Charlotte me había dicho que había un lugar para mí, solo debía seguir derecho, eventualmente llegaría, recordé como me había dicho “Nos volveremos a ver” una tontería sin duda, ¿como por qué querría volver?
Las primeras partes del camino fueron tranquilas, no había mucho movimiento, el único ruido que había era el mío cuando pisaba algunas ramas y mi respiración relajada. Por ahora sólo me concentraba en ir de frente y no dar vuelta en ningún momento. Por lo grandes que eran los árboles apenas podía ver las estrellas en el cielo, aún así me guiaba con ellas, tenía la sensación de que iba en el camino correcto. Todo estaba en silencio, había una extraña vibra en el aire que me inquietaba, olía la tierra, algunas flores, a decir verdad no me sabía el nombre de ninguna pero olían realmente bien, el aroma era muy tenue o apenas perceptible, tenías que acercarte mucho para olerlo, por la gran cantidad de árboles, era casi imposible sentir una ráfaga de aire, sin duda hubiera sentido frío… si es que mi cuerpo aún sintiera el clima.
Después de un par de horas caminando tuve un presentimiento aún peor, sentí una mirada en mi espalda, lo cual era imposible, gire lentamente y encontré unos ojos grises mirándome fijamente, di un pequeño brinco de la sorpresa, pero la reconocí, era Rose, sin vida, aún así me miraba fijamente, me acerque a ella con lentitud, sus ojos cuando la conocí eran verdes, y destellaban vida, pero ahora…
Sabía que aunque mi tiempo era limitado pero no podía dejarla ahí así, cerré sus ojos con cuidado e hice un pequeño agujero en el suelo, donde la metí, y con unas ramas cubrí el cuerpo que quedaba fuera, la puse con la cara hacia el cielo y la espalda a la tierra.
-Espero que encuentres paz, Rose… si encuentras a Mike, por favor dile que lo siento.
Una lágrima se deslizó por mi mejilla, mis lágrimas habían regresado y el corazón dolió, me di cuenta que realmente sí me había encariñado con ambos, y me dolía, desearía haber podido hacer algo por ellos. Rose era una persona sensible, cuando llegó nos quiso levantar el ánimo a Mike y a mí, lo intentó muy duro, pero Mike ya estaba perdido, y yo en proceso de llegar a ese mismo punto. No olvidaré aquella mirada de Rose… tampoco la última mirada que me dio Mike.
Seguí mi camino, entre más me adentraba más vida parecía tener el bosque, las plantas y las ramas de los árboles se movían entre ellas enredándose, como un juego sin reglas.
Todo era oscuro, con suerte y percibía el camino que debía seguir, la incomodidad, miles de miradas se clavaban como agujas en mi espalda pero al girar solo había árboles y oscuridad, el miedo comenzaba a adentrarse en mi cuerpo.
El cielo se veía más oscuro, las estrellas ya habían desaparecido entre las ramas, los árboles se veían negros y la neblina crecía.
La vida en el bosque fue peor, las ramas crecían más y más, tardé un poco en darme cuenta que en realidad me encerraban en una especie de prisión, corrí lo más rápido que pude hacia adelante, mi única salida estaba a varios metros de mí, aunque mis piernas dolieran después de tanto caminar, corrí logrando salir. Las vi cerrándose detrás de mí, respire tranquilizando mi cuerpo, pero… el panorama había cambiado.
Frente a mí estaban unas ruinas de color grisáceo con enredaderas, habían crecido por las paredes del lugar, desgraciadamente ahora había perdido el frente, pero algo me decía que tenía que atravesar esas ruinas, en una situación como la mía sólo te queda confiar en tus instintos. Por un momento entré en pánico, espero que este no fuera el lugar que Charlotte me había dicho, pero entonces recordé que dijo; “lo encontrarás al final del bosque” y definitivamente este no era el final.
En sus buenos tiempos ese lugar debió ser hermoso, y seguramente con un techo alto que ahora ya no estaba, lograba ver unos dibujos de rostros alegres, flores pintadas, tenía unas ventanas rotas que antes fueron un vitral muy bonito, igual de diseño floreado, seguramente cuando la luz pasaba por ellas dejaba ver un camino muy colorido, sentí alegría, pero no de mí, fue más por pensar en las personas que debieron pasar por aquí, entonces esa alegría se convirtió ennostalgia, aún había muebles entre ellos vi los restos de un piano de cola de marmol, unos jarrones rotos por los suelos, también algunos azulejos del suelo estaban rotos. Las plantas estaban por todas partes, el bosque se había apoderado del lugar.
Estaba tan metida en mis pensamientos que no note que unas sombras estaban detrás de mí, empecé a escuchar susurros, voces diciéndome cosas pero hablaban en idiomas que no lograba comprender, cuando no lo soporte más, corrí a la salida del lugar, por las habitaciones, tropecé con una roca en el camino cayendo a unos centímetros de unas escaleras de la salida que había encontrado rápidamente, sin ponerlo en duda me levanté para bajar y alejarme de esas ruinas pero algo jalo mi pie, pensé que era una de esas ramas vivientes y me gire para cortarla ,pero solo vi unas sombras, unas con una forma de mano tirando de mí de vuelta a las ruinas, jalé mi pie fuertemente, pero eran como cadenas, me sostuve del primer escalón impidiendo que la sombra me llevara dentro de la construcción, comenzó a jalarme tan fuerte que grite en medio de la desesperación y el dolor, pero así como cuando golpeé a Thiago, salió una fuerza de mí que aún desconocía y pude salir del lugar con un gran esfuerzo.
Cuando estuve libre corrí escaleras abajo a toda la velocidad que podían dar mis piernas, agradeciendo en mis adentros no caer en las escaleras, un movimiento en falso y esa cosa me atraparía de nuevo.