(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 25

Molestia

2010

Francis

-Mama que crees que haces- me siento al otro lado para hablar con ella, ya pasaron varios días desde que llegaron y para causar problemas, como deber dinero a la señora del mercado de frutas, ir a la panadería de Camilo y pedirle  que se aleje de mí,  mandarles a mis dos empleados en mi lugar de trabajo  y llegar a encontrar mi casa sucia. No puedo más.

-Hija, lo sentimos sé que te molestamos pero hacemos todo lo que podemos, y no quiero incomodarte.

-Es que no lo entiendes, me cansaron en vez de ser unos bueno padres, son de lo peor, los quiero mucho pero no puedo volver a esos días oscuros de mi vida, mi hermano tampoco puede.

-No puedes decirme eso- me señala y se acerca a mí- si sigues insultándonos o diciendo desfachateces de las que te puedas arrepentir, te quito el cargo, no tendrás a tu hermano- se cruza de piernas y me levanto.

-Debes irte de aquí.

-Si me voy, me voy con tu hermano- ira es lo que siento en este momento, el estómago se me revuelve, tengo ganas de gritar. Pero lo único que hago es guardarme todo. Me alejo y salgo de mi departamento y me encuentro a Renata en la entrada. Ella me mira y me abraza, es justo lo que necesitaba.

-Gracias – le abrazo y mis lágrimas comienzan a derramarse.

-Si quieres tú y Jack pueden venir a quedarse un par de días en mi departamento- niego con la cabeza.

-Es mucha molestia, además tengo un negocio que atender- me desprendo y me ajusto bien la bufanda, ya que el invierno esta de lo peor.

-No puedes permitir esto, lo que tanto te costó, no puedes seguir soportándolo.

-Es que imposible, no sé qué hacer, creo que si soy débil- le susurro  y alzo la mirada para ver a Camilo llegar en su motocicleta. Se baja y camina hacia mí y es algo que me sigue sorprendiendo ya que fue muy amable conmigo la anterior vez.

-¿Necesitas algo?- pregunto media dudosa y guardándome las manos en los bolsillos.

-Queria ver como estabas – saluda a mi amiga y este se acerca a mí.

-Estoy bien, no tienes que preocuparte. Más bien yo soy la que debería pedirte perdón, sé que te fueron amenazar.

-Olvidalo, yo ya lo hice, ellos no deberían tratarte así y más cuando tú los mantienes…se que no es asunto mío pero si necesitas algo, en lo que pueda, ayudare.- Mi amiga y yo nos miramos sorprendidas.

-Me sorpresa Camilo-  dice riéndose Renata y se cruza de brazos- ahora voy ayudar en la panadería – me sonríe mi amiga y entra al local.

-Camilo, no tienes que hacer nada yo me encargare de todo- saco mis manos de los bolsillos.

-Seguro, porque….- le interrumpo y no quiero meterlo en estos problemas que me conciernen.

-Tranquilo, puedo con todo- la cual no es cierto, ya que a veces siento que me voy a derrumbar.

**

La que me colmo, en medio de la madrugada y en mi único cómodo sueño el teléfono comienza a  sonar, mi hermano no parece haberlo escuchado ya que lo veo tumbado como una roca.

Me levanto y camino para descolgar el número desconocido.

-Diga- bostezo y trato de abrir bien mis ojos.

-Es usted la hija de los señores  스튜어트 ´Stewart´, - una voz ronca me habla de la otra línea y escucho sirenas, en todo lo alto.

-Si – me paro recta y esta si me desierto. Algo en mi pecho aparece y lamento que no es algo bueno. Solo espero que no estén en la estación de policía. Por favor, por favor.

-Mmm bueno señorita lamento informarle que sus padres murieron- un escalofríos me recorre por todo el cuerpo, y miro alrededor de mi departamento el desorden que hay, las cosas de ellos por doquier, me hacían enojar y a veces los odiaba por cómo nos trataban pero no queria la muerte para ellos. Para nada porque eran mis padres me guste o no.

-Que me está diciendo- hablo con un nudo en mi garganta y es un nudo sin que se pueda desenredar.

-Ellos están muertos, están el hospital- le pido al señor que diga específicamente todo y cuelgo y me voy corriendo para cambiarme y despertar a mi hermano le digo la noticia y se pone llorar cambiándose también de ropa. Me acerco abrazarle y por un momento nos ponemos a pensar en muchas cosas.

Cogemos un taxi y enseguida nos deja frente al hospital. Le agarro la mano a mi hermano y entramos, entramos a que nos digan todo.




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