Cada vez más cerca
2010
Francis
El señor Black vino por la entrega que solicito, y muy bien acompañado de muchas personas, de verdad me pregunto para que quiere bastantes panes. Vuelvo entrar a la panadería y mi hermano se encuentra limpiando todo con la ayuda de mi amiga.
-Gracias chicos, no lo hubiera logrado sin ustedes.
-Hermana de verdad necesitas contratar a empleados para que nos ayuden, por lo menos uno más, todo no podemos hacerlo nosotros tres- me cruzo de brazos, y sé que por un lado tiene razón, pero por lo terca que soy y ordenada no me gustaría ver un rebullicio.
-Lo pensare- Reneta niega con la cabeza.
-Jack vete planteando que eso es un no, con lo necia que es tu hermanita.
-Lo sé- deja el trapo sobre la mesa y se saca el delantal- te dejo, voy a jugar basquetbol con Eduardo.
-Cuando me invitas a un partido – le digo- ahora que estoy en forma me gustaría volver a lo que es la parte de los deportes- me sirvo un vaso de agua.
-Te ganaríamos hermana- Renata se ríe y le regreso una mirada asesina.
-Vamos, Francis tú no eres buena para los deportes si en diez kilómetros de caminata te desmayas.
-Callate, Renata – le grito exclamando y sé que tiene razón.
-Si quieres jugar pueden venir el próximo viernes ustedes dos- dice mi hermano saliendo por la puerta de cristal con su balón de básquet.
-Ni lo sueñes, tengo que ir con mi novio a conocer a sus padres- dice Renata.
-Es un gran paso- lavo el vaso y lo cuelgo junto con los demás- sin ti no voy, o si es que cambió de idea iré.
Se ríe por lo que digo.
**
Después de salir de mi hora de trabajo, me dirijo a la papelería ya que necesito un nuevo cuaderno para escribir mis notas. Debo decir que tengo otro cuaderno donde tengo descritas como deberían ser mis melodías, por si en algún futuro las necesitara o me volverá famosa con ellas, la cual es imposible.
Cuando salgo de comprar, la guardo en mi bolso y alguien toca mi hombro, me volteo a ver y es ese chico de la biblioteca. Que sorpresa.
-Erick- saludo abriendo mis ojos y aferrándome a mi cartera.
-Francis- saluda muy emocionado- que gusto verte, la vida si que es sorprendente.
-Si que lo es- cruzamos la vista y después la desvió para ver si viene mi bus, la presentación está muy cerca y necesito también comprar un nuevo vestido.
-¿A dónde te diriges?- me pregunta, cruzado de brazos.
-Al centro comercial y ¿tú que haces por aquí?- le pregunto media extraña
-Vengo del mecánico, acaban de entregarme mi moto- visualizo una pequeña moto Vespa de color negro, me agradan así que me acerco emocionada a presenciar tal belleza.
-¡Qué genial tu moto!- miro por todo lados, el volante, las llantas, y los pequeños espejos.
-¿Te gusta?- regreso a verlo y asiento emocionada.
-Es un clásico y más cómodas se podría decir- se rasca la cabeza.-Me costó un dineral- me vuelvo para verlo.
-Debes cuidarla.
-Claro, si recién vengo de darle mantenimiento ya que parece que los frenos estaban malitos- se sube a su moto y se pone el casco.- Quieres dar un paseo, en este clásico- me ofrece y claro que quisiera, pero me sentiría incomoda.
-No te molesta, digo capaz tengas otros planes.
-Olvidalo no me molesta para nada, más bien me emociona que te guste mi moto ya que mi antigua novia le desagradaba.
-Cómo puede decir algo así- sonrió de lado- agradezco tu ofrecimiento que con gusto aceptare.
-Bien, dejame sacar el otro casco que está en mi mochila- veo que está en la parte delantera de la moto, me lo ofrece, yo lo tomo y me lo pongo en la cabeza, es muy pesada.- Ven dejame acomodarte- me acerco a él y me aprieta el seguro del casco- ahora si sube.
-Gracias – me coloco a espaldas y no se si deba rodearlos con mis brazos.
-Siéntete en confianza ya que si no te sujetas, te puedes caer y daría serias consecuencias de un accidente.
-Okei. Bien me sostendré por la parte de tus hombros- logro ver por los espejos que sonríe y comienza arrancar la moto.
Después de llegar de la hermosa vista que dimos como paseo, me bajo de ella y le entrego el casco a Erick.
-Nuevamente te lo agradezco, lo disfrute.
-No hay de que, ya sabes si quieres volver a pasear no dudes en venir a mi librería o si quieres te puedo dar mi número.
-Está bien- saco mi celular y se lo entrego para que ponga su número, después me lo devuelve.
-Y a que vienes al centro comercial, ¿puedo saber o no?.
-Claro, vine para comprarme un vestido ya que tengo una presentación pasado mañana.
-Oh, una presentación- abre los ojos sorprendido.
-Soy pianista.
-Supongo que la mejor- se sienta en la moto.
-No lo sé, pero sé que estoy echa para esto aunque me desanimo constantemente. Me tengo que ir.
-Adiós Francis- se acerca a mí y me planta un beso en la mejilla.