Serendipity

Un encuentro

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El ruido brusco que sonaba en la puerta, se debía a Fredek. Quién al menos hace quince minutos había llegado y no le habrían.

 

Thomas abre los ojos con dificultades, el ruido que fue causado por Fredek le ha despertado. Con cansancio se incorpora, de solo incorpararse es notable la presencia de alguien abajo de él. El ver a una Lila durmiendo cómodamente, le da algo de alegría. Sonríe y quita su mano que estaba bajo la cintura de ella, sin embargo ella se aferra más a él. Tenía que liberarse, si es que no quería que Fredek siga tocando la puerta y llegue a despertarla.

 

Busca algo más suave que él, un peluche de felpa de color rosado es la mejor opción. El regalo de Fredek sirvió de algo, ya liberado abre la puerta y deja pasar a Fredek.

 

- ¡Demo-

 

La mano de Thomas enseguida cubrió la boca de Fredek interrumpiendo su grito y obteniendo un gruñido por parte de él.

 

- Lila está durmiendo, no hagas tanto alboroto. -pronunció cogiendo las bolsas que Fredek tenía.

 

Las lleva a la cocina y da por cocinar el almuerzo. Fredek solo se sienta en el sofá y decide ver en la televisión.

 

- Ahora que lo pienso, ¿Cuándo trabajas?

 

Preguntó curioso Fredek. Thomas se congela por unos segundos, no podía trabajar, dejar sola a Lila era peligroso. Podría ocurrir un incendio o cualquier accidente y nadie sabría que Lila no podía hacer nada. Pero sin trabajo, no podía hacer las cosas que les gustaba. Nunca lo pensó, pues estar con ella le hacía sentir cómodo y olvidar cosas importantes.

 

El dinero no sería tanto problema. Tiene lo suficiente como para vivir en los tres próximos años y con la compañía de Lila, le duraría dos máximo.

 

- El dinero no es imposible en estos momentos. - respondió.

 

Fredek suspira ante su respuesta. Se da cuenta que su amigo está arriesgando en hacer lo que más le gusta. Lo piensa por unos momentos, pero es imposible que tenga tiempo para cuidar de Lila; además su trabajo de él cambia de horario cuando se trata de urgencia.

 

No tendría donde dejarla en esas urgencias.

 

- Puedo cuidarla. - se arriesgó. - pero solo podría los Lunes a Jueves.

 

Los ojos de Thomas se iluminaron al oír a Fredek decir que cuidaría de Lila. Siente que su suerte es demasiado, al tener a un amigo como Fredek.

 

Fredek solo piensa en todo lo que le debe a Thomas, puede recordar que desde niño él le debía cosas a Thomas. Momentos en los que podía ayudar y él solo lo ignoró, ignoró a su amigo; por eso siempre cuando puede lo ayuda.

 

- Te pagaré.

 

- ¿Qué? No es necesario, en realidad esos días tengo libre las noches, así que no hay necesidad, además el tiempo es aburrido en casa.

 

- Deja de hacerte el de rogar, solo recibe. - insistió.

 

- Nope, esto es solo un pequeño favor, además Lila pronto caminará y hablará.

 

Afirmó de forma orgullosa. Thomas se cansa y decide rendirse. Sabe lo insistente que puede ser Fredek en algunas ocasiones.

 

El teléfono de Thomas suena interrumpiendo su conversación, contesta inmediatamente al ver el contacto.

 

- ¿Padre?

 

Fredek al instante se incorpora al igual que sus oídos.

 

- Sí ya llegué a Rusia.

 

Contesta a la pregunta de su Padre.

 

- ¿Te encuentras mejor?

 

Su Padre le responde afirmando. Pero pide el ver a su hijo.

 

- No creo poder ahora, estoy buscando trabajo todavía y un lugar para vivir.

 

Mintió. Thomas como antes no iva a permitir dejar a Lila sola, su Padre al instante le da algo de "ayuda" aunque para Thomas no lo es. Le decide enseñar una casa para él y un trabajo donde le paguen bien.

 

- No, no quiero molestarte; ya soy un adulto como para dejar que mi Padre me ayude en esas cosas ¿No crees?

 

Thomas intranquilo pide que su Padre acepte y deje de insistirle. Para darle un alivio, su Padre lo acepta y pide que lo visite lo más pronto posible.

 

Thomas asiente y cuelga con una despedida.

 

- Vaya, tu Padre no ha de cambiar; no sé si sentir envidia de que tu Padre esté dispuesto a todo por ti o pena el que se meta en tu vida. - inquiere Fredek, al ver lo aliviado que estaba Thomas.

 

- Algo me dice que si lo visito pronto, me pedirá que salga a citas con alguna de las que él escoge. - continuó. - de seguro que si aceptaba trabajar, me pondría en el hospital en el que está internado.

 

- Por cierto, ¿Qué tiene tu Padre?

 

- Es solo el cansancio que le causa la empresa, dice que a veces se estresa y se le dificulta al respirar, al principio pensé que se trataba de algo serio; pero luego me di cuenta que solo es la edad.



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En el texto hay: romance, relatos de amor, sirenasytritones

Editado: 17.02.2019

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