Te contare algo que puede cambiarlo todo
1900
Thomas
Le doy el té a Connie y ella lo acepta enrollándolo con sus manos. Me siento frente a ella y noto que observa cada cosa de mi pequeña casa.
-Bonito lugar, señor Thomas – me sonríe con los dientes.
-Gracias, es muy barato rentar este piso y como soy yo me da confortabilidad.
-Vamos al grano, cuéntame. Qué es lo que tienes que decirme. –Deja el vaso encima de la mesita y se saca los guantes para sacar de su bolso un pequeño espejo y verse.
-¿Aurora te quito el libro que te regale?- lanzó la pregunta sin pensarla dos veces y ella alza su cabeza asustada y triste.
-¿Cómo lo supiste?- guarda su espejito.
-La vi, ella cargaba el libro que te di en sus manos cuando salió de la presentación. Me enoje mucho, mucho más porque me mintió en mi cara, la mujer que amo me decepcionó.
-Thomas, no te enojes con ella- se sienta alado mio y toma mis mano. –No tienen la culpa, tu debiste darle el primer ejemplar a ella, porque así es un noviazgo, demostrarle todo ese amor, capaz a ella le dolió y por eso lo hizo. Tu sabes. Me suelta.
-Aurora no debe ser maleducada, no debe comportarse como una persona irrespetuosa. No se... que pensar.
-No lo pienses y no lo necesitas- me jalo los pelos y miró a la nada el dobladillo de su vestido largo azulado y pomposo.-Están hechos uno para el otro, vi en su mirada como te mira, como si fueras el único.
-Su padre no me va a dejar cortejarla- admito y ella clava su mirada en el retrato que cuelga en la pared.
- Si se aman puedes con todo, con todo Thomas, no te des por vencido.- Siento una extraña sensación y es como si esta dama que tengo frente a mi me entendiera tan bien, es tan cálida y amable, sus facciones que son asiáticas aunque haya nacido aquí, me parecen única, una belleza que nadie alcanzaría.
-Gracias, y lamento que haya pasado esto, le pediré a Aurora que te devuelva el libro.
-No lo hagas, puedo comprarlo en una librería.
-Me siento mal por esto- me levanto y camino hasta la ventana para ver el panorama, las personas caminan disfrutando de la dulce y fría noche. Me volteo
-No me olvides Connie – le digo sonriendo y ella se levanta para ponerse los guantes y sacar de su bolso una flor ya marchita.
-Te regalo mi flor de Crisantemo significa que eres un gran amigo- le tomó y ella pone una cara singular y arruga los labios para seguir hablando.
-La tomé de un jardín, hace como un mes, cuando me dijeron su significado supe que debería dártela, pero se había pasado por alto con tantas cosas que tenía hasta que llegó a marchitarse, disculparas- se cruza de brazos y agacha la cabeza.
-Gracias- emocionado por tal acción le abrazo.
-Es mejor que me marche, nos vemos Thomas, y perdona a la mujer que amas.-Desaparece en media de la noche y me asomo por la ventana para ver que un carruaje la recoge.
**
Timbro a la casa de Aurora y una empleadame abre y me invita a pasar. Tomó asiento y después aparece con una bandeja de té y bizcochos. Decido beberlo y giro mi mirada a las escaleras de madera y veo a Aurora bien arreglada con el cabello rojizo recogido y ondulado, lleva flores alrededor.
-Thomas, a qué debo tu presencia.- Me pase una semana pensando como podía solucionar esto, cómo podía hacerla feliz, si podríamos casarnos, le iba a decir lo que su padre me dijo y que deberíamos luchar ya que nos amamos, que no me importaba nada más que ella, que era la única pero un día antes de poder confesarle su padre apareció en mi lugar de trabajo y me dijo que ya no podía soportar a su hija que este conmigo así que me dijo que teníamos que romper, de cualquier manera pero tenía que pasar o si no me lo quitaría todo, todo lo que me ha costado conseguir con mucho esfuerzo.
-Aurora tu y yo tenemos que hablar- me tiemblan las manos así que las guardo en el bolsillo de mi pantalón.
-Thomas, yo quería ...- le callo dándole un beso corto.
-Vamos, ven conmigo...- le jalo del brazo delicadamente y ambos salimos por las puerta, y caminamos por la acera hasta llegar a una carrosa de color blanco. Ella acaricia el caballo, nos subimos y arranca. Ella me toma de la mano y yo le aprieto levantadole y plantarle un beso.
-Thomas…- vuelve a mencionar mi nombre y niego la cabeza.
-Ahora no cuando lleguemos- ella asiente y pone su cabeza encima de mi hombro.
Cuando llegamos Aurora corre por la pradera y el viento sopla despeinando su cabello, me sonríe y se acerca a mí para abrazarme.
-Es hermoso- confiesa y me jala para que corramos a la cima, cuando llegamos apreciamos el panorama.
-Thomas quería disculparme contigo, yo me comporte imprudentemente, lo siento, fui yo, fui yo la que le quitó el libro a tu amiga, no debí hacerlo.-Me volteo a verla y mi pecho palpita constantemente lleno de felicidad, ya que pudo admitirlo.