(serie Recuerdos) -1900 - 2

Capítulo 61

Invitación de rojo

Francis

El rojo me queda fenomenal, me pongo unos aretes de perlas del mismo color, me pinto los labios también de rojo, me veo en el espejo y estoy completamente de rojo. Tomo mi abrigo y me despido de mi hijo y hermano.

-No te olvides de calentarle la avena – le grito cuando ya estoy por cerrar la puerta.

-See- grita- saco el control y aplasto para que las puertas queden sin seguro y entro a mi carro de lujo, estoy orgullosa de mi bebe. Hoy me invitaron  para que toque el piano, es una de las casas de una gran artista, de la novia de Thomas. Ese día que apareció se sorprendió tanto de mí que confeso que era una admiradora, me pidió el autógrafo y más que toque en su fiesta de… no lo sé. Solo dijo que vaya a la tal fiesta.

Le extiendo la invitación al empleado y el la revisa y luego me la devuelve, la guardo en mi bolso y hacerlo el carro para entrar, estaciono y me bajo miro a todos  lados y hay gente rica por todos lados.

-Rayos donde es la entrada- me pongo un poco nerviosa y no es por haber venido si no por ver a Thomas. Que profesional de mi parte, no sé si pueda hacerlo la verdad, cuando estoy a punto de meterme al carro nuevamente, una mano toca mi brazo y me gira.

-Francis- regreso a verlo y lleva puesto un terno negro y sin corbata. Se ve fenomenal, sus pequeños risos, se está dejando crecer.

-Tho-m-Thomas- digo nerviosa, más que nerviosa estoy con ataque.

-¿Adónde vas?- me pregunta – piensas irte sin tocar- me suelta y se mete las manos en los bolsillos.

-No iba a sacar mi abrigo- miento y decido sacar lo que dije. – Vamos – camino alado de él arreglándome el cabello, sintiéndome una mujer empoderada. Por qué lo soy. Supongo que me está viendo de atrás mientras camino, me giro y se queda viendo mi trasero.

-No vas a venir- le digo fulminándole.

-Entre usted primero- se acerca a mi oído – te ves fenomenal- y me planta un beso en la mejilla.

-No sabes porque estoy aquí- le pregunto regresándole la mirada muy cerca de su cara.

-No tengo idea, más bien no sé porque Sofía gasta dinero en estas fiestas que ni siquiera son benéficas.

-Claro,  mujer que derrocha el dinero- le doy la espalda y decido ignorarlo, más bien no verlo.

Todos me saludan, se toman selfies conmigo, me felicitan por mi última presentación que también fue en vivo. Sofía se acerca a mí y debo decir que se ve hermosa con ese vestido amarillo, que es descotado en la espalda.

-Me alegra que hayas aceptado estar aquí- me toma de la mano- es muy importante esta noche para mí- sonrió falsamente y tragándome mis ganas de huir.

-Es todo un placer- me jala delicadamente hacia un pasillo guiándome donde hay más invitados.

-Es aquí, será este piano suficiente para ti- me pregunta sonriente y miro que es un último modelo fabricado, lo toco y es liso, las teclas son muy blancas. Le regreso a ver.- Es suficiente- me siento y ella toma una copa  y después una cuchara y llama a todos para que le presten atención.

-Escuchen hoy es una noche muy especial- regresa a ver a Thomas – es un noche donde todo puede cambiar- de que está hablando esta mujer, también miro a Thomas y veo que tiene la cara un poco sorprendida por las palabras que dice su novia.

Después que termina su discurso decido tocar una pieza, Claro de luna - Claude Debussy, cuando termino decido tocar una que cree yo, en la cual lleva el nombre Otoño. Cuando termino todos quedan fascinados y me aplauden, pero Thomas es el único que no lo hace, sale a pasos rápidos de la sala y sonrió falsamente a todos.

Minutos después decidido tomarme una copa, Sofía vuelve a llamar a todos pero esta vez sin ningún material solo con su voz. También llama a Thomas y lo toma de la mano, el parece confundido por su acción, veo que le apretá la mano y ella se vuelve a nosotros, yo me escondo atrás de la gente para no ver lo que vaya a decir.

-Thomas y yo queremos decirles algo- lo mira y él reacciona, suelta su mano y Sofía la vuelve agarrar. Parece como si estuviera enojado en este momento. Mi cerebro también reacciona y ya se lo que va a decir, un embarazo o casamiento. No puedo ver esto así que me alejo. Mirando a Thomas que también me busca con la mirada, me doy la vuelta y la escucho.

-Thomas y yo nos vamos a casar-  me pongo la mano en el pecho y lágrimas quieren salir, bajo por la escaleras, y mi tristeza aumenta.




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