Aleuzenev
Creer que eres el dueño
de solo un trozo del universo
no te hace su divinidad o controlar sus ironías.
Solo por esta vez, te advierto
todos somos peones entre los virreinatos de la vida
con la única condición de tener poder
por tiempo limitado.
Jugar con el alma de otros
tiene fechas límites,
Hasta la inmoralidad emite intensamente sus propios juicios
debajo de tu propia sombra
muy triste es el precio a pagar.
Cuando toque tu puerta, Aleuzenev
veras que jamás
renacerá otro amanecer.
Deberías empezar a correr
pues cobrare
todo lo que me quitaste, Aleuzenev.
Ahora tu mundo es mío.