Seres

Capitulo 3

Todo era una locura y su vida sin duda había cambiado drásticamente desde su accidente, en su clase todos sus compañeros querían hablar con ella, los profesores eran más duros, seguramente por pedido de su padre y el escándalo que había hecho, y tenía amigas. En la primaria la vida era más sencilla, si tenías un don o no, no era tan esencial, pero una vez en la secundaria, lo era todo. Sin un don no eras nadie o al menos eso le había enseñado su mejor amiga Janeth que había dejado de hablarle.

Ahora era diferente. Tenía amigas, y no amigas cualquieras, ellas tenían dones y eran geniales, realmente mostraban interés en ser sus amigas, no como en casos anteriores que se acercaban porque su padre había sobornado a sus padres, así que después de la mudanza de hace dos años, no tenía amigas cercanas.

Nadie la molestaba, aunque había jurado percatarse de haber visto a Amara asesinar a gente con la mirada en varias ocasiones. La directora castigó a sus torturadores quitándole sus dones por un mes, pero se sintió aterrada cuando el mes acabó. Sus amigas la acompañaron a clases como escoltas, pero ninguno de los tres se atrevió a acercarse.

Pasaban tiempo juntas durante los recreos, hasta la habían unido a un grupo de teléfono donde pasaban largas horas hablando tonterías. Lo que más le sorprendía de ellas era que se asombraban por cosas que ella nunca había hecho, que según ellas era una locura. El ejemplo más alarmante había sido la vez que les había contado que nunca había asistido a una pijamas e inmediatamente, Vía organizó una en cuestión de días. Por lo tanto, estaba acomodando su casa junto a su madre, esperando que llegarán.

Su madre estaba tan emocionada como ella, tal vez, incluso mucho más. No se separó de la cocina hasta que hizo cantidades monstruosas de pizzas, palomitas y postres, sin contar que habían comprado cantidades abismales de golosinas y snacks, hasta le compró un nuevo pijama de seda color rosa precioso. Juntas reacomodaron su cuarto para que las cinco pudieran dormir cómodas, incluso movieron la televisión de la sala a su habitación para que pudieran ver películas. No se imaginaba la vida sin su madre, ella era su mejor amiga.

El timbre sonó, su madre la abrazó con fuerza y le besó la frente.

- Cualquier cosa que necesiten estaré en la cocina o en mi dormitorio, diviértanse mucho.

Abrió la puerta y las primeras en llegar fueron Ash y Tiff, había aprendido bastante rápido la dinámica del grupo y eso significaba que tanto Ash como Tiff no iban a ningún lado sin la otra. Esa amistad tan antigua le daba un poco de envidia, pero se tuvo que recordar que ya no estaba sola, ahora las tenía a ellas.

- Wow, tu pieza es muy ordenada.

- A comparación de la tuya, cualquier cosa es ordenada- Tiff recorrió su habitación con la mirada, eso la inquietó un poco, tal vez se había enfocado demasiado en los preparativos, cuando tuvo que haber remodelado un poco su habitación para no hacerla tan...- Me gusta, es muy tu estilo Cathie- largo el aliento y sonrió de alivio.

- Se parece a la habitación de Cory, creo que te caería bien mi hermano.

No tuvo tiempo de preguntar qué significaba eso porque el timbre volvió a sonar. Vía llegó con una bolsa enorme jurando que traía el tesoro más preciado del universo pero que lo verían cuando estuvieran todas y no hubo suplica que la doblegara. Ash y Tiff dijeron tantas hipótesis sobre lo que podía haber en la bolsa que ella terminó rogando a Via que les mostrara lo que había dentro. Amara, como le advirtieron las chicas, llegó última y cuando se sentaron a comer juro entre guiños tener una sorpresa. No fue hasta que las cinco estuvieron solas en su habitación que Via agarró su bolsa y desparramó una cantidad inmensa de mascarilla en el suelo y Amara sacó una botella de tequila de su mochila.

- ¡NOCHE DE CHICAS! - gritaron todas y le quedó claro que tenían definiciones de pijamada muy diferentes.

- Muy bien veamos... Ash- Via fue tirando a cada una entre dos y tres mascarillas mientras inspeccionaba la cara de cada una con una mueca pensativa- Tiff, acodarte de desmaquillarse antes de acostarte, juraría que tus pestañas tienen rímel de hace dos días- además de las mascarillas le tiró algodón y desmaquillante- ¡Amara, cuántas veces te dije que no usaras jabón de cuerpo en tu cara!

- Perdón mamá- contestó con ironía y con los ojos en blanco.

- Todas van a matarme de un infarto - la miro a ella y le apuntó con el dedo- Nunca lo hagas - solo le quedo asentir en silencio, acababa de poner en su lista de temperamentos a Via en segundo lugar, Ash estaba primera - ¿Sabes que tipo de piel tienes Cathie?- se la quedó viendo sin entender qué estaba queriendo decir y en respuesta ella soltó un suspiro, le tomó la barbilla y le inspeccionó el rostro - Nada mal, solo lo básico. Primero tienes que hidratar, después una mascarilla negra, le sigue una descongestiva y después crema.. ¡PARA LA CARA!- le indico y gritó lo último como una orden, aunque fue algo más general que solamente para ella.

- Era una crema, no sabía que había diferentes tipos de crema - Ash estaba roja.

- ¿Es así siempre? - le murmuro a Amara por lo bajo.

- En ocasiones, pero se pone más histérica cuando se trata de esto.

- ¿Es necesario tantas mascarillas? - volvió a preguntar, eran demasiadas y ya se había olvidado el orden.

- Nunca digas eso en voz alta o Via provocará un huracán, te meterá dentro y te mandara al Congo - Ash tenia la cara de color negra, dejando las zonas de sus ojos y boca libres- Cierra los ojos - obedeció temerosa. Su corazón se aceleró un poco con miedo a que le vaciara la mascarilla negra en el cabello pero solo sintió que le roseaban algo en el rostro con un riquísimo aroma a rosas.

Le dieron indicaciones para que usara la mascarilla negra y Via le explicó las diferentes qué había. Ella, Amara y Tiff tenían una que parecía papel y después estaba la que tenía una consistencia pastosa que debías aplicarla con las manos y al secarse, te la sacabas de un tirón, si hubiera sabido que dolía tanto y que su rostro estaría tan rojo de la irritación, hubiera elegido la de papel. Siguió la mascarilla descongestiva, que fue un alivio para su rostro que estaba en llamas y Via le comento que era porque su piel debía de ser muy sensible para ese tipo de mascarilla. Todas estuvieron durante veinte minutos con mascarillas de papel blancas y se sacaron fotos riendo y haciendo poses de spa y comentando que les faltaban las batas, ya que todas tenían unas vinchas de tela peludas y rodetes para sujetar sus cabellos.




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