Seres Almáticos. Fuerza de Voluntad. Inari Masga.

18. Lunes 6 de Julio.

Me desperté con las caricias de Sandy sobre mi cara, yo estaba acostado en su pecho, me levanté despacio y la besé - Buenos días, amor, ¿qué hora es? - saludé, ella sonrío - Buenos días, cariño, son las ocho de la mañana - me respondió tranquila  me preocupé, ya habrán despertado mis padres; me fui levantando hasta que sentí una punzada de dolor proveniente de mi pierna, Sandy se levantó a ayudarme - ¿estás bien? - se preocupó, las sábanas que la cubrían se cayeron con el rápido movimiento, su cuerpo desnudo atrajo mi atención, sonreí - estoy bien, sólo fue una punzada - expliqué la abracé y la besé, quisiera quedarme con ella pero debo asegurarme de que mi madre no se preocupe demás - ¿amor? - le pregunté llamando su atención - ¿sí? - se alejó sólo un momento para poder verme a los ojos -  tengo hambre, ¿desayunamos? - insinúe, ella sonrió - claro, iré a cambiarme - así lo hizo, ella se vistió con su uniforme y yo me puse la pijama que traía anoche, me miré en su espejo y la abracé - estaré en la cocina por si mi madre me busca - le comenté mientras se acomodaba un mechón de cabello detrás de la oreja - Sí, cariño - ella me besó y yo me fui directo a la puerta, le mandé un beso y cerré; no había nadie en el comedor, eso me tranquilizó, caminé lentamente rumbo a la cocina, bostecé, me detuve un momento, sonreí, ¡qué noche!, sacudí mi cabeza, seguí avanzando, llegué hasta el desayunador, mi sonrisa de tonto aún no se desvanecía, quiera o no admitirlo, ella me ha dado la seguridad en mí mismo que necesitaba para enfocarme en mi recuperación.

Volví a sacudir mi cabeza, me acerqué al refrigerador a sacar la leche y tome de la boquilla; en justo momento escuché los gritos de mi madre, buscándome, apareció en cuestión de segundos, me encontró aún tomando la leche de la boquilla, ella respiró profundo y luego comenzó a reírse, yo sólo la miraba, por alguna razón me encontraba sediento - ¡Mi amor! Me  das un susto de de muerte - dijo entre risas, me terminé la leche y sonreí - ¿por qué, mom? - pregunté divertido por su expresión, mi madre se acercó a mí y me abrazó - ¡Ay, hijo, tan inquieto como siempre! - le correspondí el abrazo, suspiré - mami, tengo hambre - le dije casi en susurro, ella se separó del abrazo pero sin soltarme - ¿qué quieres desayunar, amor? - me preguntó alegre mientras me llevaba al desayunador - no sé, ¿qué me sugieres? - dije algo distraído, después de haberme sentado mi madre se dirigió a la estufa, a lado de esta había un papel, ella lo tomó - el doctor Indicó que necesitas consumir potasio y cítricos...  - comenzó a decir sin apartar la vista del papel - ¿quieres una malteada de plátano y quizás, pescado con ensalada? - preguntó a la deriva, en algo pensaba, mi madre abrió el refrigerador, removió algunos tuppers, luego se recargó sobre la puerta y me miró esperando mi respuesta - me parece bien, mamá - le dije con una sonrisa, mi madre asintió y sacó los ingredientes, comenzó a cocinar; yo no podía dejar de sonreír, miraba mis manos sobre la mesa.

En eso escucho que alguien baja por las escaleras, alzo la mirada en dirección a la entrada de la cocina y veo a mi padre entrando con la mirada fija en el celular, ¿estará pensando en el trabajo o sólo verá la hora? Mi padre vestía con la pijama de franela qué tanto le gusta, sus ojos seguían hinchados, en cuanto dejó de ver el celular sonrío al percatarse de mi presencia - Aquí estás - dijo con sorpresa - Sí, aquí estoy - confirmé con cierta diversión; mi padre ya se había acostumbrado a mis constantes lesiones y rápidas recuperaciones, pero pese a ello, le seguía sorprendiendo ante todo; mi papá se sentó en una de las sillas que estaban al lado mío - ¿Qué desayunaremos, amor? - preguntó en dirección a mi madre, ella dejó lo que hacía y volteó a verlo, sonrío - filete de pescado con salsa de champiñones y ensalada - mi papá sonrío, se levantó y se acercó a mi madre, la besó - ¿y de postre? - preguntó con picardía,  mi madre se sonrojó, así eran mis padres todos unos románticos, a pesar de la gran diferencia de edad que hay entre ellos; aunque mi padre sea "come años" es bastante grande a comparación de mi mamá; volví a escuchar el crujir de las escaleras, al parecer Jared ya se despertó, mis padres se separaron, mi madre continuó cocinando y mi padre preparó el jugo de naranja, al poco tiempo entró Jared con el celular en mano, se nota que es hijo de mi padre, la diferencia era que él ya estaba vestido, ¿irá a algún lado? Jared tomó asiento en la misma silla que había tomado mi padre unos momentos antes, Jared dejó el celular sobre la mesa y sonrío al verme - Aquí está mi hermano inquieto - dijo mientras sacudía mis rizos - ¿inquieto? - pregunté sarcástico y luego le saqué la lengua modo de juego - Buenos días, papá, Vere - saludó a mis padres cuando ambos se acercaron a dejar nuestros platos y jugos, luego mi hermano se levantó por los cubiertos y la mayonesa.

Una vez que estuvimos todos sentados comenzamos a comer, todo estaba delicioso, Jared y mi padre no dejaban el celular, comúnmente mi madre los hubiera regañado, pero hoy parecía ausente - ¿hoy irás a la escuela, Jared? - pregunté tratando de romper el incómodo silencio - no, hoy me dieron el día libre para poder avanzar en mi proyecto - respondió sin apartar la vista de su celular, suspiré - ¿De qué trata tu proyecto? - pregunté con curiosidad, ahora mis padres prestaban atención, mi hermano se vió obligado a dejar el celular por unos momentos - tengo que presentar un caso, el perfil de dos implicados y la posible defensa de ambas posturas - explicó con una sonrisa que demostraba emoción y cansancio, me sorprendí su proyecto sonaba complicado - ¿prácticamente tienes que hacerle de criminalista, criminólogo y abogado? - pregunté sin salir de mi asombro, mis padres se veían igual de sorprendidos - Así es - asintió y se metió un gran bocado de pescado - ¿no es algo aburrido? - pregunte más por lo laborioso que sonaba - depende de qué punto de vista lo veas - respondió con la boca llena, se pasó el bocado, tomó un sorbo del jugo de naranja - yo lo veo como un reto para desarrollar mis habilidades, tanto de lógica como de investigación - añadió con una sonrisa, recogió sus trastes, los lavó y se marchó. Mientras tanto yo terminé de disfrutar mi desayuno, hoy no tengo prisa ni nada pendiente para hacer...




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