Y si vemos una película
Francis
¿Cuándo las personas dejaron de creer en el amor?, bueno cuando a uno no le llega el correcto, es la cruda realidad duela a quien le duela.
Aquí estoy acostada en mi cama viendo la película del Titanic, un clásico romántico que a las chicas nos gusta y otras no, pero a mí me gusta- sonrió- y me acobijo más.
-¡Ahh!- grito cuando Thomas entra justo en la escena donde Jack está dibujando desnuda a Rose. Miro a Thomas me mira y luego mira al televisor que esta pegado a la pared. Sonríe de un lado con malicia.-Thomas, porque entras así, se golpea- le regaño.
-Pensé que ya estabas dormida e iba a darte el beso de las noches- se acerca a mi.
-¿Qué película es?- pregunta estando centímetros de mi cara.
-Totanic- digo perdida en sus ojos, pero reacciono cuando me doy cuenta que lo dije mal.
-Totanic, que es ese nombre extraño señorita- se aleja y se sube a la cama para acostarse alado mío, cuando llegamos a este punto de confianza entre él y yo, le regreso a ver nerviosa y pienso en que hoy en la tarde vi su abdomen bien esculpido por los dioses egipcios.- Yo..Yo , no, no se llama así, es Titanic. Perdón.
-El Titanic, el barco que se hundió en 1912, leí sobre eso, pero por lo que veo no es un documental si no una película.
-Obvio que esperabas.
-No esperaba entrar justo en esta escena de ellos- me dice muy coqueto y se acerca a mi.
-Debiste golpear, así le adelantaba y entrabas justo cuando se hundía el barco- le guiño el ojo y me acomodo más en la cama pero alejándome a centímetros. Él se da cuenta y se acerca más a mí.
-Estas nerviosa- niego con la cabeza y sigo viendo la película.-Francis, me puedes ver- me ordena y yo niego otra vez, estoy nerviosa, el corazón me late rápido, y me doy cuenta que me gusta mucho Thomas.
Toma el control y apaga la televisión.
-Ey, porque haces eso- me giro para hablarle y me planta un pico en los labios, yo me alejo para verle a la cara, ambos estamos así y decido seguir a mis sentimientos, le atraigo con mis manos su quijada y le beso apasionadamente, él pone su mano atrás de mi cabeza y empuja su cuerpo contra el mío, ahora está encima mío, abrazo la parte baja de su cuerpo con mis piernas, el beso se vuelve más caliente, ahora besa mi cuello y quiero que pase, quiero devorarlo, quiero acostarme con él, lo admito lo deseo.
-Te deseo- se me sale sin pensarlo y yo reacciono. El aleja su cara de mi cuello y me sonríe.
-Yo también- confiesa.
-¿Lo hacemos?- pregunto. Parece sorprendido por mi pregunta.
-Por lo que veo no eres tan introvertida.
-Yo nunca he sido muy introvertida, tengo algo de extrovertida.
-¿Como de salvaje?
-No sé- le digo y le atraigo para besarle en la oreja y susurrarle- tengo preservativos en el cajón.
-Francis, ¿ya no eres virgen?- pregunta de la nada.
-No ya no lo soy- le digo la verdad, miro su cara y es de sorprendido, sonríe y me besa- no te molesta que ya no sea, digo porque tú eres un hombre de esos antiguos.
- No me molesta cariño, me gusta esta época es lo que diré, entonces hagámoslo- sonrió con dulzura y estiro mi mano para sacar de mi velador la caja de condones, la compre hace unos meses, porsiacaso Jack vaya a ser de las suyas. Bueno le iba a dar ya que Thomas menciono que le gusta una chica, pero con el trabajo me he olvidado, así que supongo que tengo que comprar una caja nueva. Le indico la caja y Thomas la toma.
-Primero la ropa- sonreímos.
**
Me besa, me besa por todos lados por mi espalda, por mis piernas, toca con sus manos el un lado de mi trasero, después recorre toda mi columna y un escalofríos me recorre la piel, se vuelve a poner encima mio y lo siento mientras el viento acaricia mi piel, siento su miembro muy adentro de mí, se mueve muy delicadamente y yo gimo, cada vez es más rápido, más satisfactorio y el también gime, se acerca a besarme y pongo mis manos alrededor de su cuello y así ambos llegamos al orgasmo. Se aleja para sacarse el condón y botarlo al suelo, yo me lamo los labios y ya lo quiero nuevamente dentro de mí, toma la caja de condones y saca otro para ponerse y así vamos por tercera vez hasta que amanezca, nunca me voy arrepentir de esto.