3 Asinus

Desperté con la respiración agitada, necesitaba aire con urgencia, al mirar sobre mí una roca se atravesaba en mi camino para salir y quién sabe cuántos metros de tierra sobre ella.

Intenté moverla pero era demasiado pesada; debía pensar rápido, el aire aquí abajo era cada vez más difícil de conseguir y peor aún recordar que debajo estaban cuerpos, sentía su aroma en descomposición pero sobresalía el de la tierra, y si el miedo tuviera olor también sería predominante.

En medio de mi exasperación logré mover la roca, no sé de dónde saque la fuerza pero solo me concentré en salir, no había tanta tierra como pensé, a lo mucho medio metro después de mi obstáculo anterior.
Sacudí la tierra de mi cara y de ropa, sin mucho éxito, la desesperación del momento me había hecho comenzar a sudar y esta se había adherido a mi piel por la humedad, pero pensándolo, ese sudor no habían sido por golpes, si me había espantado un poco, pero fue eso, solo un poco, me reí por un momento, entonces mire al cielo, ya era de día, hace mucho que al despertar no veía el sol así, siempre era como ver un pequeño crepúsculo entrando por las rejas de mi prisión, pero ahora me llegaba por completo como un abrazo matutino, me deje caer, respiré profundo, aire limpio el aroma en descomposición estaba debajo de la tierra que ahora estaba pisando, podía sentir el rocío de la mañana, hace mucho que no sentía esto…

No disfruté mucho el momento, sin duda era mi mejor momento en quizá años, no sabía cuanto habia pasado, pero el peligro aún estaba cerca, siempre podrían llegar de dónde menos me esperase. Piensa Alice piensa, tienes que salir de aquí.

Las paredes de la fosa aún tenían piedras, por ahora no estaba el trío para evitar que saliera, pero si intentaba salir escalando lo más seguro es que se caerían por mi peso y terminaría solo enterrándose más… ¡ESO ES!!!
Use mis manos como palas y jale cuánta tierra alcanzaba así pude pararme sobre ella como una escalera improvisada, al final las historias de papá servían de algo, desgraciadamente estaba imitando las acciones de un burro, pero así a los 2 minutos ya no fue necesario cavar más, mis dedos tenían soporte suficiente en la orilla solo fue cuestión de dar un brinco como impulso para poder salir.
Una vez afuera observe mi cuerpo, debería dolerme después de los golpes de ayer, pero no tenía ni un solo rasguño… A lo lejos pude ver las torres del castillo, a veces cuando me sacaban podía verlo, pero hasta ahora tenía más calma para poder admirarlo, era bastante hermoso, tenía muchos detalles por donde lo vieras, negro con plateado, pero a mi solo me generaba repulsión, asco… Volteé a ver el bosque, Charlotte me había dicho que nunca fuera ahí, de ese lado solo había quizá muerte más allá, pero no puede ser peor a lo que me pasa ahora, sinceramente ¿por qué no intentarlo? Ya estaba en el infierno, pero antes de poder siquiera pensarlo escuche una voz… Una voz gruesa, de hombre, como si le hubieran pasado una lija, una persona con capa salió de detrás de unos árboles, era él, era el líder, Sira, era de mi tamaño o eso pensé o solo de un momento a otro se hizo más grande, la cicatriz de su labio resaltó, apenas cuando vi el reflejo de sus ojos quedé paralizada… piel fría, labios resecos, pero sus ojos eran rojos… era él, el de la feria, del susto caí de espaldas, haciéndome para atrás como pude, pero apenas intente correr me sostuvo de la playera y comenzó a arrastrarme, me quite la playera quedando semidesnuda pero qué más daba, sentía mis heridas de la daga como cuando me las clavo, detrás de él salió Thiago ahora obligándome a quedarme quieta, sumado a mi pánico estaba completamente paralizada. Note que Thiago se puso nervioso en cuanto me sostuvo.

-¿Qué hace ella aquí?

Musito Sira con su voz que me hacia estremecer, volvia a ser vivido el recuerdo de mi muerte, Thiago me tenía inmovilizada, me sostenia con una mano el cuello y con la otra mis manos sobre mi cabeza, mi espalda estaba recostada en sus piernas, podía intentar levantarme, pero no reaccionaba.

-La encontramos hace un año cuando cayó en el salón principal, la dejamos con Mike, pensé que sería irrelevante para ti.

No fue necesario que Sira golpeara a Thiago, de una mirada lo intimido haciéndolo disculparse al momento, quizá recibiría un castigo, Thiago me solto y se hizo hacia atras.

Sira me regreso mi playera pero qué más da yo solo quería correr, escapar de ahí, pero lo único que hicieron mis pies fue llevarme a una celda en las mazmorras del castillo, una vez dentro recupere el control de mi cuerpo, pero seguía inmovil, no le bastaba con quitarme la vida, sino ahora atormentarme por la eternidad, se sentó frente a mi celda, me miraba fijamente, analizando cada parte de mi cuerpo, no con deseo, ni ninguna otra expresión, ni siquiera de odio, solo me miraba, yo esperaba que hiciera algo, me dijera algo, pero nada, el silencio me empezó a atormentar aún más, podía escuchar su respiración pesada, me miraba directamente a los ojos, como buscando una respuesta, mi pecho seguía ardiendo de donde me había apuñalado, recordé que cuando me asesino dijo mi nombre, quería preguntarle de dónde me conocía, pero mi boca no se abría, el pánico me rodeaba, en defensa cerre los ojos, me abrace a mi misma en una esquina, lo más alejada que pude, sabía que seguía ahí, podía sentirlo, mi corazón me dolía de lo rápido que iba, de un momento a otro deje de respirar… Entonces escuche que golpeó el cerrojo de la puerta verificando que estuviera bien cerrado, luego se marchó, el aire regresó pesadamente a mi cuerpo, tanto que me hizo caer, estaba mareada, temblando, me sentía sudando, pero mi cuerpo estaba helado, comencé a llorar pero sin lágrimas, no salían, no sé si aún tenía, pensé que mi infierno no podía ser peor.