Serena: El torpe ángel aprendiz

6. Bajo la lluvia

He llegado tarde a casa, no tanto como me lo esperaba, a eso de las tres de la madrugada Dylan realmente estaba borracho por lo tanto Dante decidió traerme a mi casa y llevarlo a la suya manejando el auto del ángel por su propia seguridad. No hemos tocado mucho el tema de la salida pero supongo que lo hablaremos tranquilos otro día, por ahora tenemos muchas cosas que hacer en la escuela.

¡Ha sido la mejor noche de mi vida! Lo único que debo de lamentar es que mi secreto casi es descubierto pero por suerte no se lo tomo enserio. Juro que l Lunes si me digno a aparecer en la escuela le daré un puñetazo en el estómago, no le dejaré pasar esto que ha hecho, es grabe, si alguien descubre que soy un ángel será mi fin y el de esa persona.

El día de hoy está lloviendo, me he pasado encerrada la mayor parte de la mañana con el aire acondicionado encendido, estudie un poco matemáticas, los ángeles poseemos mayor intelecto que los humanos por lo tanto el aprendizaje de ellos es muy fácil para nosotros, para mi hermana tanto el aprendizaje humano como el angelical y el demoniaco es extremadamente sencillo, en mi caso se me dificulta el aprendizaje angelical, lo encuentro aburrido y poco atrayente, por lo tanto no me entra ni la mitad de las cosas que el idiota de mi ángel custodio me enseña.

Ahora me encuentro tirada en mi cama sobre mi linda colcha amarilla, irónicamente luzco un suéter liviano amarillo, mi madre me ha preparado rodajas de limón dentro de una botella de vidrio con hielo debajo y azúcar, su manera de hacer limonada, la bebo lentamente mientras leo concentrada un libro, suelo estar así horas y no aparecer para el almuerzo mucho menos para la merienda.

El amarillo es mi color favorito, ¿Rosa? ¿Celeste? ¡Por el Trono! ¿Qué mejor color que el Amarillo? ¡Es simplemente perfecto! No hay distinción de genero ni mucho menos peleas acerca de qué color es el mejor, el amarillo es perfecto.

Rosa se encuentra en su cuarto leyendo mangas o viendo anime, es una friki de los videojuegos y hasta en varias ocasiones se ha disfrazado como sus personajes de anime favoritos, ignoro ese mundo suyo, lo único que puedo rescatar es acompañarla a las convenciones ya que algunos chicos –No todos– son bastante atractivos y es una manera de perder tiempo fastidiando a los humanos, ya saben con nuestros dones angelicales como la telequinesis o moviendo algún elemento natural ya sea agua o viento.

En lo único que me va bien, control de dones, luego soy un completo desastre como ángel y hablando de ángeles el idiota de Jeremías entró a mi cuarto sin pedir permiso antes, camina hasta la cama y se tira a mi lado arrebatándome el libro de mis manos.

—¿Qué estás leyendo girasol? —su irritable tono de voz rompió toda tranquilidad en mí, arquea una ceja mientras lee algunos diálogos del libro casi en susurros—¡Esto es chino!

Ruedo los ojos quitándole el libro, ¿Acaso los ángeles no son capaces de dominar cualquier idioma? Estúpido Jeremías.

—Para tu información, Jeremías, es coreano, fue regalo de mi padre cuando viajó a Corea. —sin más que decir cierro el libro sentándome en la cama y lo dejo sobre el escritorio.

Bebo un poco de mi limonada y Jeremías me observa detenidamente frunciendo las cejas, su mirada llega a incomodarme, si se tanto inglés como coreano y eso es gracias a mi madre, ella ha crecido en Corea, no es como los ángeles de antes creados por Dios, ella es fruto de una relación entre dos ángeles importantes, ahora que recuerdo las jerarquías mi abuelo es un Querubín y mi abuela una potestad. ¡Genial Serena recuerdas algo de las jerarquías! En tu cara, Jeremías.

Ellos al igual que mi madre nacieron de ángeles que ahora están muertos, según me han dicho murieron en la eterna guerra que tenemos con los demonios, solo un demonio es capaz de matarnos, las armas humanas no logran hacernos daños, no hasta que seamos ángeles por completo.

—Los idiomas asiáticos no son lo mío, china y hablando de eso, tenemos que entrenar, hoy nos toca un duelo de espadas.

Una malvada sonrisa aparece en su rostro al terminar de decir aquello, ¿Hasta cuándo seguirá mi tortura? Aún mi plan A sigue en pie, lo sé, pero es fastidioso tener que aprender todo cuanto antes con este idiota. Miro hacia la ventana, la lluvia había empeorado conformo pasaron las horas ¿Acaso está loco Jeremías? ¿Qué tiene en la cabeza?

—¿Estas ciego? ¡Está lloviendo o mejor dicho diluvia! —señalo la ventana indignada y una perfecta carcajada se escapa de sus labios provocando un leve escalofrío en mi interior.

No Serena, no reacciones de esta manera con él.

—¿Y quién dijo que entrenaremos aquí? La señorita amarilla no solo debe de aprender a volar y luchar sino que también debes aprender a controlar tus otros dones. ¿Acaso crees que los de arriba se conformarán con solo mover las cosas o controlar el agua?

Cuestionó sentándose en la cama, sus ojos azules muestran diversión mientras arquea una ceja, se siente ganador en esta discusión sin sentido y por primera vez tengo que darle la razón, muy bien el estúpido gana. Jeremías uno y Serena cero.



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En el texto hay: angeles, angelesydemonios

Editado: 13.03.2020

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