Serendipia

11 Lo encontrarón

Me había quedado dormida sobre el hombro de Jason, me desperté poco después de que Marvin lo hizo.

-¿Dormiste bien?

-Algo incomoda, tu hombro no ayuda mucho ¿sabes?

-Pero si roncaste

-¿Hace cuánto despertó?

-Más o menos como 20 minutos.

-¿Y por qué no me despertaste? -dije tallando mis ojos.

En ese momento Marvin salió de la casa algo confundido, lo supe porque miraba hacia todos lados con una mirada perdida, aunque estaba en la puerta de su casa, Jason y yo nos bajamos de nuestro escondite y comenzamos a seguirlo. Sin esperarlo, en un momento se quedó quieto y nos volteo a ver, solo me imaginé cómo nos gritaría que somos unos acosadores y entonces se complicaría nuestro trabajo desde ahora, pero no fue así.

-Chicos, no es necesario que se alejen así de mí, los vi desde hace una calle.

-Si, solo que no sabíamos cómo acercarnos.

Bueno, quizá no. Este tipo es muy distraído.

Caminamos hasta la escuela, donde nos esperaba otro día, insisto que para mí en cuanto morí fue como firmar un contrato para alejarme de la escuela. No es que la odiara, pero nada de lo que dicen me ayudaría ahora, solo miraba a Jason y a Marvin juguetear, intentaron unirme, pero simplemente yo me mantenía alerta, aunque le hubiera contado a varios lo que viví, no es lo mismo que sentirlo, a veces escuchaba las pisadas y despertaba solo para asegurarme que no eran las de Charlotte o Emily, así estaba atenta a todo, esa chica que quiso matar a Marvin, quizá si debí seguirla, quizá Charlotte o Emily vendría por venganza y no estaba segura de poder enfrentarme a ellas aún, después de todo la voz de la pelirroja a veces aparecía en mi cabeza “Nos volveremos a ver”.

...

Ya habíamos salido de la escuela y llevábamos a Marvin a su casa, no debimos inventar una mentira, él mismo nos había pedido que lo acompañaramos, trabajo fácil.

-Oye, Dione ¿quieres? -dijo Marvin mientras me ofrecía unos dulces, parecían gomitas, obvio no me negué y tomé algunas mientras él aún me miraba.
-¿Qué?
-Nada, solo que estás muy distraída.
-Prefiero la palabra dispersa. Gracias por las gomitas.
-De nada... ¿Podrían explicarme qué pasó ayer? Sé que no fue un balón y sé que me venían siguiendo en la mañana, pero ¿por qué?

Jason y yo nos miramos, con miedo.

-¿Qué tanto recuerdas Marvin?
-Todo, esperaba que ustedes me lo dijeran pero ya no aguanto. Esa chica, juro que la vi crecer, y luego estabas tú, y puedo asegurar que “Ana” eres tú, Dione, soy bueno reconociendo voces. Miren, estoy confundido, no sé siquiera si debería sentirme asustado, solo sé que ustedes me salvaron, y le mintieron a mis padres, si algo pasa quiero saberlo y ni se les ocurra borrarme la memoria.

-Primero; no podemos borrarte la memoria, no estamos en “Hombres de Negro”. Segundo; tarde o temprano lo sabrás -dijo Jason

-Algo me dice que será más temprano.

Les dije interrumpiendo, señalé frente a mí, a lo lejos vi una cabellera morada que conocía muy bien: Thiago. Él no nos había visto, así que tomé a ambos de las manos e hice que camináramos por otra calle. Definitivamente debí haber seguido a esa chica, si no estaba lista para enfrentar a Charlotte menos lo estaba para Thiago.

-¿Y ese quién es?

Preguntaron los dos al mismo tiempo, solo susurré su nombre, Jason me entendió al instante la gravedad del problema, para Marvin solo agregué que es una persona que no quiere conocer.

-Tenemos que llevarlo a casa Al… Dione.
-En este punto, Jason, ya van a su casa, y te aseguro que si lo llevamos ahí nos van a hacer brocheta de escuincle.
-Soy mayor que tú, más respeto. -Dijo Marvin muy indignado pero obviamente lo ignoré.
-¿Tienes algún otro lugar a donde ir? No sé donde podemos esconderte.
-Por si no lo han notado no tengo muchos amigos, prácticamente voy de mi casa a la escuela y antes de eso era de mi casa al cementerio y por mucho a la tienda.
-¿Y si lo llevamos al cementerio?
-No es mala idea, pero siento que se los vamos a dejar en bandeja de plata, si sabes a lo que me refiero.
-Podríamos ir a la feria, hay mucha gente en esta época y nos podemos esconder muy bien ahí. -Dijo Jason añadiendo- Ellos saben que no quieres ir…
-Quizá si sea buena idea

Dije con mucho pesar, no quería ir pero precisamente por eso era buen lugar, ellos saben dónde y cómo había muerto, supongo que asumirán que no iría ahí por ningún motivo. Mi amigo me miró preocupado, pero sabíamos que era lo mejor.

-¿A la... A la feria?

Masculló Marvin, al parecer entendía mi pesar, o quizá él tenía su propio pesar, porque lo vi dudar, pero accedió a seguirnos.

Al llegar a la feria vi el reloj y en mi cabeza escuche de nuevo las campanadas, senti como se revolvia mi estomago, pero hoy más que nunca debía de ser fuerte, aunque ya estaba tentando demasiado a la suerte, igual no podíamos estar para siempre en la feria, debíamos pensar en algo.

Marvin tenía un amigo ahí, nos dejó escondernos en una carpa donde se guardaba utilería, solo le dijo que alguien nos estaba siguiendo y quería hacer tiempo, aunque hicimos bastante tratando de convencer al sujeto de que no llamara a sus padres.



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En el texto hay: romance y fantasia, romanace

Editado: 15.08.2025

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