El Karma
Dejemos de fingir
que las casualidades; no son hermosas.
Siendo sueños
con sus propios propósitos detrás
de un mar lleno de infinidades
constituyendo el motor.
De una fe
que no compite, debajo de ninguna lógica
puede ser
tan diminuta como una hormiga o tan grande como el propio Sol.
¡Ya cállate!
Y déjale creer en sí mismo
pues el futuro;
posee sus propios intereses.
El karma
no conoce de ironías
te lo advierto, no le invites a jugar con tu vida.
Nadie sabe
quien mueve los hilos del mundo.
El Karma
Dejemos de fingir
que las casualidades; no son hermosas.
Siendo sueños
con sus propios propósitos detrás
de un mar lleno de infinidades
constituyendo el motor.
De una fe
que no compite, debajo de ninguna lógica
puede ser
tan diminuta como una hormiga o tan grande como el propio Sol.
¡Ya cállate!
Y déjale creer en sí mismo
pues el futuro;
posee sus propios intereses.
El karma
no conoce de ironías
te lo advierto, no le invites a jugar con tu vida.
Nadie sabe
quien mueve los hilos del mundo.