Serendipia

16 Volar

MARVIN

Entraron Jason y Marlon, ya me lo habían presentado antes pero no había tenido la oportunidad de hablar con él.

-Marv, Alice nos dijo que estabas aquí ¿quieres salir con nosotros? Vamos a practicar, prometemos no hacerte daño.

-¿Más daño que esta soledad abrumadora? Lo dudo.

Me levanté y fui con ellos afuera, mientras Marlon practicaba su ya perfecta puntería, Jason estaba al lado mío, tomando el sol.

-¿Dónde está Alice?

-Descansando en su habitación.

Mire al castillo en dirección a donde estaba su habitación, detrás de las paredes.

-No es como la recuerdo, sabes…

-Es entendible, apenas habla con los demás de lo que le paso.

-Con quién habla más es con Jason, gracias a él sabemos lo que pasó -Dijo Marlon atinando una vez más a la diana.

-A ella no le molesta que sepan qué le pasó, pero no le gusta hablar de ello ¿sabes? Cuando yo la conocí la primera vez que la ví, en ese momento fue como ver un pollito tierno, indefenso, pero muy enojado -se río- Realmente fue muy duro.

-¿Qué le pasó?

Jason se sentó a mi lado, dudó un poco, miró a Marlon recoger sus cuchillos para luego volver a donde estaba parado antes, cuando volvió a lanzarlo directo en el blanco nuevamente, Jason me miró, serio pero ahora decidido a hablar.

-La asesinaron… después se enteró que fue Sira quien la mató.

-Pensé que había sido Thiago

-No, a Thiago le tiene un miedo diferente, ella entró por el otro castillo, la usaron de juguete, si hubiera tenido vida la hubieran deshecho, todo eso la afectó, sus poderes, su memoria, poco a poco se recupera, pero las heridas de la memoria tardan más tiempo en curarse que las físicas… Hubo un tiempo que teníamos que estar cerca de ella, sobre todo yo, necesitaba dormir pero las paranoias la atacaban, terrores nocturnos, tuve que hacer uso de la empatía para calmarla, claro siempre le pedía permiso, y si no la cuidaba yo, era Alka, fue un momento difícil, recuerdo que las primeras semanas estaba siempre afuera sintiendo el Sol.

-Parece que confía mucho en tí, ojalá pudiera hablar con ella como lo hice hace tres años.

-Te dije que le dieras tiempo, ella sabe que pronto recordará todo, pero debe ser paciente, te evita porque está tratando de recordarlo todo, y al mismo tiempo se siente incómoda cerca de ti, eres parte de esa vida que ya no tiene, una parte que quiere recordar pero no puede, bueno al menos ya habla contigo, no me lo ha dicho pero lo siento, tiene miedo de recuperar algo de lo que tenía y volverlo a perder.

-Ojala pudiera ayudar…
-Oye, deja de pensar en eso, mejor ¿Quieres ver algo increíble?

Jason para distraerme saco sus alas.

-¿Vienes?

Claramente asentí, me elevó un poco para que viera todo desde arriba, me aseguró que si volaba lo suficientemente alto podríamos ver el otro castillo, pero era demasiado arriesgado, alguien podría vernos, así que sólo veía árboles, a Marlon viéndonos, era sin duda uno de los mejores momentos de mi vida. Dimos una vuelta por todo el castillo, era grande, bastante, pero hermoso. Sentí el viento en mi cara y tocando cada parte de mi cuerpo, cerré los ojos disfrutando el momento, no es algo que pudiera volver a vivir, entendí completamente porqué Jason se sentía más vivo ahora, de estar en una habitación sin poder salir y con tan poco contacto humano, a esto, era un océano de diferencia, una vida de diferencia.

Cuando volvimos, Alice ya estaba con Marlon, estaba intentando hacer lo mismo que él pero su puntería no era muy buena. Jason le gritó poco antes de estar ambos en el suelo.

-Deja eso, le sacarás un ojo a alguien.

-Y tú no lleves a Marvin tan alto o nos meterás en problemas.

-Tranquila, soy cuidadoso.

-Más te vale, o tendré que golpearte.

Pasamos la tarde todos apuntando a la diana, y debo decir con mucho orgullo que estaba en tercera posición, para alguien que no tiene superpoderes, era sin duda mejor que Jason, él se quejaba de Alice, pero por lo menos ella le daba, las suyas salían volando por todos lados.

Ya cansados, el anochecer llegó, Jason y Marlon se quedaron fuera, Alice y yo fuimos a cenar, por primera vez juntos sin un silencio incómodo, sin tensión, cuando estábamos dentro, vimos entre los estantes que podríamos comer, sin duda algo mexicano, amaba que Jason me alimentara, pero ya necesitaba algo de mi país, y el cielo estaba de mi lado, había de todo para poder hacer chilaquiles, ay mi comida natal, como la extrañaba, al girar Alice estaba parada frente a un estante, dispersa, al hablar la saque de sus pensamientos.

-¿Estás bien?

-Sí ¿Qué harás de cenar? -Ella había bajado una caja de cereal

-Chilaquiles

Sus ojos brillaron, creo que de emoción, ambos somos mexicanos así que sin preguntarle comencé a hacer lo suficiente para dos porciones completas.

-Hace tanto que no como chilaquiles… bueno, nada de México.

-Perdona mi pregunta, pero ¿Porque no cocinas tú?



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En el texto hay: romance y fantasia, romanace

Editado: 15.08.2025

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