Mansión Black
1900
Thomas
El señor quiere verte así que ve corriendo.
-Quieres que vaya corriendo bajo la lluvia – le digo con ironía a Katherine la empleada de limpieza de la Mansión Black.
-El señor te está esperando en el establo Thomas, es importante, eres importante – me dice con una felicidad y a esta dama que le pasa.
-Dame ese chaleco – le señalo con palo que tengo en manos.
-Bien Thomas, ahora por favor ve con el señor, porque tengo que volver a mi trabajo .
- Vuelve – le miro frunciendo los labios y poniéndome el enorme chaleco café, deberían darme un paraguas. Y me encamino a salir al húmedo ambiente con lluvia.
Cuando llego el señor Black esta peinando a su corcel llamado “Veloz”. – Para que me necesita – me seco con el primer trapo que encuentro colgado.
-De mi herencia – me regresa a ver. Y yo que tengo que ver con la herencia cruza por mi mente. -Antes de continuar supe que vas a publicar tu libro bajo un anonimato y opino que me parece mala idea Thomas debes hacerlo con tu verdadero nombre- era un tema que no queria que se enterara.
- ¿Cómo se enteró? – me acerco para cepillar también a Veloz .
-Yo todo lo se Thomas, hasta lo más escondido- me mira con una mirada curiosa y sé que el señor oculta algo.
- Es muy misterioso usted- recalco.
-Lo sé – termina de cepillar a su corcel.-Thomas cambiando de tema, te llame porque voy a dejarte mi herencia – me quedo en shock.- No me mires así, es por tu bien la necesitaras para defenderte ante este enorme mundo -mira el techo del establo y sonríe.
-No puede hacer eso, no lo quiero seria extraño o abusivo de mi parte tener su dinero-digo un poco enojado.
- No, mi dinero te hará fuerte cuando te encuentres solo – a que se refiere.
- Que me trata de decir, que va a morir.
- Si Thomas, voy a morir -pasa a mi lado. Me volteo de reojo.
-Si me lo deja voy a repartilo a lugares que lo necesiten como el orfanato donde me crie.
-No lo harás, mi dinero te pertenecerá Thomas y no voy a discutir eso.
-Es que no logro entender porque a mí, yo no soy su hijo.
-Para mí lo eres ya que nunca tuve uno. Debí adoptarte como hijo la primera vez que te vi ahí sentado en una grada con ti ropa desgastada escribiendo anécdotas tristes.
-Aún lo recuerda- sonrió con desgano.
-¿Sabes porque no pude adoptarte?.- Niego y me meto la mano en los bolsillos por el frio que comenzó hacer de un instante para otro.
-Estaba muy ocupado con mi obligaciones – me confunde el señor Black llama mucho mi curiosidad por todos los secretos que guarda hasta me sorprendió más por ganarme como premio la máquina de escribir por parte de el.- Pero siento que mi vida está acabando lentamente, ve la escasa lluvia caer en el verdoso césped.
Me acerco a él. – Aceptare con una condición- me regresa a ver sorpresivo.
– Lo hare – me dice enseguida, ni siquiera le confieso cual es mi condición.
-Pero permítame decirle cual es – ahora pongo mi brazos atrás de mí. .
-Joven Thomas se lo que me vas a pedir y es todo referente al orfanato, donare la una parte de mi herencia.-Sonríe y se acerca a tomar el paraguas que esta posado junto a la pared- Ahora vamos que él te de la noche aguarda y sale caminando con elegancia.