¿seria mi novia, señorita?

24

Era lunes. Estaba terminando de desayunar, luego de prepararme para ir a trabajar. Había pasado el resto del domingo algo inquieta. No había vuelto a sucederme nada raro pero aún así, la sensación de incomodidad no se me había ido del todo. 

Estaba terminando de lavar mi loza cuando me sonó el teléfono. Me limpié las manos para revisar y vi que me había llegado un mensaje de Chris. 

«Nena, te espero abajo ¿Ya estás lista?»

«Hola cariño. Estoy casi lista ¿En serio estas abajo?»

«Si no me crees mira por tu ventana»

Como toda enamorada prácticamente corrí a mi ventana para chequear si era verdad y así era. Le saludé y le mandé un mensaje. 

«Enseguida bajo»

«Aquí te espero»

Luego de leer su mensaje, guardé el celular en mi cartera, pero saqué de ella las llaves de mi departamento. Agarré mi chaqueta y me la coloqué bajo el brazo para salir. 

Al darme la vuelta para cerrar mi puerta tuve una sensación algo perturbadora. Disimuladamente vi por mi alrededor pero sólo había un joven acercándose hacia el ascensor. Nada raro. Terminé por cerrar mi puerta y me dirigí al igual que aquel chico al elevador. 

Al llegar vi que el ya apretó el botón de llamada por lo que sólo quedaba esperar a que se abriera la puerta para entrar. 
Cuando esto sucedió, entré de primera y el chico me siguió. Iba a marcar mi piso pero me detuve un breve instante. 

—¿A que piso vas? -le pregunté. 

-Primero por favor -respondió. 

Luego de apretar el botón del primer piso me acomodé hacia el lado derecho del ascensor, mientras que el chico lo hizo para el lado contrario pero girado hacia mí. Podía notar su mirada algo penetrante inclusive a través de la gorra y la capucha de su jersey. Era algo intimidante. 

Pasaron algunos minutos antes de que el elevador llegara por fin. Apenas las puertas se abrieron, el chico salió rápidamente en dirección a la salida. Mientras que yo iba a paso algo más lento. Pasé por la conserjería y saludo al conserje de turno, que era Roger y miré hacia la entrada buscando a mi novio. No me demoré mucho ya que estaba prácticamente en la entrada desde el lado de afuera.

Nos miramos un breve momento a la vez que me acercaba a él, mientras que Christopher hacia lo propio con una enorme sonrisa en el rostro como si no me hubiera visto durante semanas. Era un tierno que me enamoraba cada día más. 
Al llegar a su lado nos abrazamos por un breve instante pero fue mi novio quien lo interrumpió. 

-¿Sucede algo? -preguntó preocupado-. Te noto tensa. 

-No nada -mentí-. Sólo me alegra verte. 

-Yo también te extrañaba, pero ya me tienes aquí contigo ¿Estas segura que no pasa nada? 

-Bueno sí. No quería decirte nada todavía pero desde el día de ayer que llegamos, tengo una sensación extraña de que me estuvieran siguiendo. 

-¿Cómo dices? ¿Cómo es posible? 

-No lo sé. Primero me llegó una nota al departamento -la saqué de mi cartera para mostrársela-. No tengo idea de quien puede ser. No entiendo nada. 

-¿Estás segura? 

-¡Por supuesto que sí! ¿Cómo dudas de mí? 

-No, nena. No me mal interpretes. Es que todo es raro y no soportaría ver que alguien te hace daño.

-De verdad no sé quien pueda ser. Tengo miedo. 

-Tranquila ¿si? Haremos algo. Desde hoy mismo te vienes conmigo a mi departamento. 

-¿Qué? ¿Estás seguro? -lo imite. 

-Claro que sí. Esto para mí sólo esta comenzando y como te acabo de decir no quiero que nadie te haga daño. Además que nos casaremos. Es lógico que ya nos vayamos a vivir juntos. 

-Sí, pero -me interrumpió. 

-Pero nada. La decisión ya está tomada. Luego en la tarde, venimos aquí a buscar tus cosas y nos vamos a mi departamento. 

-Me parece bien. Además que hace un rato cuando venía bajando en el ascensor, me tocó hacerlo junto a un chico y no me dio muy buena espina. 

-¿Ves Ashlee? Con mayor razón. Dices no tener idea de quien puede ser y además de que sí alguien que quiere hacerte daño logró llegar a tu departamento, quizás que cosas podrían hacer más adelante.

-Tienes razón. Además tenemos que comenzar a hablar de nuestro matrimonio. 

-Así es. Por lo que mejor nos vamos ya. 
 


 

Narrador omnisciente 

Estaba intranquilo, impaciente. La tenía muy cerca suyo y debía aguantarse para no tocarla. Deseaba poder volver a abrazarla y hacerla suya de nuevo. 

El hablarle había sido una sensación maravillosa después de mucho tiempo. Aún seguía con la misma inocencia y belleza con la que la había dejado unos años atrás. 

Lo único malo de todo, era haberse dado cuenta de que ya no estaba sola. Tenía pareja y lo peor era no saber cuánto tiempo de relación llevaban. Estaba seguro que si llevaban mucho sería una misión difícil de realizar, en cambio si llevaban poco sería mucho más fácil. Deseaba fuera la segunda opción. Y haría de todo para averiguarlo. 

Aguardó un breve momento después de que el auto donde se encontraban comenzara su camino antes de poder seguirles. 
 

 

Christopher 
 

Desde el minuto que Ashlee me habló y mostró aquella nota que recibió, no he venido tranquilo a la empresa. Traté de mostrarme calmado ante ella. Tenía pensado una solución momentánea para tenerla tranquila pero prefería conversarlo con ella antes, no quisiera se terminara enojando además conmigo ya que la veía algo alterada. 




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