Seres

Capitulo 9

El ambiente, desde que habían intentado escapar, era extraño. Todo el personal los trataba con amabilidad mientras que ellos los veían con desconfianza. El personal había recortado sus horarios de trabajo, incluso Taylor les había conseguido algo de maquillaje. Ash aun seguía distante, era obvio que ella lo hacía para ganarse su confianza, pero cuando trajo productos capilares, ella ya no fue capaz de ceder.

Via volvió a lucir como ella, con su delineado y labios rojos, y su cabello estaba devuelta a la normalidad, cayendo sobre su espalda en prolijos bucles. Por el momento, seguían sin información nueva, se sentía un poco más en casa, aunque, el único detalle fue que tuvieron que fingir sorpresa cuando Robinson mencionó lo que habían escuchado por la radio robada.

Tardo una eternidad para ir a la sala de entrenamiento, no quería entrenar individualmente con Robinson. No importaba que la gran mayoría ya lo hubiera hecho y le hubieran dicho que estaba bien, ella simplemente no quería ir y punto. El ambiente en el entrenamiento grupal era tolerable, pero no se creía capaz de soportar un entrenamiento a solas con él, así que planeo hacer todo lo que él le dijera de mala gana y cuando estuviera a punto de cumplirse la hora, se marcharía enfadada sin su permiso.

Cuando llegó él ya se encontraba esperándola, con una expresión indescifrable en su rostro y llegó a la conclusión que esa expresión era peor a que su enfado fuera evidente. Lo único que había en la habitación era una mesa con cosas y una silla.

-Cowhen- Robinson la miro a ella, luego a la mesa y finalmente a ella otra vez.

Con ese simple gesto le informo que no hablaría con ella, así que obedeció y se sentó. Ash se sorprendió al ver lo que había sobre la mesa y lo miró extrañada. Había una botella de plástico, un puñado de arena y una pieza extraña de metal, que no pudo distinguir de qué era.

-Empieza con lo fácil- le señaló la botella.

- ¿Quieres que queme esto? - aquello le parecía un chiste, podía incendiar la mesa si ella quería.

- No. Quiero que lo manipules.

Aunque le pareció absurdo, obedeció. Fue demasiado sencillo, solo vio la botella y con un ligero movimiento de mano, comenzó a emanar calor, ni siquiera fuego en su totalidad, la botella rápidamente comenzó a achicharrarse hasta terminar hecha un bollo sobre la mesa. El plástico derretido se había pegado a la mesa.

Levantó su mirada hasta Robinson y le hizo un movimiento con la cabeza para que continuara. Ash se alegró de que la consigna fuera sencilla, porque dudaba llegar lejos si él seguía sin dirigirle la palabra.

Continuó con la arena, tomó un puñado con sus manos y apretó con fuerza. Enfocó todo su fuego en sus manos, con la arena era diferente, el calor no era suficiente, debía usar el fuego para convertirla en vidrio y moldear. Al principio sintió un cosquilleo cálido que se fue volviendo más abrasador hasta que sus manos se vieron envueltas en llamas y se vio obligada a elevar cada vez más la temperatura. Sus manos comenzaron a dolerle de lo fuerte que las tenía apretadas y las llamas se habían convertido en grandes lenguas de fuego que casi le llegaban a la altura de Robinson.

Una gran presión en su cabeza la golpeó. Era la primera vez que intentaba algo así y se sentía exhausta. La composición de la arena ya había cambiado, la sentía líquida e hirviendo en sus manos y algunas gotas habían comenzado a filtrarse entre sus manos y goteaban en la mesa. Pero sabía que con eso no era suficiente, él quería ver la arena convertida en vidrio y que la modelara.

Lo más difícil fue descender su temperatura. Sus manos temblaban y puso toda su atención en descender su temperatura y que las llamas descendieran hasta extinguirse. Cuando el vidrio líquido comenzó a solidificarse se apresuró a modelar, no tenía ninguna indicación ni una idea en su cabeza, por lo tanto, se decidió a hacer una esfera de vidrio. Poco a poco, el vidrio se fue enfriando dándole tiempo a terminar de pulir la espera hasta que quedara perfectamente redondeada.

Con un gran suspiro la dejó sobre la mesa hasta que se enfriara y se recostó sobre el respaldo de la silla. Cuando el vidrio dejó de estar al rojo vivo y se volvió translúcido, observó a Robinson y su mirada revelaba algo que rozaba la satisfacción.

-Ahora el metal.

Una parte de ella se sintió aliviada de que él volviera a dirigirle la palabra, tal vez ambas partes debían confiar en el otro y esperar lo mejor. Pero por otra parte se sentía exhausta y quería un respiro, convertir arena en vidrio fue un desafío. El en ningún momento la apuro y dejo que recuperara el aliento, si la arena le parecía un desafío, no sabía qué esperar del metal.

Observó la extraña pieza tratando de descifrar como lo haria, pero se sentia estancada y solo estaba retrasado el momento que claramente tenia que atravesar si o si. No había duda que él no la dejaría abandonar la habitación hasta que al menos lo intentara y sin tener una idea clara de cómo manipular el metal, recurrió a su instinto más primitivo y lo atacó.

Sus manos estaban a bastantes centímetros de distancia de la pieza y el fuego golpeaba a la pieza sin piedad. Su esfuerzo era tal que se le escaparon gruñidos, la pieza estaba completamente envuelta en llamas y la temperatura de la habitación aumentó drásticamente. Ahora el fuego venía desde su centro, sin piedad y sin control. Cuanto más se esforzaba, más aumentaban sus llamas y su dolor de cabeza, incluso sus manos habían comenzado a escocerle.

La botella y el vidrio se convirtieron en un charco que burbujeaba a su lado y la pieza apenas había sufrido unas deformaciones. Dejándose llevar por su impaciencia y cansancio, agarró la pieza y comenzó a tironear de esta, sus llamas ya no estaban en su manos, sino que el calor abrasador y las lenguas de fuego le llegaban hasta los codos.

Si no hubiera estado tan concentrada en la pieza, hubiera visto como Robinson tomaba distancia de ella. El se encontraba rojo y bañado en sudor.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.