(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 36

Acercamientos

Thomas

Abro la puerta y me voy directo a la ducha, el agua resbala por mi piel. Me pongo el shampoo en el cabello,  huele a Manzanilla, vago en mis pensamientos por lo que vi esta mañana y fue un accidente pero no lo puedo evitar, el cuerpo de Francis es delgado pero tiene unas curvas que matan, además de un trasero. ¡Qué digo!, ¡No Thomas! Es así que enseguida quite mi mirada de su cuerpo inconsciente que estaba sobre la cama. No soy un pervertido así que le tape y salí enseguida de cuarto; como puede dormir así con esas pantaletas cortas y esa blusa media rara ¡Por Dios! Thomas no te da ni vergüenza.

Salgo de la ducha y me cambio con ropa deportiva, Jack dice que estos días que me he estado quedando en este tiempo me he estado revelando y que parece que me gusta. Por una parte tiene razón pero por otra, yo soy antiguo .Salgo y me lo encuentro desayunando apresuradamente para ir a estudiar.

-Buenos días jovencito-este saluda con la mano. Veo que pasa su comida por su garganta para hablar.

-Llego tarde, puedes creerlo mi hermana no me despertó- le sonrió y le pregunto.

-¿Quieres que vaya contigo?- me paso la mano por el cabello mojado.

-De verdad quieres acompañarme, estoy más que seguro que al regreso ni podrás regresar, mejor no- se levanta y toma su mochila.-Para la próxima capaz, donde ya tengas conocimiento de la ciudad- me asombro y me sentí un inútil por un instante. Creo que es hora de hacer las cosas por mí mismo.

-Está bien- sale cerrando la puerta y yo me encamino hacer el desayuno.

**

Francis alza la mirada del mostrador que está limpiando y se asombra.

-¿A dónde vas así?- yo me acerco sonriente y me apoyo con los brazos.

-Pienso salir a recorrer las calles de Manhattan y conocer otras islas de esta inmensa ciudad- ella hace una ‘‘o’’ con su boca.

-Thomas- me reprende- estás loco, seguro  te vas a perder. Dejame acompañarte, si quieres recorrer nuevamente, podemos ir por la noche que es más hermoso- niego con la cabeza.

-Para nada, pienso hacerlo solo y es por eso que me vas a disculpar pero tome tu mapa- lo saco de la mochila y lo pongo frente a ella- veo que agranda los ojos y por un instante me siento valiente.

-¡Estas bromeando!, hurgaste en mis cosas- cruza los brazos, y cierra los ojos para pensar, contesta de un momento corto-está bien, veo que quieres moverte por ti mismo, tienes razón, que mala me siento. Pero prometeme que me vas a llamar.- Recuerdo que la anterior me enseñó a usar ese aparatito llamado celular.

-Recuerdas que no tengo celular- ella saca el suyo y se acerca a mí para guardar en el bolsillito de la camiseta- me vuelves a indicar como usarlo de nuevo, por favor- ella lo vuelve a sacar y me llama con su dedo.

-Claro, pero que se a la última pensé que eras pilas- le fulmino.

-Claro que lo soy- muestra una sonrisa y se enciende la pantalla.

Cuando termina de explicarme, tomo la mochila y la pongo en mi espalda.

-Todo lo de este mundo me sorprende, es magnífico- menciono en  voz alta.

-Eso es solo el inicio- luce preocupada, me acerco a ella y la abrazo- todo va ir bien ya verás que no me voy a perder- le susurro en su oreja y le pongo un mechón atrás de esta.

-Es que no lo creo, te levantaste con ganas de recorrer la ciudad, y debería preocuparte capaz te encuentres con problemas o capaz de asaltan.

-Tranquila, no va a pasar nada, Francis…. Es hora de salir de la jaula.

**

Fue lo más fantástico que he vivido en mi vida, tome un taxi por mí mismo, Francis me presto un poco de dinero para mis pequeños gustos algo por lo que estaba en contra ya que tenía dinero ahorrado de lo que le ayudo de la panadería. Tomo el metro, compre un hot dog, también presencie como un grupo de personas estaban cantando frente a la  estación del metro, también fui a un lugar que me trajo recuerdos ‘‘Sylvan Terrace’’ ubicado en el antiguo barrio Washington Heights, las casas parecían seguir igual como antes pero más modernas, pintadas de un mismo color. Me trajo recuerdos de mi vida por aquella época, con tristeza me mache de ahí después de ver a mucha gente, la cual parecían actores. Después entre a una tienda para comprar golosinas, cuando iba apagar miro unos hermosos objetos pequeños-¿que son estas cositas que tienen formas?- le pregunto al vendedor.

-Son llaveros- muevo para ver me gusta uno- ¿cuánto cuesta?

-Están a cinco dólares- busco uno tras otro y me emociono encuentro un llavero en forma de árbol más abajo esta 1900, que suerte la mía, lo saco y le pongo frente.

-Lo compro- pago por  los dulces y el llavero.

 




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