(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 7

Descubriendo

1900

Thomas

-Me gusta tus escritos Thomas- me ajusto bien el saco- ahora ¿Crees que valdrá la pena publicarlo bajo un anonimato?

-Si – respondo enseguida, viendo el hermoso paisaje que nos ofrece un día como hoy diecinueve de abril, pongo mis brazos atrás de mi espalda.

-Yo creo, que estas cometiendo una imprudencia- regreso a ver a mi jefe, el tabaco que tiene es uno nuevo, ¡al fin! Si supiera que utiliza el mismo tabaco dos veces en el mismo día, supongo que ha de morir de cáncer por fumar mucho.

-Haz solo lo que te pido y es lo que me gusta a mí – me pongo el sombrero y le doy la espalda para salir del departamento de edición.

- Te estas equivocando muchacho, ¡Despierta!.

-Adiós.

Quede en encontrarme con Elizabeth y sus amigas para ir de expedición dos días a una granja familiar. Elizabeth esta vestida con un ligero vestido, y un sombrero sofisticado, mientras que Mary Golden, le reluce la elegancia con sus joyerías caras  cuando vamos solo a una granja, me mira muy coqueta, como si quisiera solo pasar el rato, pero por mi caso no va, en cambio la dulce Sybil Maculen me sonríe tiernamente se podría decir que es muy dulce y sé que su familia es pobre y sus mejores  amigas son  estas damas presentes y finalmente mi resplandor, pero ella no lo sabe,  mi amor imposible Aurora Sullivan, le miro pero ella a mí no, desvió mi mirada para ver lo que ella está viendo y claro no podía ser más claro está viendo el letrero del próximo concierto de su violinista favorito.

-Damas- saludo cortésmente.

-Thomas – se acerca a mi Elizabeth para abrazarme – yo le recibo como buen amigo que soy.

-Elizabeth – me estas asfixiando – le doy pequeños y ligeros golpecitos en la espalda.

-Estoy feliz de verte y que puedas acompañarnos, además tengo que agradecerte en convencer  a mi padre, porque sin ti dudo que me haya dejado ir ¿No es cierto chicas? – mira a sus amiga y todas regresan a verle.

-Obvio Eli. Ya quiero llegar y presumir, mi vestimenta, la nueva que compre- que chiquilla más vanidosa.

-Mery, vamos a una granja y no creo que alguien vaya a ver tu vestimenta.

-Te equivocas ante todo para ir a un lugar hay que estar presentables, siempre.

Camina furiosa  a mi lado pero no me importa.

-Buenos chicos- da palmaditas Silby – es hora de irnos para que no nos coja la noche, el carruaje espera.

-Déjame cuidarte Aurora- me acerco a ella para coger su valija.

-Thomas- me sonríe- muchas gracias, siempre acomedido- me la da y se ajusta más el sobrero en su delicada cabeza.

**

Cuando llegamos a la lujosa granja de la familia de Elizabeth, ayudo a las damas a bajar de la carrosa.

-Es hermoso- dice Silby admirando el crepúsculo.

-Mira la luna ya está apareciendo, es tan blanca como tu piel- le digo a Silby que esta complacida por este pequeño viajecito.

-No es una luna llena, pero siempre será blanca.

-Damas y caballeros- nos recibe un mayordomo.-Bienvenidos, déjenme ayudarles con su equipaje. Rodolfo ayúdalos- le da la orden y no me gusta cómo le manda quien se cree que es, aunque estamos en una época donde la gente con plata se cree superior, no debe tratarlo así aunque sea un empleado.

-Yo puedo- le digo cuando se acerca a mí y se dirige a Silby.

-Gracias Rodolfo-le da una amable sonrisa.

-Recuerda la luna es mágica, es tu oportunidad para conquistar a la persona que te gusta en este caso Aurora- me guiña el ojo y se quita los guantes.

Le sonrió y camino para entrar con ellas a la casa victoriana.

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.