Una semana de novios
Thomas
Decidimos dormir separados, esto para no despertar las hormonas. Se preguntan si queria hacerle el amor, claro que lo deseaba pero no queria parecer desesperado, y solo paso una semana.Una. Hemos compartido momentos dulces, su hermano se sorprendió cuando le dijimos que somos novios, ni hablar de Renata que nos cacho besándonos frente a la puerta del departamento, Camilo y Erick nos cacharon hoy cuando salíamos agarrados de las manos y justo para abrir la panadería.
Nos despedimos a besos justo en la entrada.
-En serio ya no vas a trabajar para mí, como pensante en dejarme sola- le acaricio la mejilla.
-No te dejo sola, tienes a tus empleados- ella niega y me plata otro beso.
-Está bien, comprendo que renunciaras porque conseguiste otro empleo- eso, bueno, es otra historia que espero contarle a su tiempo.- Pero de verdad ya me estaba encariñando contigo, tenerte a mi lado- me abraza y yo hago lo mismo.
-Ey, espero mi pastel – chilla Erick desde la panadería.
-Ya voy- grita Francis.
-Te dejo- le digo y le planto un besote. Y nos despedimos. Veo que se vuelve a girar para sonreírme y yo lo hago igual. Me despido con la mano.
**
Se preguntaran que paso la anterior semana, bueno ella apareció y me contó la historia de cómo llego aquí, como el señor Black le ayudo, y como es que termino trabajando en el ese museo. Por eso me ayudo a preparar una bonita declaración y aprenderme una letra de una música. Me dijo que me necesita y que debo ayudarle con las cosas que Black tenía en este tiempo, como enterarme de algo sorprendente, que muy pronto le contare a Francis. Ahora quiero ir lento.
Tomo un taxi a la dirección que me dio Victoria y miro a la ventana sonriendo como un bobo enamorado, pero es que lo estoy, mi corazón está feliz. Que cursi que soy. Pago al taxista y me bajo en el edificio lujo y camino a pasos lentos. Los empleados me saludan y yo lo hago igual. Victoria aparece con un terno femenino que es todo de rojo y me sonríe.
-Bienvenido Thomas, sígueme- subimos al ascensor. Y las puertas se abren, me guia por una pasillos con paredes verdes y cuadros pegados a los costados muy costosos… Entramos a un lugar y veo que el ventanal es enorme donde se ve a la ciudad. Hermoso.
-Estás listo para esto, para ser capacitado-asiento.
-Comencemos, jefe- me dice y abre la puerta para que entre y lo hago veo a las personas y me miran, claro no vine bien vestido solo con algo casual.
-Bienvenido señor Lowell, no alegra que este aquí, haciéndose cargo de este lugar.
Sonrió y Victoria se sienta en una de las sillas que están a la una esquina de la mesa. Y yo me siento en la silla del jefe.
Comencemos.