en está jerarquía, le sirven al Trono y siempre lo están rodeando, alabando y cantando, son sus ángeles más fieles, poseen tres par de alas y son... magníficos. En mi vida solo he conocido a pocos serafines y déjame decirte que son realmente hermosos y bondadosos.

 Ajá y yo nací ayer.

No cambiaré mi manera de pensar acerca de los ángeles, casi todos los que he conocido son bellos, si, hermosos por fuera pero por dentro están podridos, son egoístas, narcisistas, egocéntricos, hipócritas... y la lista es larga.

Y no, yo no me incluyo en esa mayoría de ángeles, soy todo lo contrario a ellos, por lo menos poseo un poco de humanidad.

—Segundos en está jerarquía están los Querubines, son los protectores de la luz y las estrellas, se dice que que los querubines son una especie de orden dentro de los ángeles, otros los clasifican como seres con un nivel mayor que el de los ángeles y poseen dos par de alas.

Querubines... se dice que sus mejillas son rosadas, sus rostros inocentes y sus ojos son tentadores ante un humano, observo a Jeremías y es inevitable no pensar en cómo sería el de Querubín... ¡Joder hormonas lo están haciendo de nuevo! Jeremías es mi enemigo, ¿Acaso tengo que deletrearlo? E-N-E-M-I-G-O.

—Terceros se encuentran los Tronos, son quienes cargan el Trono del señor aunque bien sabes que nosotros llamamos Trono a nuestro amado creador, los humanos lo llaman Dios.

Suspiro agotada y pincho la lechuga con el tenedor mientras el sigue escribiendo lo que sería la segunda jerarquía angelical, sinceramente me estoy aburriendo y ya no deseo prestarle tanta atención, me estoy perdiendo una buena vista en la cafetería.

Los chicos que se quedan al club de fútbol están descansando y hablando entre sí, joder son tan perfectos, musculosos y... perfectos, Jeremías volvió a hablarme, entusiasmado de haber llegado a la segunda jerarquía y, aunque mi mirada estuviera sobre él, mis pensamientos volaban hacia el club de fútbol.

¿Cómo Sería ver uno de sus partidos? ¿Acaso le pareceré bonita a alguno de ellos? ¿El capitán tendrá novia? Necesito saber su Instagram ahora, necesito acosarlo toda una noche y conseguir su número, ¡Simplemente son tan perfectos! Megan me agradecerá si me logro integrar en el grupo de amigos, se dice que arman las mejores fiestas de la escuela y las mejores previas.



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En el texto hay: angeles, angelesydemonios

Editado: 13.03.2020

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