Seis años después y aquí estoy
Thomas
Aplaudo muy feliz a la cantante de ópera y Victoria me regresa a ver.
-Ella lo hizo fantástico no crees que deberíamos ir a felicitarla- me dice y asiento.
-Se merece lo mejor- susurro y salimos de los asientos para dirigirnos a la parte de los camerinos.
-Sofía, amiga- grita Victoria, meto mis manos en los bolsillos y Sofía se acerca abrazarla.
-Que emoción tenerlos aquí, pensé que no iban asistir.
-Como nos vamos a perder oírte cantar- dice feliz y me acerco a ella para abrazarla.
-Aquí está mi novio- me planta un beso- me sorprende que no te hayas quedado trabajando en la empresa.
-Para que veas que me tome un tiempo para ti- me abraza muy fuerte.
-Gracias.
-Que tierno – dice Victoria asiendo un puchero.
**
Nos subimos al carro y le pregunto a Sofía adonde quiere ir a comer.
-Me gustaría comer en un restaurante súper elegante contigo y mis amigos- le abrazo por los hombros acercándola mas a mí.
-No te parece estar mejor los dos a solas- me mira fulminándome por un momento pero después suaviza su mirada.
-Está bien, como tú quieras- me arrepiento por lo que acabo de decir y decido concederle lo que quiere.
-Sabes que cambie de opinión, vamos con tus amigos.
-Gracias Thomas- cambia su expresión de alegría y me besa en los labios.
Cuando llegamos a un restaurante de última moda, veo que sus amigos la llaman para felicitarla, mínimo hay diez.
-Thomas, bienvenido- dice una mujer de cabello negro la cual no recuerdo su nombre, recuerdo que me la presento en una de sus fiestas pero ahora ni idea.
-Hola…..- trato de hacer memoria.
-Megan- dice muy obvia y repito su nombre con cordialidad. Tomo asiento y los demás me saludan. Así pasa nuestra moche, comiendo comida fina, hablando de viajes, hasta que me preguntan que tal me va en la empresa editorial.
-Va muy bien, ahora estamos planeando sacar un nuevo libro del Famoso escritor Fausto de la Grande.
-Sus libros no me gustan son de puro terror- menciona una persona.
-Es lo que a la gente le gusta hoy en día- digo y Sofía me regresa a ver y toma mi mano.
-Por algo mi súper novio trabaja con ese escritor, es porque es famoso, no creen amigos así que dejen de dar sus opiniones- los manda a callar y yo sonrió por su malicia.
Me acerco a ella y le digo en el oído.
-No debiste ser grosera.
-Por ti lo seria- me dice viéndome a los ojos y le planto un beso en la mejilla.