¿seria mi novia, señorita?

21

Ashlee

Luego de despedirme de Chris y volver a la habitación, seguimos conversando un buen rato con mi madre y mi hermana.

Estaba más relajada porque mi madre estaba más tranquila con respecto a mi hermana y Mel no había perdido el ánimo a pesar de estar en la situación en la que se encontraba.

Decidimos con mi madre ir a almorzar y así dejamos descansar a Melissa que lo necesitaba. Desde que llegamos solo habíamos estado aquí en el hospital acompañando a mi hermanita. Le envíe un mensaje de texto a Christopher, dándole la dirección del restaurante al que íbamos.

Nos despedimos de Mel y nos encaminamos a la salida. Como mi madre no sabía manejar y yo dejé mi auto en Chicago tomamos un taxi. Al subir le dimos la dirección al conductor y éste nos llevó a destino.

-Ahora si te ves mejor cariño.

-Gracias amor. Necesitaba cambiarme de ropa y tú también lo harás.

Inmediatamente me miré la ropa que llevaba puesta.

-¿Qué tiene de malo la que llevo puesta? -pregunté curiosa.

-Nada amor. Es sólo que prefiero comprar algo de ropa nueva ya que no alcanzamos a armar bolso ni maleta antes de venir.

-Chris no es necesario, yo tengo algo de ropa en casa de mi madre.

-Lo sé Ash, pero quiero hacerlo. Ya tengo todo listo. Una colega asesora de Miriam, mi asistente de compras, recomendada por ella, no tiene problemas en ayudarte. Yo ya me reuní con ella y muere por conocerte.

-¿Muere por conocerme? -pregunté dudosa.

-Bueno como toda mujer, o la gran mayoría de ellas, a la que le encantan las compras, me comento que sus últimos clientes han sido hombres, así que esta ansiosa de trabajar contigo.

-Esta bien ¿Y cuando debo juntarme con ella?

-Había pensado que ahora después de almuerzo. Mientras antes se haga, mejor.

Justo venía mi madre regresando del baño y se unió a nosotros.

-¿De qué me he perdido hasta el momento? -preguntó de inmediato.

-Le estoy diciendo a Ashlee que me acompañe a comprarse algo de ropa.

-Me parece estupendo. Te vendría bien distraerte también hija. Ve y acompaña a Christopher.

-De acuerdo -dije resignada, precisamente no era de las mujeres entusiasmadas con las compras ni nada de eso, así que por eso no me encontraba tan entusiasmada con la idea- ¿qué harán ustedes mientras tanto?

-Yo me pasaré a la casa y luego volveré al hospital.

-Yo tengo que resolver unos asuntos pendientes.

-¿De la empresa?

-Sí amor. No te había dicho nada para no preocuparte, pero no es nada grave.

-De acuerdo.

Por suerte ya estaba terminando de hacer las compras. Le dije a Susan, la asistente de compras que sólo compraría lo justo. Veníamos de paso y no quería abusar del dinero de Christopher porque al final era él quien pagaba todo, por más que me dijera que gaste lo que sea.

-Espero estés a gusto con todo lo comprado -me dijo la pelirroja.

-Con esto es más que suficiente. De hecho es bastante más de lo que estoy acostumbrada a gastar en ropa.

-Pero déjame decirte que te veías preciosa con todo esto que compraste. Estoy segura que Christopher estará feliz.

-De seguro -dije riendo.

Fuimos interrumpidas por mi teléfono que comenzó a sonar dentro de mi cartera. Al sacarlo vi que era mamá quien llamaba.

-Hola mamá! ¿Pasa algo?

-Sí hija. Tu hermana tuvo una descompensación. Necesito vengas conmigo. No puedo más.

-Calma mami. Llamo a Chris y vamos para allá.

-Esta bien Ashlee, pero que sea pronto.

Nos despedimos y marqué de inmediato el número de mi novio.

-¿Hola?

-Cariño soy yo. Necesito vengas a buscarme al centro comercial. Mel tuvo una recaída.

-De acuerdo. Estoy en 10 minutos allí. Te veo en la entrada.

-Nos vemos. Te quiero.

-Y yo a ti.

Colgué nuevamente el teléfono y lo guardé en mi cartera.

-¿Paso algo Ashlee? -preguntó Susan sentándose a mi lado en la banca.

-Mi hermana tuvo una recaída. Esta enferma.

-¡Dios Santo! Lo lamento mucho.

-Gracias. Debo ir a la entrada. Christopher pasará a buscarme.

-Sí claro, por supuesto. Vamos para allá.

Nos levantamos de la banca y nos encaminamos hacia la entrada del centro comercial. Sólo pasaron un par de minutos cuando vi que Christopher se venía acercando con el auto. 
Una vez que salió del auto, nos ayudó a guardar las bolsas en el maletero y nos despedimos de Susan para ir al hospital.

-¿Qué fue lo que pasó?

-No lo sé. Mamá sólo me dijo que Mel tuvo una descompensación, no sé mayores detalles.

-Todo estará bien. Esperemos a ver que es lo que nos dice el médico.

-Eso espero. Muero si le pasa algo a mi hermana.

-No te agobies.

-Me preocupa mamá. Todo esto ha sido duro para ella.

Chris tomó mi mano y la acercó a su boca para besarla.

-Todo estará bien -repitió.

Luego de unos 15 minutos conduciendo llegamos al hospital y fuimos inmediatamente a la habitación de Mel.

Al llegar vimos al doctor Phillips acompañando a mi madre y a mi hermana.




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