ALICE
Me desperté temprano, pasé mi mano por mi cabello… claramente enredado, me senté frente al espejo para desenredarlo, por un momento me sentí viva de nuevo, recordando cómo era una rutina para mí arreglar mi cabello, algo tan humano... cuando terminé de desenredarlo lo amarre, en un moño, muchas ganas de peinarme verdaderamente no tenía.
Salí a hacer mis deberes del día, pero en cuanto salí choque contra el pecho de alguien… Marvin, había intentado hablar con él, me sentía mal de no recordarlo, este tiempo lo use para tratar de recordar, solo recordaba algodon de azucar, ahora sabía porque, recordaba su olor, y un poco de su voz pero no lo que me decía, era como si lo hubiera escuchado a través del agua, también sentía algo cada que él se acercaba, pero no estaba segura de qué era, y quería averiguarlo antes de que me dominara. Al principio escapaba de él, pero decidí dejar de hacerlo.
-Debemos dejar de encontrarnos así -dijo el chico
-Sí, sí ¿Qué pasa Marvin?
-Jason… Jason no está, tampoco los hermanos y sinceramente me cuesta socializar… Solo quería…
-¿Compañía?
El chico me dio una sonrisa nerviosa, fue tierna, le respondí con una sonrisa de lado.
-Vamos.
Llegamos a la biblioteca, él lucía algo nervioso. Recordé cómo me sentí cuando me enteré de todo esto, cómo me sentía sola, bueno gracias a Jason esa sensación se fue rápido, como había construido una armadura en mi exterior, agrediendo a todos, lo vi y sentí la vibra de “Tranquila, Alice”, me relajé y le sonreí de nuevo, ahora un poco más amplio. Marvin me pidió ayuda para comprender unas cosas que había estado leyendo, pero seguía nervioso, tomó un libro y lo abrió en una página específica, lo que me decía que sus preguntas eran claras. Me miró aún con nervios cuando se sentó a mi lado.
-Respira, no te voy a morder, o quizá sí lo haga si me haces muchas preguntas.
Le mostré los dientes, y se rió.
-¿Ah, sí? ¿Entonces también hay hombre-lobo?
-Así es… Bueno, en realidad no, pero si existieran ya nada me sorprendería
-Yo pensé lo mismo, pero me equivoque
-¿Qué te sorprendió?
Pregunté curiosa mientras ojeaba el libro, creo que ya sé a dónde iban sus preguntas, aún recuerdo cuando tuve que memorizarlos.
-Verte sonreír…
Sentí el calor en mis mejillas, a veces el calor de mi cuerpo volvía, muy rara vez, estaba muerta, pero mi cuerpo aún trabajaba de manera que no entendía si estaba vivo o muerto. Lo miré directamente a los ojos, Jason muchas veces me sugirió que sonriera frente a los demás, pero hasta ahora no había hecho caso a sus sugerencias. Veía los ojos del chico frente a mí, nos miramos fijamente, no sabía qué decir, así que me mantenía en silencio viendo esos ojos cafés, su mirada era dulce, también algo triste, supongo que por la historia que lo perseguía.
-Alice… ¿Entonces no me recuerdas?
Dijo por fin llegando a la plática que ahora sí estaba dispuesta a enfrentar.
-¿Esa es tu duda?
Me miró indeciso, como arrepintiéndose de decir las palabras, volteé de nuevo al libro, animándome a responder, pero era una plática que me hacía sentir débil, mi memoría no estaba bajo mi control, y quizá por eso tampoco mis poderes.
-No… Lo lamento, en realidad no estoy segura de qué me olvide, hasta hace un tiempo ni siquiera sabía que había olvidado cosas, solo son unos pocos huecos en mi memoria, creo. Pero seguro ese día nos llevamos mal.
El chico me miró completamente confundido y después pasó a una cara de indignado en cuanto explique el porqué.
-No me agradan los chicos con el cabello tan desordenado.
No paraba de reír en cuanto veía su cara, era todo un poema, uno cómico.
-Pues perdone usted.
En un berrinche se puso la gorra de la sudadera y miró hacia otro lado ofendido, seguido de un “ya no quiero nada”
-Vamos Marvin, perdón, ahora en serio ¿Quieres que te responda más preguntas?.
-No, no quiero, mi cabello y yo estamos ofendidos.
-Bueno, entonces supongo que tendré que leer en voz alta hasta que me perdones…
Existen dos castillos en Tempel, Tenebris y Lux, no estamos seguros de quién o de qué los puso ahí... Aquí, como en una vida primera, no se conoce lo que hay después de la muerte, aquí seguimos sin conocer el secreto, pero tenemos pistas e ideales. Cuando un alma llega a este plano se convierte en guardián y protector del tiempo. Ambos castillos representan eso; el tiempo. Si bien los días en Lux no son más largos ni las noches en Tenebris más duraderas se necesita de un equilibrio. El jardín de Fantum que los divide es el pilar, pensemos en este mundo como un pedestal, en el plinto de todo esta Tenebris, la luz no puede existir sin la oscuridad, mantiene la firmeza, dureza, pero no debe ser confundido con la maldad, en el neto se encuentra el jardín de fantum, manteniendo la conección, procurando un control sobre lo que sujeta la cornisa, en este caso la cornisa sería Lux, principalmente de ella depende nuestra primera realidad, algunos lo llaman la primera vida que sería una esfera, delicada que si alguno de estos 3 elementos que lo sostienen falla podría derrumbarse y caerse.
Estaba tan concentrada leyendo que había perdido la realidad a mi alrededor, caí en cuenta al escuchar un suspiro de mi castaño acompañante.