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Ashlee 
 

-¿Familiares de Melissa Thompson? 

Escuchamos de pronto por lo que mi mamá y yo nos separamos y miramos a quién llamó. 

-Nosotros doctor -dijo Chris ante el silencio de mi madre y el mío. 

-Verán. La situación de Melissa es delicada. Realizamos los exámenes correspondientes y hemos concluido que la quimioterapia que se realizaba surgió efecto los primeros meses, luego su cuerpo no siguió el proceso normal. Por lo que en este momento su cuerpo esta bastante débil. Es necesaria una operación de médula ósea lo antes posible. 

-¡Oh Dios Mío! -exclamé sorprendida mientras mi madre me abrazaba y comenzaba a llorar -¿se puede ver? 

-Estoy haciendo que la trasladen de habitación. No se preocupen, haré que pronto les avisen.

-Gracias doctor. Esperaremos -dijo Chris en respuesta. 

-Con su permiso me retiro. 

-Adelante doctor. 

No podía creer lo que pasaba con mi hermanita. Ella siempre había sido tan luchadora, alegre ante la vida a pesar de lo que pasaba con ella. Dándole fuerzas a mi madre para que no estuviera triste y a mí para que estuviera tranquila no importando la distancia que nos separaba. 

No me imaginaba como debía de estar o lo que debía sentir en este minuto. Daría lo que fuera para que ella no estuviera así ni aquí en el hospital. 

No quería llorar, al menos no frente a mi madre. Necesitaba ser fuerte para ella y también por Melissa, estaba segura de que no le gustaría vernos así. 

-Calma mamá, todo irá bien. Ya lo verás. 

-¿Cómo estás tan segura? Ya escuchaste lo que dijo el médico. Lo más seguro es que necesitemos un trasplante de médula ósea para tu hermana.

-Si mamá, escuché lo que dijo el doctor. Pero por favor, mantente en calma, te aseguro que a mi hermana no le gustaría verte así. 

-Sí hija, tienes razón. Al menos estoy contenta de que ya estés aquí conmigo. Bueno, en realidad ustedes dos -se corrigió mirando a Chris. 

-Descuide Ellen. Estaremos todo el tiempo que sea necesario. 

-¿Cómo dijiste era su apellido hija? 

-Soy Christopher Adams, Ellen. 

-¿Adams? ¿Esa no es la empresa donde trabajas?

-Sí mamá. Christopher es mi jefe y el dueño de la compañía.

-¡Hija! No lo puedo creer. 

-Ellen, tranquila. Que lo que tenemos su hija y yo, no es la historia cliché donde el jefe se involucra con su secretaria donde para... usted sabe -dijo Chris calmando el susto de mi madre y me abrazaba y besaba la cabeza-, yo a su hija la quiero de verdad.

-Sólo espero sean felices.

-Le aseguro que es lo que más quiero -le prometió mi novio. 

-Señores -fuimos interrumpidos por el médico. 

-Díganos doctor -dijo mi madre. 

-Ya la hemos trasladado a una habitación para que puedan verla. Esta en la habitación 721. Deben volver al ascensor y subir al séptimo piso, luego de dirigen a la derecha. 

-Muchas gracias doctor... - le dije y pregunté su nombre para agradecerle. 

-Soy el doctor Raymond Phillips. Más tarde pasaré a ver a Melissa. Ya pueden ir a verla. 

-Gracias doctor Phillips -Christopher lo despidió y se lo llevó para el costado para hablar un momento con él.

-Vamos mamá. Vamos a ver a Mel. 

-Sí hija, por supuesto. Ya quiero ver a mi niña. 

-Te aseguro que ella también querrá verte. 

Abrazadas fuimos hacia el ascensor. Me giré hacia Christopher y alcé la mano indicándole que iríamos hacia arriba. Él entendió y me hizo señas que ya nos alcanzaría.

Apreté el botón del ascensor y al cabo de un minuto la puerta se abrió. Entramos y nuevamente apreté el botón, esta vez para subir. 

Pude ver que mi mamá ya se encontraba tranquila al saber que nuestra Melissa estaba bien. Pequeñas sonrisas de alivio brotaron en los labios de mamá. Estaba feliz por ella, ya que sabía lo que había pasado junto a mi hermana para salir adelante de su enfermedad. 

Se abrió el ascensor y nos encaminamos según las indicaciones del médico. Buscamos la puerta 721 hasta que dimos con ella. 

Mamá se separó de mí y abrió la puerta para entrar. Yo lo hice detrás de ella. 
 

Christopher 

-Gracias doctor Phillips -le agradecí y en silencio lo llevé a un costado de la sala. El médico entendió y me siguió. 

Me giré hacia donde estábamos hace sólo un minuto y Ashlee invitaba a su madre para que vean a Melissa. Se devolvió un momento hacia mí y me indicó que irían donde su hermana. Le respondí indicándole que entendí el mensaje y le hice saber que luego las alcanzaría. 

-Bueno doctor. Necesito por favor, me de más detalles acerca de Melissa, tanto su hermana como su madre se encuentran muy nerviosas con todo esto. 

-De acuerdo ¿señor...? 

-Christopher Adams. 

-Señor Adams, como les explique antes, la situación de Melissa es bastante compleja y todos los que hemos estado verificando los análisis que le hemos hecho a la paciente, estamos sorprendidos. No es común ver un retroceso como el que hemos visto.

-¿Y eso que implica? 

-Lo más seguro es que debamos de realizarle un trasplante de médula ósea. Para poder realizarlo de manera efectiva debemos hacerlo con familiares directos, ya sea un padre, una madre o bien hermanos.