(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 15

Concluido

1900

Thomas

Entrego al jefe mis escritos y sonríe, seguro ya está más tranquilo de que termine mi libro.

-Sera corregido, para ver si existe alguna que otra alta.

-Quiero que tengan en consideración que no quiero que cambien nada. Espero que respeten mi narración y si hay algo mal, que me lo comuniquen enseguida, digo como el principal autor de mi historia.

-Claro Jack Goulding- lo dice sarcástico y no me parece correcto.-Le informaremos el día que será llevado a impresiones y empastados. Será reconocido ya vera- me da otra sonrisa que parece más falsa.

-Me voy y gracias por esperar- me pongo el sombrero y me dirijo hacia afuera.

Mientras me dirijo a la casa de mi amada Aurora para darles la notica a sus padres de nuestro romance, me recorre una sensación de que algo puede salir mal, no sé cómo se lo tomaran, miro a los árboles y sus hojas están amarillentas, el otoño es una buena estación, donde la magia y el misterio muestran algo muy poco común.

De camino paso por el teatro, y se logra ver a un montón de jovencitas felices, supongo porque van a dar su actuación, mi vista se alarga más por la forma en la que está decorado el teatro, y es grandioso, me adentro y veo solo a unas cuantas personas  como público, tomo asiento para ver que van hacer, solo será diez minutos y me iré.

Las luces se apagan, y salen unas damas disfrazadas, alado les sigue un hombre muy barbudo, la obra sigue y me parece graciosa quien lo diría tiene una buena trama, mi sonrisa se va y la veo de nuevo.

Comienza a danzar por los aires, haces movimientos suaves con los brazos, mis ojos recorren su cuerpo más bien el vestido corto que lleva. La colocan en el suelo y no me había dado cuenta que había camino hasta estar centímetros del escenario.

Ella me regresa a ver, y  veo que de nuevo esta tapada, la cara. Le sonrió y ella también lo hace, estoy muy seguro de eso. Se acerca a mí y se acuesta boca abajo, ahora estamos a milímetros.

-¿Quién eres?- me dice de nuevo con ese acento extraño.- Me estas siguiendo- vuelve a preguntar y yo pestañeo porque estoy llegando tarde a la casa de Aurora.

-No, entre por casualidad- miro que la presentación ya se acabó y los que el público se ha ido.- ¿Cómo te llamas?- le pregunto un poco curioso por su aspecto. Ya que me parece muy misteriosa. Pero queda callada y no me lo dice más bien solo sonríe.

-Puede ser peligroso si te lo digo- me toca la cara con sus manos.- Me doy cuenta que tus ojos son muy bonitos. Mejor dime tu nombre.

-Mi nombre, bueno, tu no me dices el tuyo y eres descortés, como yo no soy tu y me tengo ir ya. Me llamo Thomas- le sonrió y me volteo para salir corriendo por lo tarde que se me hace.

-Thomas- me grita cuando estoy a punto de salir. Me regreso a verle.-Haz tu mejor elección- dice misteriosamente. Salgo del lugar y me dirijo a ver a la mujer que amo.

-Aurora- abre la puerta, y miro que está muy arreglada y con el cabello cogido. Y con unos de esos nuevos vestidos victorianos.

-Llegas tarde- me hace pasar y me quita el sombrero  mientras yo me deshago del saco para colgarlo en el perchero.

-Ven- me jala.-Tuve que dar una buena excusa por tu llegada tarde ahora están esperando en la mesa.

Saludo a todas las personas amablemente y el padre de Aurora me mira desagradable.

-Mucho gusto señora Brown- beso su mano. Y decido sentarme en la mesa alado de Aurora.

-Puedes servir ya Claudia- le dice a su empleada y ella se acerca para poner comida en los platos de vajillas caras.

Mientras comemos, el señor Brown me pregunta un montón de cosas, como en donde vivo,  si estudie, hobbies, cual es exactamente mi trabajo. Para ser sinceros ya conocía a la familia de Aurora pero nunca tuvimos esta cercanía ya que los padres más bien me consideraban solo como un amigo de su hija, y no prestaban mucha atención a lo que respecta a mi profesión o bienes, sabían muy bien que perdí a mi familia y que viví en un orfanato.

Ahora sentados todos juntos, Aurora y su madre nos dejan un segundo a solas y el padre cambia a su verdadera cara.

-No quiero que su relación avance al matrimonio, mira Thomas eres muy especial para mi hija pero tú no le puedes dar la vida que se merece, entiendo que sea escritor y todo eso. Pero no estas lo suficientemente capacitado para ella, espero que logres entender. Aunque acepto su romance pasajero ahora, pero no aceptare ningún compromiso entre ustedes en el futuro, así que si mi hija me viene con esa noticia de que quieren casarse, o antes de que le cruce la mente, vas a romper con ella- me ofrece una vaso de vino y lo tomo temblorosamente.

-La amo, con locura, es lo único que diré- doy un sorbo y todas esas palabras me rompieron el corazón. Alzo la vista y Aurora aparece con un par de galletas recién hechas. Las pone en la mesa y besa  a su padre en la mejilla barbuda. Y luego viene a mí para cogerme del brazo.

-Y que te ha dicho mi padre-desvió su mirada y desaparece para dejarme a solas con su hija.

-Que acepta este romance- digo un poco triste y en cambio ella salta de felicidad, quita mi copa de las manos y la pone alado de las galletas y me besa.




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