Capítulo 58

Thomas, ¿eres tú?

Me acerco a ella y al chico de cabello negro y chaqueta de cuero, va vestido todo negro. Camilo me mira sorprendido, por un momento me da ganas de reírme por su reacción.

Le miro a los ojos y después recorro su cuerpo y lo que lleva puesto, Francis se ve distinta, más mujer, me pongo un poco ansioso por lo que me vaya a decir.

-Hola- le saludo y me meto las manos en los bolsillos de mis pantalones de tela- después de darme una mirada asustadiza cambia su expresión a enojo.  Mi mentón se tensa.

-¿Qué haces aquí?- pregunta nerviosa pasándose las manos por el cabello que ahora es negro.

-Necesito hablar contigo- miro a Camilo, su barba desapareció, su cabello luce mas peinado, y limpio. Regreso mi mirada a Francis y suaviza su rostro.

-Está bien. Camilo tendrás que irte- le dice apretándole la mano. Desde cuando son tan apegados, nunca lo han sido, menos frente a mí, eso me causa un poco de enojo porque yo no soy él.

Se levanta y se despide plantándole un beso en la mejilla. Me regresa a ver un poco decepcionado y no sé por qué. Tomo asiento en una de las mesas que se encuentran a la esquinera de la entrada y ella me sigue al igual se sienta y pone su bolsa en sus piernas.

-Bueno, te escucho- me mira y  le regalo una sonrisa triste.

-Lamento haberte abandonado- me disculpo, junto mis manos y cruzo mis piernas.

-¡Abandonado!- repite un poco enojada- ¡te fuiste sin despedirte Thomas!, si querías desaparecer de mi vida solo debiste decirlo- sus ojos se cristalizan.

-No pude- decido confesar mi verdad y lo que paso. Esto me da dolor de cabeza.

-¿Por qué?,  tan difícil era  decir la verdad. Un día te fuiste y el otro apareces en la televisión siendo un famoso editor de libros, y más teniendo una empresa, cosa que yo no sabía nada de eso.

Respiro y expulso el aire que estaba aguantando.- Tuve un accidente- me expreso un poco tenso.

-Lo sé, te atropellaron en mis narices y agradecí que hayas sobrevivido- cruza los brazos y se traga las lágrimas que iba a soltar, lo sé porque se relaja en el asiento, también estaba tensa.

-Veras Francis….- me siento acercando el asiento a la mesa- te olvide porque desperté sin recuerdos, no sabía dónde estaba, no sabía quién era- digo serio, y un poco enojado conmigo mismo por todo lo que paso. Ella pone los ojos como platos, cruza las piernas y se acerca unos centímetros a la mesa igual.

-¡Que!- exclama, su cara es de confusión- como…..como.

-Perdí la memoria y recientemente la estoy recuperando son recuerdos que vienen a mí y son muy fuertes que  hace que no quiera recordar más, pero no puedo porque estás ahí, estas en un pasado la cual era muy cercano a ti, esta Aurora, no eres la única- le confieso todo lo que estaba reteniendo y la cual no podía ni hablar de esto con Sofía peor con Victoria estando de viaje por sus supuestas audiciones.

-Thomas, yo, yo no sé que decir. Si no te hubieras ido, si tan solo te hubieras quedado.

-No conocía a nadie, entiendes eso- digo un poco alterado por lo que está pasando en este momento- Francis no todo gira alrededor tuyo- le digo y el arrepentimiento viene a mi enseguida pero si tengo que decir la verdad lo hare- yo estuve sin recuerdos por seis años sintiendo en el fondo que faltaba una parte, una parte que añoraba y ahora tengo otra vida, una vida que es sumamente diferente a lo que yo vivía aquí hace seis años aquí, y para recalcar hace más de cincuenta años, entiendes eso, trata de entenderme- me pongo la mano en el pecho, porque estoy a punto de echar lágrimas y no quiero eso- Francis, lamento por el dolor que tuviste que pasar durante todo este tiempo por mí, pero esto muy duro para mi. Un hombre del paso que le cayeron rocas encima – me mira con sus ojos llenos de lágrimas, absorbe su nariz a la vez limpiándosela.

-Si lo hubiera sabido yo hubiera estado ahí igual, siempre lo estuve desde el día que llagaste, Victoria nunca te dijo nada de mí ¿no?, era obvio quería que olvidaras todo lo que vivimos- se levanta y la miro triste- pero lo entiendo vive la vida que estás viviendo ahorita con tu feliz novia que tanto te ama- dice con irritación, le miro a los ojos y también me levanto. Sé que le duele esto a ella también, los dos estamos mal.

-No es lo que piensas Francis, ella, ella, ella- no sé que decir sobre Sofía.

-No digas nada Thomas, solo piensa que ahora estas recuperándote tus recuerdos, lo cual es algo bueno, no crees.

-Lo creo, no te he olvidado sabes… desde que recupere esa parte de mí en la que salías tú, sentí que al amor vino nuevamente a mí, aun faltando algo, cuando estaba sin mis recuerdos- comienza a recoger sus cosas y se acerca para poner su mano en mi pecho.

-No ha sido fácil olvidate, idiota- y se aleja saliendo por la puerta, le regreso a ver  y decido salir detrás de ella. Sus palabras me causan desesperación por toda esta situación.

-¡Thomas!- alguien grita mi nombre y veo que Sofía ha llegado, no sé que hacer. Seguir a la mujer que una vez ame o a la mujer que me ama y yo creo que también.

Decido quedarme, ver la silueta de Francis desaparecer en la oscuridad.