¿seria mi novia, señorita?

29

Todo el grupo lo estaba pasando fenomenal. Sophie y yo, teníamos que ponernos al día. Me contaba que estaba saliendo hace unos dos meses con su vecino llamado Zack -el chico con el que vino esta noche-; le recriminé por no haberme contado antes, pero me confesó que eso era lo que quería contarme antes y no había podido hacerlo.

Mónica por otro lado estaba sorprendida ante mi relación con Christopher, pero también se alegraba por él ya que había escuchado lo mal que lo había pasado su jefe en su relación anterior. Ella y su acompañante eran sólo amigos.

Nuevamente con Rachel era como si nos metiéramos en nuestra burbuja de amistad. Me contaba que con Michael habían puesto finalmente fecha para su matrimonio y sería en agosto, habían contratado a una organizadora de bodas llamada Rosie, que habían escuchado era muy exitosa, por supuesto mi nueva amiga no perdería detalle alguno de la organización de su boda. Michael y Chris como siempre aunque estuvieran fuera de su horario de trabajo hablaban siempre temas de la oficina. Ya era un poco cansador, escucharlos hablar de eso todo el tiempo.

-Cariño, Michael ¿serían tan amables de hablar de otros temas que no sean de la oficina? Es un poco agotador -les dije, acompañando la frase con un gesto de cansancio.

-A decir verdad -me respondió Michael-, tu prometida tiene razón amigo. Se supone vinimos a pasarla bien.

-Lo siento amigo. Es que son tantas las cosas que han pasado últimamente que es como si no tuviera cabeza para nada más -confesó Chris.

-Todos entendemos eso, pero se supone vinimos a pasarla bien -agregó Sophie.

-Bueno, de acuerdo, de acuerdo... -dijo derrotado mi novio-, la próxima ronda la pago yo.

Todos gritamos y vitoreamos de alegría. La música estaba espectacular. Había de todo, rock, pop, salsa, merengue, reggaetón. De vez en cuando alguna pareja salía a bailar. En ocasiones yo lograba convencer a mi novio de hacerlo conmigo y aunque no le gustaba, siempre terminaba ganando y se levantaba del asiento y disfrutaba conmigo unas cuantas canciones. Debía decir, que aunque mi novio dijera que no le gustaba bailar, si sabía moverse y muy bien ¿será verdad eso que dicen que cuando eres bueno en la cama, lo eres bailando o viceversa? En mi caso Chris me estaba dando la respuesta. 

-¡Hola Christopher! ¿Cómo estas? -se escuchó de pronto por un costado. Giramos con mi novio hacia donde provenía esa voz y vimos a una muy sonriente Angelique.

-Señorita Jacobson ¿cómo esta usted? -era deducible por la cara de Angelique que no le agradó la forma en cómo Chris respondió ante su saludo.

-Muy bien, gracias -respondió finalmente-, salí a divertirme un rato con unas amigas.

-Hola Angelique ¿cómo estas? -saludé yo esta vez.

Era como si no existiera para ella, ya que no respondió ante mi saludo. No me preocupaba pero si me molesté, porque yo también estaba presente y no me agradaba que hicieran como si no estuviera presente.

-Le diré a mi padre que te vi hoy. En una de esas se anima y va nuevamente a su oficina a discutir el trato.

-Si es así, lo estaré esperando. Un gusto verla señorita. Seguiré disfrutando de mi noche si me lo permite.

-Si, si, claro, adelante -se despidió y se fue de nuevo junto a su grupo de amigas dejándonos solos.

-¿Un gusto verla señorita? -increpé a mi novio.

-¿Estas celosa? -me preguntó él a cambio.

-Sí, lo estoy, sólo responde -le miré enojada.

-Fue sólo para saludarla de manera cordial ¿qué otra cosa podía decirle?

No sé si eran realmente celos o era que el alcohol en mi cuerpo estaba hablando por mi, pero definitivamente no me agradaba del todo su respuesta, por lo que sólo fui hacia la mesa y me senté al lado de Rachel, la cual me miró y se sorprendía de mi actitud.

-¿Problemas en el paraíso amigo? -se burló Michael.

-No te burles. Sólo fue un pequeño ataque de celos - respondió mi novio.

-¡¿Pequeño?! -reclamé de inmediato- ¿no ves la forma en cómo te mira? Es obvio que tanto ella como su padre no se han olvidado del "famoso trato" -dije esto último haciendo las comillas al aire.

-Cariño, sabes que a quien quiero es a ti. No podría mirar a nadie más. Que ella y Eric quieran llevar eso a cabo es problema de ellos.

-También es tuyo, al querer ellos involucrarte.

-Si, eso lo sé. Pero ya te dije que no se los haré fácil. Si es necesario, hasta me buscaré otro socio para abrir sucursales por allá.

Mis nervios seguían algo alterados por el alcohol. Le pedí a Rachel, que me acompañara al baño, ya no aguantaba mis ganas de ir.

Una vez que llegamos, la cola era algo larga y por lo tanto debíamos esperar. De pronto la mujer que estaba por delante de nosotras, se giró cuando se da cuenta que llegaron personas detrás de ella. Y mayor fue la sorpresa cuando vi que era la señora del amigo de Chris.

-¿Dayalis? ¡Hola!

-¡Ashlee! ¿Cómo estas?

-Muy bien, que sorpresa verte por aquí.

Y lo decía en serio. Siendo su marido dueño de un restaurante que se transformaba en pub a la noche, era algo raro que este en otro.

-Sí, lo que pasa, es que aunque tratamos de disfrutar de la noche, no siempre podemos. Siempre están preguntándole a Héctor por algo del negocio y eso lo agota cuando quiere relajarse, por lo que optamos por otro local para divertirnos. A este ya venimos hace ya unos tres años.




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