Avergonzado
Thomas
El agua cae en todo mi cuerpo, siento una vergüenza por lo que paso ayer, llegue borracho, fue una de las primeras vez en este tiempo, no sé qué me está pasando, ¿será que estoy olvidándome de quién soy?, ¿será que me gusta esto? Cierro la llave de la ducha y me pongo la toalla en mi cintura, me veo en el espejo y me doy cuenta que tengo la barba larga, cojo la rasuradora que me regalo Jack en invierno y comienzo afeitarme.
Cuando salgo ya cambiado y rasurado, voy a la cocina y veo a Francis cocinando, su hermano le está ayudando moviendo algo en la olla, huele bien.
-Hola- saludo y ambos me regresan a ver.
-Ya se despertó, será que me vaya tengo a Edu esperándome para ir de visita turística al acuario- Francis le regresa a ver y le dice:
-Seguro que la mama de Edu les va a llevar.
-Claro, no vamos los dos también va una amiga- agacha la cabeza avergonzado.
-Está bien toma veinte dólares de mi bolso- sigue cortando en rodajas un piña.
-Gracias- toma el bolso de su hermana y yo me acerco a ella para coger la jarra de agua, tengo una sed desde que me deserte, veo que me mira de reojo y yo me sirvo.
-Adiós hermana, Edu esta abajo, tengan un buen día ambos- Jack me guiña el ojo y sale del departamento.
Me volteo y quedo a espaldas de la isla.
-Lo siento- me disculpo por lo de ayer. Ella brinca y se pone las manos en las caderas.
-¿Recuerdas todo de lo de ayer?- pregunta sorprendida.
-Claro, porque iba a olvidarlo. Mas la parte donde bailamos- abre los ojos como sapo y hace una ‘‘o’’ con su boca. – Me gusto como bailamos- confieso.
-A mí también – confiesa y se pone una mecha detrás de la oreja, Agacha la cabeza a modo de vergüenza o eso creo, y me acerco a ella para tomarle de las manos.
-Estaba haciéndote una sopa para la resaca, es coreana, es buena- se pone nerviosa y le sonrió.
-Gracias- me acerco a ella y no se aparta, pongo mis manos a ambos lados de su cabeza y le acerco a mí. Se sonrojo como un tomate. - Francis, tu sabes lo que nos pasa - niega con la cabeza. - Pues, que me estas comenzando a gustar- le confieso lo que me está sucediendo.
-Que, que – sonrió y veo que está muy nerviosa y sus manos están heladas. Le acaricio el un lado de la cara con mis nudillos, y debo admitir que es muy hermosa, con esos rasgos faciales asiáticos, sus ojos son de color café oscuro, sus labios son demasiado rosas y la piel es muy blanca no tanto como Blanca Nieves pero es hermosa a su manera.
-Sí, lo que acabas de oír. Me gustas Francis- pone sus manos en mis brazos y ella pestañea a cada rato, capaz le cogió por sorpresa todo esto. El sonido de la sopa hirviendo nos interrumpe y ella se aleja para apagarlo. Me pongo atrás de ella y ella me ve de un lado.
-A mi creo que también me gustas- admite, le pongo las manos en las caderas y le volteo para que me vea, esta vez decido hacerlo. Pongo ambas manos de nuevo en sus mejillas y la beso, es un beso lento, suave, ambos abrimos los ojos, decido profundizarlo, los vuelvo a cerrar al igual que ella, le beso apasionadamente, es más rápido, más carnívoro como un cavernícola, ella pone sus brazos alrededor de mi cuello y seguimos besándonos. Sí que duro más de diez minutos.
**
Desayunamos juntos y ella parecía avergonzada por lo que acaba de suceder, ya que no me miraba a los ojos, varias veces le movía con delicadeza la cara para que mirara de frente, y no un lado. Por otro lado su comida sí que estaba buena me sentí como nuevo después de quince minutos de haber acabo de comer. Me pregunta ¿ Y ahora qué?.
Le escucho mientras restriego los platos. – ¿Quieres ir a una cita conmigo?- le pregunto y me sonríe con delicadeza y asiente.
-¿Y adonde iríamos? – me pregunta y cierro la llave después de enjaguar el ultimo plato. Estiro mis brazos a cada lado del fregadero y me pongo a pensar, rayos no conozco muy bien Manhattan pero podría averiguar o pedirle unos consejos a Erick ya que si le pidiera a Camilo lo destrozaría todo. -¿Y bueno?, te quedaste callado- le regreso a ver con una sonrisa.
-Dejame ver, pero vayamos hoy- ella asiente.
-Tengo que ir abrir la panadería- limpia el agua que estaba chorreada a los lados. – Nos vemos después o podemos bajar juntos.- Niego con la cabeza.
-Tengo que hacer algo- decido llamar a Erick después de esto para que me recomiende algún lugar.
- Esta bien, no te demores- desaparece por el pasillo para ir a su cuarto.
Después de cinco minutos me grita diciendo que ya se va y que no me demore. Miro el teléfono y llamo a Erick este responde de inmediato y le pregunto un montón de cosas de citas, él dice que es un asco en las citas pero me da unas ideas que me parecen muy locas y no sé si a Francis le gusta, por ejemplo como llevarla a un parque de diversiones, pero es la moda de estos tiempos. Yo prefiero ser a la antigua, así que ya me las ingeniare para que se me ocurra algo único y que le guste.
Después de hablar por teléfono decido bajar ayudar a Francis y hacer mi trabajo, después de beso que nos dimos debo admitir que me siento feliz- abro la puerta- y esa felicidad desaparece al verla después de tanto tiempo.