Serie Hijos de Dioses

Prólogo | Secretos

P O S E I D Ó N
🌊🌊🌊

Observo a través del estanque de los dioses a mi pequeña Ylenia de ya cinco años de edad dormir. La veía como cada noche lo hacía, cuidándola y protegiéndola de monstruos. Escucho pasos venir hacia mí por lo cual decido mirar quien viene no sea que venga Hades con su casco de invisibilidad y me haga alguna broma. Pero no es el, sino que es Nix con la mirada triste, ella camina hasta quedar a mi lado y se sienta. Mira a través del estanque y mueve las aguas para ver mejor a Ylenia en su cuarto empiezan a aparecer diminutas estrellas brillando en toda su habitación. Mi hija abre los ojos aun somnolienta por el sueño y se friega los ojitos para ver mejor. En cuanto divisa las lucecitas extrañas en su habitación ella se levanta en su cama y empieza a ver las luces.

- a mis estrellas le gusta tu hija - me miro a los ojos. En sus ojos se reflejaba la noche y las estrellas más brillantes del cielo, pero hoy estaban apagados - a mis estrellas les agrada cuidar de tu hija - mire al estanque para ver como Ylenia jugaba con una estrella.

- diles que muchas gracias, ¿quieres ver a tu hijo? - moví el estanque mientras la imagen de mi hija desapareció

- se los diré, y ver a Adonis es lo que más quiero en este momento - el estanque empieza a calmarse para dejar ver una imagen clara. El estanque empieza a buscar en la casa del hijo de Nix hasta que lo encuentra en su habitación. Cuando aparece un niño pequeño llorando en su cama, vestido de negro con la foto de un hombre junto a él. Miro a Nix. Ella también comienza a llorar y la abrazo en ese momento.

- ¿qué pasó? - cerré mis ojos abrazando fuerte a Nix entendía su dolor muchas veces había perdido a personas que quería. Es una de las consecuencias de la inmortalidad vez a gente que amas morir delante de ti sin poder hacer nada el tiempo es el peor amigo.

- el papá de Adonis murió en un accidente - su llanto se intensifico cada vez más fuerte. Pensé en cómo podía ayudarla, pero nada se me ocurría aun - mi hijo está sólo, mi bebé perdió a lo único que tenía como familia - ella se apartó de mi para ver el estanque, movió las aguas y en la habitación aparecieron estrellas como hacia un rato habían aparecido en el cuarto de Ylenia.

- te entiendo Nix yo pase por eso - el momento me hizo recordar cuando deje a Nerea y a Ylenia. Por petición de mi hermano Zeus bueno no fue petición sino más bien una orden o las dejaba o cosas malas pasarían.

- ahora mi pequeño esta vulnerable a cualquier peligro - las estrellas iluminaron más la habitación el pequeño dejo de llorar y miro las estrellas.

- no el campamento Media Sangre lo protegerá - pose mi mano en su hombro, las estrellas tintineaban en la habitación girando alrededor de Adonis.

- quisiera verlo para que no se sienta tan solo - ella movió sus manos y la Luna bajo hasta la habitación. Tenía forma de mujer miro al chico dio un paso y lo abrazo fuerte, el volvió a llorar.

– puedes ir a verlo hasta puedes llevarlo tú misma al campamento y darle ese abrazo que hace tantos años guardas – señale el estanque donde aún mostraba a la Luna abrasando al niño.

– ¿enserio? - ella se levantó de un salto, sus ojos tenían ese brillo tan especial que la caracterizaba.

– si ahora ve y anda con tu hijo explícale lo que sucede – volví a mover el estanque para poder volver a ver a mi sirenita.

– gracias Poseidón eres el mejor – me agradeció mientras se cubría de estrellas y desaparecía.

– ojalá y un día también pueda ver a mi hija en persona – mire el estanque y contemple a mi hija riendo por que las estrellas le hacían cosquillas.

Siento que me cinchan la ropa con insistencia volteó y no encuentro a nadie, pero cuando bajo la mirada ahí están mis sobrinos. Aileen con hollín por toda su cara cubierta de polvo negro y Apolión con todos sus pelos parados y unos cortos circuitos despedían de él. Contuve la risa ya que tenía que saber que habían hecho estos dos traviesos, detrás de ellos aparece una ninfa muy agitada de correr.

– niños...por favor...ya no....corran – respiraba con dificultad parecía que le venía un ataque al corazón.

– lo sentimos Camelia – mis dos adorados sobrinos hablaron al mismo tiempo

– ¿se puede saber por qué están así? – me agache hasta estar a su altura tenía que poner mi pose más seria, si sus padres los veían así se enfadarían mucho.

– estábamos jugando con las cosas de papi y mi tío Hades – se balanceaba delante y hacia atrás Aileen sonriendo

– ustedes dos juntos son dinamita – cubrí mi rostro para que no me vean reír. Mire entre mis dedos a la ninfa que los miraba sin parpadear.

– ¿qué es dinanita? – frunció su ceño haciendo un gesto de confusión que me recordaba tanto a su padre Zeus, Aileen era la copia del y cuando se enoja es peor.

– dinamita es algo que usan los mortales para destruir cosas – me puse en pie para mirarlos cruzado de brazos.




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